Primero fueron por los marcos; quebraron el rectángulo y lo traspasaron. Luego la materia; tomaron lo que tenían a mano para incorporarlo al lienzo; y luego llegó la década del 60. Corridos todos los límites los artistas argentinos buscaron que el cuerpo forme parte de la obra y dieron inicio así a una tradición de componente teatral en las artes visuales argentinas. El Museo de Arte Moderno de Buenos Aires rendirá tributo durante 2025 a esta sinergia que ya lleva 60 años de historia.
Arte es teatro se titula el programa que presentó este jueves la directora del museo, Victoria Noorthoorn, junto a la ministra de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires, Gabriela Ricardes. La institución buscará durante este año difundir el diálogo entre las artes visuales y el teatro. Desde el Instituto Di Tella, pasando por el Parakultural hasta los ‘90, en cada década ha habido artistas o colectivos traspasando los límites tradicionales del arte para crear obras espectaculares.
En sus palabras, muy cuidadas para los tiempos efervescentes que corren, la directora del museo hizo foco en que los artistas involucrados en esta sinergia “deciden poner su cuerpo para manifestar su postura frente a la realidad, para analizarla, para compartir sus propuestas hacia el futuro”. También, en línea con tiempos crueles, dijo que son “artistas que deciden elegir el camino de la humanidad, sensible”.
“Tenemos muchísimas violencias y tensiones en el mundo, a nivel nacional, a nivel internacional, a nivel global, el verbo es un verbo agresivo. En el museo apelamos, de alguna manera, al cuidado, al amor, a cómo cuidamos a los artistas que han decidido hablar”, añadió en su reflexión Noorthoorn.
La programación combinará exposiciones históricas que recuperan la relevancia de figuras clave del teatro de vanguardia argentino y exposiciones monográficas de artistas de distintas generaciones que cruzaron los límites de las artes visuales para saltar al arte vivo, la performance, la música, el teatro, la acción y el espacio público.
Varias son las muestras y proyectos hits que ofrecerá el Moderno, con nombres y puestas en escena que se vaticina traerá nuevos públicos al edificio de San Telmo. En septiembre llegará una retrospectiva de Nacha Guevara, figura obligada de la vanguardia de mitad de siglo, donde se explorará la manera que la artista utilizó el género Café Concert como plataforma desde donde posicionarse y proyectarse artística y políticamente.
En diálogo con Clarín, Nacha dijo: “Me siento muy bien, muy gratificada, pero además también muy bien con todo lo que va a ser la muestra, la filosofía que está detrás de la muestra y con respecto al teatro, como el arte mayor, la madre de las artes”.
Por estos días la actriz junto su curador, Álvaro Rufiner, trabajan en su archivo para elegir el material a exhibir. “Es muy difícil porque hay mucho, mucho, mucho material, hay que hacer síntesis, que adoro la síntesis. Dejo hacer a mi equipo porque estoy en buenas manos y es una alegría. Y es una alegría el arte. Estoy trabajando, estoy creando y estoy feliz, que es lo único que importa a mí. Y este museo es un pequeño faro de luz”, comentó.

Por su parte, la ministra Ricardes, una gestora cultural surgida al calor de las artes dramáticas y quien ha estado al frente del Teatro San Martín y del Complejo Teatral Buenos Aires, se expresó con mucho entusiasmo sobre la futura programación del museo más importante del distrito.
“Para quienes venimos de las artes escénicas es un reconocimiento enorme. Sobre todo para la gente del teatro, ser considerados en un museo, donde está la madre de todas las artes, donde todos los signos, los significados y significantes se ponen en juego, mostrar esta historia, desde los ‘60 hasta ahora, que hizo que nuestro teatro fuera tan floreciente y que nuestros artistas sean tan destacados y hayan penetrado en tantas otras disciplinas”, reflexionó la ministra.
Qué se exhibirá en el Museo de Arte Moderno durante 2025
El 12 de abril el Moderno arrancará su programación con Dalila Puzzovio: Autorretrato, una retrospectiva que recorrerá seis décadas de trayectoria de la artista que entiende la forma como nos mostramos al mundo como una performance. No faltarán sus clásicos zapatos de plataforma creados en el marco del Di Tella, como tampoco los guiños a la moda y la creación de atmósferas y espacios que completarán la exhibición.
En tanto, el 27 de mayo se abrirá el telón para Esto es teatro: once escenas experimentales del Di Tella al Parakultural. El Moderno tomó el desafío de realizar una ambiciosa exposición historiográfica para comprender la profunda interrelación entre las vanguardias artísticas de las artes visuales y la experimentación estética que se dio en el teatro argentino durante la segunda mitad del siglo XX.

Se recorrerán las experiencias nacidas bajo el paraguas del Centro de Experimentación Audiovisual del Di Tella – los “objetos de prueba”, El desatino, de Griselda Gambaro, entre otros -; la obra individual de Víctor García, artista escénico famoso por obras donde ponía en jaque la acción dramática y la estabilidad de los actores con el uso de objetos gigantes. Por último, el recorrido se detendrá en la década del 80, cuando la efervescencia de la post dictadura llevó los circuitos artísticos al underground, que se llenó de sketches, performances, rock y teatro. Batato Barea, Alejandro Urdapilleta, Las Gambas al ajillo son nombres obligados en un circuito que tuvo su Meca en el Parakultural.
Agosto recibirá Máquina Teatro: El Periférico de Objetos (1990-2009), una retrospectiva del grupo paradigmático de la escena experimental e independiente de Buenos Aires. Su trabajo expandió los límites de lo teatral al proponer una investigación radical sobre el cuerpo, los objetos y la memoria.

También habrá exposiciones individuales de artistas cuya obra dialoga de alguna manera con el teatro. En abril será el turno de Jorge Miño: La cuarta pared donde se mostrarán las fotografías de enigmáticos espacios arquitectónicos donde el espectador opera como la cuarta pared de un escenario en movimiento, cuyo punto de vista define cómo se ve esa figura por un momento.
También en abril el Moderno inaugurará Valentine, Valentina Quintero, la más reciente producción pictórica sobre papeles de gran tamaño de esta joven artista mendocina. Y una novedad: el café del museo servirá también de sala de exposición al exhibir una selección de dibujos y poemas de Bárbara Bianca LaVogue, figura central del underground de los ‘90.
Como novedad, el museo pondrá en escena un nuevo programa, “Exposiciones en cartel”, un ciclo de exhibiciones individuales que adoptarán la forma de espectáculos escénicos en el auditorio del museo. Algunos de los nombres que pasarán por allí serán el dúo de artistas Lolo y Lauti, con una reversión de El gusanito de Jorge de la Vega; Rafael Spregelburd con un homenaje a Rafael Squirru; y Piel de Lava.