El medicamento más caro jamás aprobado: una terapia génica que cura la piel de mariposa y puede costar 20 millones por paciente | Sociedad

El medicamento más caro jamás aprobado: una terapia génica que cura la piel de mariposa y puede costar 20 millones por paciente | Sociedad


Cuando Mía Millán nació en el Hospital de Linares, en la madrugada del 11 agosto de 2017, una de las primeras cosas que llamó la atención de sus padres fue en una gran mancha de color “rojo brillante” que la niña tenía en la pierna derecha: “Los médicos dijeron que podía ser un angioma”, recuerda Ana González. Durante esa primera noche, sin embargo, quedó claro que la causa no era esa malformación benigna de los vasos sanguíneos. “La pobre se pasó toda la noche llorando, desesperada. Nació a las tres de la madrugada y a las diez de la mañana no había dejado de gritar. La llevaron al Hospital de Jaén y allí la llevaron directamente a la UCI”, rememora la madre.

Mía tenía epidermólisis bullosa distrófica, más conocida como piel de mariposa por la extrema fragilidad de este tejido en las personas que presentan esta rara y grave enfermedad genética que impide al organismo sintetizar la proteína colágeno 7. Sin ella, las dos capas externas de la piel —la epidermis y la dermis—, no logran mantenerse unidas y el menor roce o golpe provoca dolorosas llagas y heridas. Las curas que requieren son diarias y las lesiones pueden permanecer abiertas durante años.

“Estas formas distróficas recesivas, que son las más graves, no solo afectan a la piel sino también a las mucosas internas. Son pacientes que tienen complicaciones en todos los órganos y pueden desarrollar carcinomas epidermoides, un tipo de cáncer agresivo que acorta su esperanza de vida”, cuenta Rocío Maseda, médico adjunto del servicio de Dermatología del Hospital de La Paz (Madrid), de referencia a nivel nacional para esta enfermedad rara junto al Clínic y el Sant Joan de Déu (Barcelona).

La aprobación por parte de la Agencia Europea del Medicamento (EMA), el pasado 28 de febero, de una nueva terapia génica frente a esta dolencia ha abierto un mundo de esperanza para pacientes y familias. “Es algo histórico, llevábamos años esperándolo”, exclama Evanina Morcillo Makow, directora de DEBRA Piel Mariposa. Esta asociación presta apoyo a los cerca de 500 enfermos viven en España con epidermólisis bullosa, aproximadamente la mitad de ellas con las formas recesivas más complejas. La enfermedad afecta a entre uno de cada 17.000 y 50.000 nacidos vivos.

Mía Millán en su casa de Linares. Una nueva terapia aprobada por la EMA para los niños con piel de mariposa, una grave enfermedad genética.Jose Manuel Pedrosa

El nombre de la terapia es Vyjuvek (beremagene geperpavec) y resulta extraordinaria por varias razones. La primera son los grandes resultados obtenidos en los ensayos al lograr que heridas que llevaban años abiertas cicatricen en menos de tres meses. Hasta ahora, estos enfermos no tenían más opción que convivir con “un mínimo de tres horas diarias de curas, los vendajes y el dolor, además de una vida muy condicionada a todas las limitaciones que imponen las propias heridas y las precauciones para no abrir nuevas lesiones”, explica la madre de Mía.

El Vyjuvek es también muy llamativo por lo sencillo de administrar que es, ya que se trata de un gel que se pone gota a gota sobre la piel —a un centímetro una de la otra— sin necesidad de manipular las heridas. El fármaco contiene un virus del herpes simple modificado que lleva en su interior dos copias sanas de un gen llamado COL7A1. Al infectar las células de la dermis, el patógeno les transfiere sin causar daño estas copias y las células aprenden a producir la proteína que corrige la enfermedad. ”El gel se administra una vez a la semana y mejora la cicatrización en más del 70% de las heridas a los tres meses de tratamiento”, ilustra Maseda.

Un estudio publicado en la revista científica JAMA Dermatology pone el foco en otra característica de la nueva terapia que la hace única. Según el trabajo, el Vyjuvek es el medicamento más caro jamás aprobado por la EMA y también por la FDA estadounidense, con un coste que puede superar los 20 millones de euros a lo largo de la vida de cada paciente. Estas cantidades se explican porque, a diferencia de otras terapias génicas aprobadas hasta la fecha —con precios que superan los tres millones de euros pero que se administran en una sola dosis—, el Vyjuvek puede tener que ser usado de forma crónica durante toda la vida, con dosis en ocasiones semanales en viales cuyo precio oficial es de cerca de 23.000 euros.

Estas cifras han hecho crecer entre pacientes, facultativos y expertos el miedo a que la terapia no llegue a todos los enfermos que la necesitan. “Existe, sin lugar a dudas, un problema potencial con el acceso de los enfermos a esta terapia. Según la cantidad de pacientes que reúnan los requisitos para recibirla en cada país, el alto precio puede plantear problemas de asequibilidad para los pagadores y limitar el acceso de los enfermos”, responde por escrito a EL PAÍS el autor principal del estudio, Adam Raymakers, investigador de la Harvard Medical School especializado en Economía de la Salud.

Adam Raymakers, investigador en Economía de la Salud de la Harvard Medical School.
Adam Raymakers, investigador en Economía de la Salud de la Harvard Medical School.

“El coste total estimado de por vida por paciente es de 13,8 millones de euros (con un rango de 9,2 a 18,4 millones) por caso de epidermólisis bullosa distrófica autosómica recesiva y 15,6 millones (rango de 10,1 a 20,2 millones) para pacientes con la forma autosómica dominante”, recoge el estudio en sus conclusiones. Los expertos consultados admiten algunas limitaciones del trabajo. Una de ellas es que el precio sobre el que están hechos los cálculos es el oficial, mientras en Europa los gobiernos negocian con las farmacéuticas descuentos confidenciales. Otra es que, con el paso de los años, es posible que el precio del medicamento descienda a medida que expiren las patentes y salgan al mercado fármacos comparables al Vyjuvek.

Miquel Serra, investigador en Economía de la Salud de la Universidad de Zúrich (Suiza), destaca pese a ello el interés del trabajo y el “enorme reto” que los precios cada vez más elevados de los nuevos fármacos suponen para los sistemas sanitarios. “Nuestras investigaciones demuestran, por ejemplo, que el descenso de precios producido por la competencia de los medicamentos biológicos [con los biosimilares] tras la expiración de las patentes se produce más tarde y es menor que en las moléculas de síntesis química [con los genéricos]. En el caso de las terapias génicas, ni siquiera hay precedentes de ello, así que no podemos estar seguros de que esta competencia se vaya a producir realmente”, defiende este experto.

Raymakers y Serra ponen el foco en otro punto importante del proceso de aprobación. Tanto la FDA como la EMA han aprobado el Vyjuvek con indicación tanto para pacientes con las formas recesivas (más graves) como las dominantes de la enfermedad “a pesar de que el ensayo clínico incluyó casi exclusivamente a pacientes del primer grupo”. Esto, en opinión de ambos, “aumenta la incertidumbre sobre la efectividad del fármaco” —este podrá ser administrado a un perfil de pacientes en el que apenas se ha probado— y puede llevar a los sistemas sanitarios a adoptar criterios de acceso a la terapia más restrictivos para prevenir una escalada del gasto.

Desde DEBRA Piel Mariposa admiten estos temores. “Nos preocupa que la terapia no llegue a las familias tan rápido como nos gustaría”, reconoce Morcillo Makow, que pese a ello confía en que “el reducido número de personas con la enfermedad y el enorme impacto que esta tiene sobre sus vidas acelere el proceso de financiación”.

Tras el visto bueno de la EMA, ahora es la Comisión Europea la que debe autorizar formalmente la comercialización del Vyjuvek, lo que suele tardar unos dos meses. Será entonces cuando la farmacéutica Krystal Biotech, con sede en Pittsburgh (Ohio, Estados Unidos), empezará a solicitar la financiación pública de la terapia con los gobiernos del continente.

Mía Millán acompañada juega con su muñeco preferido en su casa de Linares. Una nueva terapia aprobada por la EMA para los niños con piel de mariposa, una grave enfermedad genética.
Mía Millán acompañada juega con su muñeco preferido en su casa de Linares. Una nueva terapia aprobada por la EMA para los niños con piel de mariposa, una grave enfermedad genética.Jose Manuel Pedrosa

César Hernández, director general de Cartera Común de Servicios y Farmacia del Ministerio de Sanidad celebra el “éxito” del desarrollo de terapias para enfermedades raras que carecen de alternativas de tratamiento. “El desarrollo de estos medicamentos es casi un compromiso social al que todos tenemos que contribuir”, añade. Pese a ello, no oculta el el “desafío” que supone su financiación por motivos como su elevado precio, la incertidumbre que rodea su seguridad y eficacia…

“Los sistemas públicos tienen que desarrollar soluciones, en algunos casos imaginativas, que permitan afrontar estos retos al tiempo que se facilita el acceso de los pacientes a las terapias que necesitan. La incorporación de estos medicamentos debe partir de una valoración justa sobre sus beneficios y el resultado final debe ser compatible con los principios de asequibilidad y sostenibilidad”, concluye.

Hernández expone que una de las razones que alegan las farmacéuticas para imponer estos elevados precios es la dificultad de recuperar la inversión hecha en el desarrollo de un medicamento destinado a muy pocos pacientes. En conjunto, sin embargo, existen más de 6.000 enfermedades raras que afectan a cerca de 30 millones de personas en Europa, por lo que el reto es ingente para los sistemas sanitarios si se tiene en cuenta que los precios de los nuevos fármacos para estos pacientes suelen ser “invariamente altos”.

Un portavoz de Krystal Biotech muestra la disposición de la compañía a “entablar un diálogo constructivo con los gobiernos europeos de acuerdo con las normas locales sobre precio y reembolso” y se compromete “a trabajar con las autoridades sanitarias para garantizar que los pacientes tengan acceso al tratamiento”. Sobre el estudio de Raymakers, Krystal Biotech considera que “sobreestima los costos de tratamiento ya que asume que Vyjuvek es un tratamiento de por vida, lo cual no es así porque se administrará solo si hay heridas abiertas”.

Ana González tiene muchas esperanzas puestas en la nueva terapia: “Sé que no es una cura, pero Mía podría conseguir una enorme mejora en su calidad de vida. Tiene grandes heridas abiertas desde hace tiempo que la hacen sufrir mucho. La curas diarias son tan dolorosas que ha desarrollado ansiedad anticipatoria. Ahora, que ya tiene siete años, se da cuenta de muchas cosas y ver su frustración te duele en el alma. Si la heridas se cierran, aunque surjan otras, las nuevas podrán tratarse y las curas serían mucho más ligeras y ella podría tener una vida parecida a la de cualquier otro niño. Sueño con eso”.