cuando el cuerpo humano se convierte en joya

cuando el cuerpo humano se convierte en joya


Así, como si se tratara de un “gabinete de curiosidades”, los cuartos o muebles frecuentes que se usaban entre los siglos XVI y XVIII para guardar cosas extrañas e inusuales, por caso fósiles, insectos y piezas arqueológicas, entre otras. En esa impronta, aunque repensado como un showroom y un taller a la vez, está el nuevo espacio de la marca de joyería Cabinet Óseo, fundada por la escultora Celina Saubidet y la diseñadora industrial Marina Molinelli Wells.

Situado en el edificio La Colorada en el barrio de Palermo, el sitio ataviado íntegramente en azul contiene diseños inspirados en la anatomía del cuerpo humano y también en la exploración microscópica de la naturaleza: su hit es el corazón con arterias incluidas, realizado en variedad de colores, materiales y tamaños. También los anillos en forma de muela, cabeza de ratón o apariencia de nuez. Lo mismo, los aros que imitan un espermatozoide o un colgante que emula un maní, y las esculturas de un bicho bolita o células madre.

Reconocen sus fundadoras que desde la primera joya que hicieron, a mediados de los 2000, el recorrido incluyó momentos claves para la consolidación de la firma, como las piezas que arribaron a New York Fashion Week y les dieron notoriedad, portadas por una influencer argentina, igual que la presentación performática con la que coparon el Malba ya hace más de una década y la muestra Reinos, antes de la pandemia, en el Museo Nacional de Arte Decorativo.

En conversación con Viva, hablan de sus últimas aventuras como la incursión en la cubertería, además de atreverse al textil para desarrollar alfombras en una cápsula con El Espartano.

-¿Cómo toman las decisiones estéticas?

Celina: Somos muy distintas, pero tenemos un diálogo de mucho respeto.

Marina: Nos bancamos los caprichos. Si no, no hubiésemos llegado acá. Tenemos características negativas en común, es lo que más nos une.

Escultura infinito, uno de los diseños de Cabinet Óseo. Foto:Maxi Failla

-¿Tienen defectos parecidos?

Marina: Sí y eso hace que nos banquemos. Somos colgadas, desmemoriadas, dispersas. Miles de cosas que si una de las dos no lo fuera, no se bancaría la pelusa ajena.

-El corazón que hacen como joya es el hallazgo de la marca, ¿cuáles son los otros?

Marina: El corazón sigue siendo la puerta de entrada para la gente a Cabinet Óseo.

Celina: El corazón como dije y como escultura chica.

El corazón, con arterias, es el diseño más icónico de la marca. Simboliza una visión apasionada y radical del amor.
Foto: Cabinet ÓseoEl corazón, con arterias, es el diseño más icónico de la marca. Simboliza una visión apasionada y radical del amor.
Foto: Cabinet Óseo

-Con ese diseño cambiaron la idea del corazón del amor romántico, minimalista, como el que hacen los niños.

Celina: Este es más apasionado.

Marina: Es una pieza emblemática de Cabinet Óseo. Es la imagen que nos representa.

Celina: Los huesos también. Cada amigo que conozco si va al campo me trae ofrendas de huesos.

¿Cuándo se dieron cuenta que se había convertido en un hit?

Marina: Era una escultura de Celina que la hicimos más chica.

Celina: Estuvo en distintas circunstancias cuando se iba a votar el proyecto de la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE). Para apoyar la causa, saqué una foto de la escultura que había hecho y con el photoshop la transformé en verde. Empezaron a decirnos que querían uno. Entonces, para no hacer un negocio de eso, buscamos una fundación para donarle parte de la ganancia. Y como ese año no se aprobó, lo seguimos haciendo y se lo regalamos a personas influyentes. Después los de Amnistía Internacional Argentina eligieron el corazón de resina para regalarlo.

Marina: Nos trajo gente nueva. Fue sutil y muy poderoso. Muchas clientas llegaron a la marca a partir de eso. Conocimos un público, si se quiere más intelectual, que no nos conocía por moda. Eso nos generó una apertura. Empezó a venir gente de otro palo. No fue adrede, no somos de proyectar.

-¿Se manejan más por el deseo?

Celina: Somos hacedoras. No estamos ni con el marketing ni con los números. Somos nuestras propias financiadoras de proyectos.

Marina: Nos autofinanciamos. Nunca proyectamos con tiempo suficiente para buscar el sponsor.

-La muestra en el Museo Nacional de Arte Decorativo, ¿fue un hito en su trayectoria?

Marina: Sí, lo del Malba y el Decorativo.

La marca se define por su diseño unisex y atemporal, enfocándose en la naturaleza y el arte. Foto:Maxi Failla La marca se define por su diseño unisex y atemporal, enfocándose en la naturaleza y el arte. Foto:Maxi Failla

-¿Será porque las acerca a un público más masivo?

Marina: La gente se anima a venir. Ya no va más lo de la cita. A nosotras no nos interesa estar con un local a la calle. Nunca lo barajamos. Tener todo acá es más cómodo.

Celina: Además les encanta venir. La vez pasada una señora vino por un anillo, de repente vio una escultura, preguntó si estaba en venta, y se la llevó directamente.

Marina: Acá pasan cosas que en el espacio anterior no pasaban.

-Dan la definición de la joya como una coraza, ¿con qué más se fueron encontrando?

Mariana: Seguimos con lo mismo.

Celina: Principalmente, empezamos con la anatomía humana. Tenía que ver con la escultura que hacía y las trasladamos a otra escala. Después, seguimos con los reinos vivos de la naturaleza. Nos interesa poner el ojo ahí, desde un lugar de: “Atención a esto que hay que preservar”.

-¿Como si fuera un manifiesto?

Celina: Sí, volver visible algo que, por ser pequeño o porque no le prestás atención, es invisible a tus ojos. En la muestra en la casa de Victoria Ocampo, también nos interesó trabajar con materiales reciclados para utilizarlos en las esculturas. Hacerlo en comunidad con una fundación y sacarlas de su mundo al abrirles otras posibilidades. Ahora, lo seguimos haciendo con personas que están muy fuera del sistema.

Pinchos aviar, una de las últimas creaciones para la casa. Foto: Maxi Failla Pinchos aviar, una de las últimas creaciones para la casa. Foto: Maxi Failla

-Ese es el reverso interesante, porque desde el sentido común las joyas tienen que ver con la ostentación, ustedes están contando otra cosa.

Marina: Sí, incluso nuestras joyas son totalmente atemporales. Siguen existiendo las mismas colecciones y las vamos retroalimentado. Si dejamos de hacer algo, es porque tal vez fue un capricho y no tuvo mucha repercusión.

Celina: Y a veces vuelve. Nos pasó con un diseño que guardamos en un cajón. De repente, un día vino una clienta que empezó a revolver y le pareció espectacular. Lo volvimos a hacer y fue un éxito.

-No descartan nada, pero joyas en forma de muela al principio deben haber causado rechazo.

Marina: También hay gente a la que le pasa con el corazón, les parece demasiado real y no se lo bancan. Te lo dicen.

-¿Qué fue lo más insólito que les pasó?

Celina: Un día nos trajeron una caja con un esqueleto entero y también láminas de medicina china. Sería de alguien que se dedicaba a eso. Lo recibimos como si nos hubieran traído oro en polvo. En el momento lo desarmamos y lo volvimos a armar en el piso. Lo usamos un montón. Y tenemos un mueble que tiene todas las manijas bañadas en oro, hechas a partir de ese esqueleto.

Marina: Algo nuevo es que estamos haciendo cosas para la casa. Se hacen a pedido. Vendimos sets de cubiertos para un príncipe que nos compró para tres casas. Llegó por una muestra que hicimos en Cruz del Sur en José Ignacio.

-Claro, son extravagancias.

Marina: Sí, es como una mesa de Los locos Addams.

Celina: Entre The Crown y Los locos Addams. Son cubiertos de Plata Lappas, los cortamos y nosotras les pasamos los mangos.

-Dos temas de esta era son el de la diversidad y la tecnología.

Celina: Con respecto al género, lo que nosotros hacemos es unisex.

Marina: Siempre lo fuimos. Sólo variamos el largo de la cadena.

Cucharita y otras piezas de la línea Home de Cabinet Óseo. Foto: Maxi FaillaCucharita y otras piezas de la línea Home de Cabinet Óseo. Foto: Maxi Failla

-Y eso que los hombres se adornan desde la antigüedad.

Celina: La humanidad se está volviendo más unisex, entonces ya la división entre varones y mujeres, y de lo que se usa y lo que no se usa, es antigua. Cada vez más los hombres van a volver usar joyas como lo hacían antes.