Una peligrosa banda delictiva que se hacía pasar por policías fue desarticulada tras un operativo en el conurbano bonaerense. Ocho personas fueron detenidas, acusadas de secuestrar a un comerciante boliviano en La Matanza y retenerlo durante cinco días hasta que su familia pagó un rescate de $4 800 000.
El 20 de febrero, I.M.T., propietario de un negocio de venta y reparación de máquinas de coser, llegó a su casa en Gregorio de Laferrere junto a su pareja, cuando fueron interceptados por una camioneta Renault Sandero Stepway. Tres hombres, vestidos con uniformes policiales y armados, descendieron del vehículo, redujeron a la víctima y lo subieron esposado al rodado, asegurándole que pertenecían a “La Brigada”.
El comerciante fue trasladado a una vivienda en Monte Grande, donde lo mantuvieron cautivo por cinco días. Mientras tanto, los secuestradores realizaron múltiples llamados extorsivos a su familia, exigiendo 300 000 dólares por su liberación. Finalmente, el rescate se pactó en $4 800 000 y se pagó el 22 de febrero en Gregorio de Laferrere. Sin embargo, la víctima no fue liberada inmediatamente y los delincuentes continuaron con las amenazas.
Recién el 24 de febrero, a las 23:45, I.M.T. fue abandonado cerca de la avenida Cristianía, en el Barrio 22 de Enero de Ciudad Evita.
Gracias al análisis de llamadas intervenidas y cámaras de seguridad, la fiscalía identificó a los responsables y solicitó allanamientos. El juez federal Juan Manuel Culotta ordenó los procedimientos, que se llevaron a cabo el 27 de febrero en nueve domicilios de Villa Bosch, Monte Grande, González Catán y Gregorio de Laferrere.
El operativo concluyó con la detención de seis hombres y dos mujeres, una de ellas vecina de la víctima. Además, se secuestraron los vehículos utilizados, armas de fuego, municiones, uniformes policiales, dinero en efectivo y celulares. También se identificó el lugar de cautiverio: una casilla de madera en Monte Grande.
El Ministerio Público Fiscal solicitó el procesamiento con prisión preventiva de los imputados, acusándolos de secuestro extorsivo agravado, robo con armas de fuego y tenencia ilegal de armamento de guerra.
Esta investigación permitió desbaratar una peligrosa red criminal y brindar justicia a la víctima y su familia. Las autoridades continúan trabajando para desarticular organizaciones que operan con métodos similares en la región.
