La Fundación Thyssen-Bornemisza trabaja para garantizar que el cuadro “Rue Saint-Honoré por la tarde. Efecto lluvia”, de Camille Pissarro, una obra expoliada por los nazis y objeto de una controversia legal, siga expuesto al público en el museo Nacional Thyssen-Bornemisza de Madrid.
Así lo han asegurado fuentes del museo después de que el Tribunal Supremo de Estados Unidos reavisase esta semana la batalla legal por el cuadro de la Colección Thyssen-Bornemisza.
“Rue Saint-Honoré por la tarde. Efecto lluvia” se expone en el museo madrileño pero la familia Pissarro lo reclama desde hace décadas porque fue expoliado por los nazis.
La nueva orden dictada el lunes pasado da a los tribunales estadounidenses la oportunidad de examinar qué impacto, si lo hay, tendrá el nuevo proyecto de ley de la Asamblea de California respecto de la legítima propiedad del cuadro de Camille Pissarro, confirmada en favor del Thyssen en repetidas ocasiones.
Expuesto al público
La Fundación Thyssen-Bornemisza ha valorado la nueva decisión con unas escuetas líneas en las que asegura que como ha venido haciendo durante los últimos 20 años, espera trabajar con todos los interesados para garantizar que el cuadro del pintor franco-danés siga expuesto al público en el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza.
De hecho, el cuadro ocupa estos días un lugar de honor en el museo por ser la obra que abre la gran exposición Proust y las artes sobre el Marcel Proust y su universo intelectual, social y literario integrada por decenas de obras y que podrá visitarse hasta principios de junio.

“Rue Saint-Honoré por la tarde. Efecto lluvia” pertenece a una serie de quince obras que Pissarro pintó en París desde la ventana de su hotel situado en la place du Théâtre Français, durante el invierno de 1897 y 1898.
El cuadro perteneció a la familia judía Cassirer hasta 1939, cuando Lily Cassirer (la abuela del actual demandante) se vio obligada a entregarla a los nazis a cambio de poder huir de Alemania e instalarse en EE.UU.
El barón Heinrich Thyssen-Bornemisza compró el cuadro a una galería de Nueva York en 1976. Según las leyes españolas, al desconocer que la pintura había sido robada, tres años después de la adquisición se convirtió en el propietario legal del Pissarro.
En 1993, el Estado español adquirió por 288 millones de dólares las 775 obras de la Colección Thyssen-Bornemisza, incluido ese cuadro.
Cambio de reglas
El lunes, el Tribunal Supremo indicó que el caso debería ser reconsiderado bajo una ley de California aprobada el año pasado que busca fortalecer las reclamaciones de los sobrevivientes del Holocausto y sus familias que buscan recuperar obras de arte robadas.
Al hacerlo, los magistrados anularon decisiones anteriores de tribunales menores que se habían alineado con el museo Thyssen-Bornemisza en Madrid.
La pintura al óleo de 1897 representa una calle de París bajo la lluvia y se estima que vale decenas de millones de dólares.
Alguna vez fue propiedad de Lilly Cassirer Neubauer, una judía alemana que entregó la pintura a los nazis para obtener visados para ella y su esposo y poder salir de Alemania.
La pintura cambió de manos varias veces a lo largo de los años, viajando a Estados Unidos, donde pasó 25 años con diferentes coleccionistas antes de ser comprada en 1976 por el barón Hans Heinrich Thyssen-Bornemisza de Lugano, Suiza. Él la poseyó hasta la década de 1990, cuando vendió gran parte de su colección de arte a España.
El lunes, David Cassirer, bisnieto de Neubauer y residente en California, declaró en un comunicado que estaba agradecido con la Corte Suprema de Estados Unidos “por insistir en aplicar principios de lo correcto y lo incorrecto”.

Él asumió la lucha familiar por la pintura después de que su padre, Claude Cassirer –quien había descubierto primero que la pintura no estaba perdida, sino que era exhibida en el museo de arte de Madrid– falleciera en 2010.
Con información de EFE y AP.