Un universo personal que reproduce imágenes de una narrativa emparentada con lo fugaz, aquello que apenas se alcanza a ver, pero conserva una potencia incapaz del olvido, es lo que puebla esta nueva producción de Carlos Masoch quien presenta Paisajes furtivos, junto a otra serie que engloba Otras cuestiones en el Centro de Constructores y Anexos de Mar del Plata hasta mediados de marzo. Se trata de obras de pequeño formato junto a otras apaisadas que ha venido realizando en torno al paisaje y los interiores, con esa sustancia del pintor que se reconoce en un acto que lo hace feliz.
Exponer en Mar del Plata es importante pues es la ciudad natal de su mujer y donde siempre regresan. Llegar implica un viaje donde el paisaje conserva muchos tramos de bosques y planicie propia de la pampa, cargada de historias que alguien como este artista puede desentrañar para mostrarlas.
Masoch afirma que es “pintor a secas” y confiesa que todo comenzó en una visita al museo donde vio por primera vez ‘un pequeño cuadro de Roberto Aisemberg titulado “Incendio en el Colegio Jasidista de Minsk en 1778” con el que quedó fascinado. También estaban allí la serie de Cándido López sobre la Guerra de la Triple Alianza, otro de sus pintores favoritos.
Pero su derrotero creativo fue desplegado en otros oficios con la misma fluidez. Egresado de la Escuela de Figurantes del Teatro Colón, personajes que hacen barullo en las óperas, que se mueven y agitan los brazos, pero no cantan ni tocan ningún instrumento; cofundador del Teatro del Sur donde fue actor durante 10 años. También fue director de arte en agencias de publicidad, y trabajó en revistas como Canta Rock y El Musiquero, diseñador de tapas de discos y afiches para el sello discográfico que dirigía Daniel Grinbank. A los 33 años, llega a la radio de la mano de Lalo Mir y Bobby Flores en “Radio Bangkok”, un programa icónico donde hacía el personaje del Reverendo Douglas Vinci una parodia de los pastores electrónicos, creando un alter ego que le cambió el trabajo de diseñador por la popularidad que le dio la radio y luego la TV.
Siempre se esforzó en separar al pintor del otro personaje y, en esa misma década, presentó su segunda muestra individual en Galería del Retiro, consiguiendo no sólo vender sus dibujos sino encontrar que la prensa escribía sobre su trabajo. Después de la pérdida de visión de uno de sus ojos, ironiza que “es un artista casi a tientas”. Se siente un laburante y se identifica con la frase: “La mano que escribe es la que ara”, de su admirado poeta Arthur Rimbaud, simbolista y creador de un estilo que fue destacado por el propio Albert Camus. La elección de una representación pictórica muy tradicional propia de los pintores realistas que opera en el cuadro ventana y la perspectiva atmosférica, con una incidencia para captar la luz del crepúsculo que es su sello, pero conservando los cruces entre lo local y lo universal.

Centro de Constructores y Anexos. Mar del Plata
“Tengo una recurrencia en mis propias obsesiones, mis propios fantasmas, entre las cuales están la muerte, la religión, pero también los fotogramas del cine y las pinturas de los clásicos donde aparecen sus mitologías personales”. Así, en una obra se ve un joven que se inclina para ver su rostro en el agua, una versión del mito griego de Narciso en la misma pose que lo retratara John William Waterhouse a principios del siglo XX; junto a él, una mujer como la propia ninfa Eco que, en vez de ocultarse, sólo se tapa los ojos para no ver el desenlace trágico. El cielo en el fondo lejano y en el borde del agua crecen unas flores amarillas que refuerzan la asociación al mito.
El horror como género aparece en otra escena que transcurre en el bosque donde una mujer vestida de gris con ojos alterados aparece sometiendo a un jugador de fútbol con camiseta argentina que es retenido por un personaje que cubre su rostro con un casco. De la espesura surgen espectros que miran la escena del mismo modo que el propio artista se retrata a un costado sosteniéndose de un árbol. La luz y la multiplicidad de verdes del bosque están tratados con una sustancia pictórica notable. Siguiendo con asociaciones, una mujer sentada en el borde del agua acaricia un cisne blanco rodeada por un bosque que se percibe desde dos luces distintas, unas más verdosas y otras notoriamente azuladas.

Centro de Constructores y Anexos. Mar del Plata
El mundo del teatro aparece en los interiores de espacios casi vacíos donde el color se torna más cálido, escenarios en tamaño pequeño donde lo que sucede es minúsculo, pero que conservan el clima de cierta inmanencia propia de los pintores italianos metafísicos como Giorgio de Chirico mezclado con los interiores tan personales como los de Edward Hooper.
Todos los personajes retratados trasmiten sus emociones mediante muecas o gestos, cercanos a pasadas tradiciones o asociados por la fantasía propia de un artista que los vuelve útiles a su versión narrativa de fábulas sin moraleja. Seguramente su formación actoral lo posiciona mejor para ser ese observador de ojos bien abiertos que se preocupa en demostrar que puede representar ensueños furtivos, jugando entre dos escenarios posibles. Las historias que puede albergar el bosque, cargado de entonaciones a través de un virtuoso uso del color y la textura, como en los cuentos donde la tensión genera intercambios alucinados. O el lugar del hábitat casi impersonal, donde el drama alberga apegos, querencias, afinidades, atracciones que suman al conjunto de esta muestra una selección caprichosa de obra que ‘son reflejo honesto del artista’ como sugiere el texto de sala.

Centro de Constructores y Anexos. Mar del Plata
Todo lo narrativo de la escena no opaca la importancia de la técnica para el manejo del color propia de un buen colorista, de un buscador de tonos medios donde se perciba un acento que refuerce el sentido donde la alucinación, el milagro, la ilusión o lo imposible dan cuenta de sus virtudes. Versiones de un cuento cercana a la de un exvoto.
La muestra contó con la presencia del artista en la inauguración, quien ofreció una charla sobre su producción, mientras que en otros días se proyectó el interesante documental del cineasta Pablo Doudchitzky que estrenó en 2017: El Camino del perro, un recorrido por su vida a través de la mirada de los amigos, su mujer Silvia Giménez y coleccionistas.

Centro de Constructores y Anexos. Mar del Plata
- Carlos Masoch “Paisajes furtivos”.
- Centro de Constructores y Anexos.
- Av. Independencia 2249 (Mar del Plata)
- Hasta el 6 de marzo
- Lunes a viernes hábiles de 9:15 a 18hs corrido.
- Gestión y curaduría: Cristian Dalgaard