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Italia irá al Final 8 de la Copa Davis a buscar su tercera Ensaladera consecutiva, con el condimento especial de que lo hará ante su gente, porque los playoffs -en los que Argentina será el único representante sudamericano- se disputarán del 18 al 23 de noviembre en el SuperTennis Arena de Bologna. Pero el anfitrión no contará con su mayor estrella: Jannik Sinner decidió no formar parte del equipo, como sí había hecho en las últimas dos ediciones, para tener una semana más de descanso de cara al comienzo de la temporada 2026. El anuncio de la baja del número dos del mundo fue un balde de agua fría para sus compatriotas, tanto que algunos lo tildaron de «traidor a la bandera». Y la última en subirse al colectivo de críticas fue la Codacons, asociación italiana que defiende a los consumidores, que pidió que al de San Cándido se le retiren «todos los premios y honores oficiales» que recibió en su país.

«La decisión de Sinner de negarse a jugar la Copa Davis es una bofetada a Italia, a los italianos y a millones de apasionados fanáticos del tenis. Todo atleta tiene derecho a decidir sobre su propia carrera y a priorizar otros intereses, incluidos los económicos, sobre los del país al que representa, pero esta decisión debe ser consecuente. No se puede representar a Italia en el mundo, recibiendo honores oficiales para luego tomar decisiones deportivas totalmente opuestas», afirmó la organización en un comunicado.

Y solicitó «la retirada de todos los honores y la revocación de los reconocimientos institucionales otorgados al tenista, desde su nombramiento como ‘Embajador de la Diplomacia Deportiva’ por el Ministerio de Asuntos Exteriores hasta el Collar de Oro al Mérito Deportivo del Comité Olímpico Nacional Italiano, e incluso la ciudadanía honoraria de la Ciudad de Turín».

«Si Sinner pasara menos tiempo grabando anuncios para cualquier producto, tal vez podría representar mejor a su país tanto dentro como fuera del deporte», sentenció.

¿Cómo reaccionó Jannik a esas y otras críticas? Sin alimentar la polémica. «Solo puedo decir que acepto todas las críticas. Ya lo he dicho todo sobre este tema y no tengo nada más que añadir», dijo tras su debut en el ATP 500 de Viena con una aplastante victoria por 6-0 y 6-2 ante Daniel Altmaier, en 58 minutos.

Luego de que el capitán italiano Filippo Volandri anunciara la lista de convocados para la etapa final de la Davis –Lorenzo Musetti, Flavio Cobolli, Matteo Berrettini, Andrea Vavassori y Simone Bolelli– y contara que Sinner «no confirmó su disponibilidad», el vigente campeón de Australia y Wimbledon explicó el por qué de su ausencia.

«Bajarme fue una decisión difícil, pero la ganamos en 2023 y 2024, y esta vez mi equipo y yo tomamos la decisión correcta. Después de Turín (NdeR: ATP Finals), mi objetivo es prepararme para el Abierto de Australia, y una semana extra de trabajo es una carga. La temporada es muy larga y necesito más descanso para iniciar bien mi preparación para 2026. Mi objetivo es estar bien en Australia. En los dos últimos años no llegué del todo bien porque tuve poco tiempo», afirmó tras su llegada a Viena.

Las palabras de Jannik no convencieron a sus compatriotas y las críticas y los reclamos no tardaron en llegar, como había ocurrido, por ejemplo, en Argentina tantas veces durante los años en los Juan Martín Del Potro eligió enfocarse en su carrera y no jugar ese certamen por países. Muchos de los juicios llegaron desde usuarios de redes sociales, pero algunos, de fuentes de peso.

El diario La Gazzetta dello Sport, uno de los medios deportivos más importantes de Italia, tituló su portada del martes con la frase «Sinner, pensalo de nuevo». Y en una editorial, se refirió a la justificación del ex número uno de que «ya ganamos dos veces la Davis».

«¿Entonces no vas a volver a Riad por otros 6 millones de dólares? (NdR: La semana pasada, Sinner repitió el festejo de 2024 en el torneo exhibición Six Kings Slam). Si ganás otro Wimbledon, ¿ya no irás a Londres? Pasta, café… Cada cinco minutos promocionás un producto italiano. Hacelo también con el tenis», se leyó en la nota.

En otros párrafos del texto, le sugirieron: «Aún hay tiempo para reconsiderarlo. Hablá con Nole (Djokovic). Quizás te haga entender que no toda la riqueza se mide en quilates. Te explicará la alegría que sintió en la final olímpica de París cuando, con el esfuerzo más aterrador de su vida, logró superar a la juventud de Alcaraz. Nole jugaría con la selección nacional con una sola pierna».

Pero el cierre es con tono conciliador: «Seamos claros, Jannik, nadie te llama desertor, nadie te niega el derecho sacrosanto de gestionar tu carrera y tu salud como mejor te parezca. Seguiremos queriéndote, pero permitinos un gramo de decepción».

Nicola Pietrangeli, leyenda del tenis azzurro y dos veces campeón de Roland Garros, no tuvo piedad.

«Es una gran bofetada al deporte italiano», afirmó el ex número 3 del mundo, de 92 años, en una charla con la agencia ANSA. «No entiendo cuando dice que ha sido una elección difícil, estamos hablado de jugar al tenis, no de ir la guerra. Cuando se trata de la Davis, se trata de lo máximo, el objetivo de cualquier deportista es ponerse la camiseta azul. Desafortunadamente, sé que hablo de otra época. Espero que durante la Davis, Jannik no se vaya a jugar a otro lugar, veo que el mundo hoy se mueve por dinero y el corazón lo dejan de lado».

Adriano Panatta, quien llevó a Italia a levantar su primera Ensaladera en 1976, tampoco compartió la decisión de Jannik.

«Yo nunca hubiera renunciado a la Davis, y si alguien del equipo lo hubiera hecho, habrían sido los compañeros y el capitán quienes habrían pedido explicaciones de la forma más dura posible», dijo en declaraciones al medio Corriere dello Sport quien fue el primer italiano en ganar un Grand Slam en la Era Abierta, en París en 1976.

Aunque también admitió que «no tiene sentido juzgar a los jugadores de hoy con los estándares de ayer». «El centro de nuestros planes era la Davis, todo lo demás giraba en torno a ella. Hoy ya no es así. Puedo decirle a Sinner que lo siento, que si yo fuera él, habría hecho un esfuerzo, y que habría sido útil evitar la polémica que seguramente se desatará. Pero ¿puedo culparlo cuando viene a decirnos que la única prioridad es empezar bien el 2026 y que una semana de descanso o de trabajo, al final, marca la diferencia?», reflexionó.

No todos le pegaron a Sinner. Paolo Bertolucci, quien también jugó en el equipo de 1976 y ahora es comentarista de televisión, afirmó: «No veo nada malo en la decisión. La gente piensa con la camiseta nacional, pero el tenis no funciona así. En el tenis lo que importa son los Grand Slams, y punto. Luego están las Finales ATP y después los Masters 1000, que los jugadores utilizan tanto para ganar como para prepararse para los Slams. El resto es secundario».

Y Luigi Carraro, presidente de Federación Italiana de Tenis y Pádel (FIPT) comentó: «Entendemos y respetamos la decisión de Jannik, que sin embargo nos resulta muy dolorosa, al final de una temporada larga e intensa, en la que ha demostrado una vez más ser un referente extraordinario para todo el movimiento tenístico italiano. Estamos seguros de que pronto volverá a vestir la camiseta italiana con la misma pasión y determinación de siempre».

Según el reglamento de la Federación Internacional de Tenis, hay tiempo hasta el día anterior al inicio de los partidos de la Davis, es decir hasta el lunes 17 de noviembre, para meter cambios en los equipos. Pero en Italia no esperan que Jannik Sinner cambie de idea y de marcha atrás con una decisión que lo convirtió casi en «enemigo público» en su propio país.