Sánchez defiende ante Xi el acercamiento a Pekín en plena crisis con EE UU: “España ve a China como socio de la UE” | España

Sánchez defiende ante Xi el acercamiento a Pekín en plena crisis con EE UU: “España ve a China como socio de la UE” | España

El acercamiento entre España y China es un hecho. Pedro Sánchez y Xi Jinping, los líderes de ambos países, han sancionado con una reunión en Pekín y palabras amables de claro contenido político su nueva relación, en la que el español ha profundizado en la idea de que “España ve a China como un socio de la UE”, una terminología de clara cercanía política. La UE, oficialmente, define a este país como “socio, competidor y rival sistémico”, pero varios líderes europeos, entre ellos Sánchez, defienden una nueva visión sobre Pekín en el contexto del nuevo aislamiento de EEUU. Y el líder del gigante asiático también ha traslado palabras simbólicas de acercamiento en un momento de choque total con Washington por la guerra comercial desatada por Donald Trump. “Cuanto más turbulenta y cambiante sea la situación internacional, más importante será mantener un buen desarrollo de las relaciones chino-españolas”, ha resumido Xi, que hasta ahora no había hecho ninguna mención a la crisis de los aranceles con Estados Unidos y ha entrado de forma colateral por primera vez frente a Sánchez, aunque sin hablar expresamente de la decisión de Washington.

La tradición china es que los primeros saludos de las reuniones se hacen de forma pública, con las cámaras delante. Y ahí se ha visto no solo la cercanía en las palabras, sino también en los gestos, con la llegada de los dos líderes juntos a la reunión. Sánchez contesta así, con los hechos, a las amenazas que le había lanzado la administración Trump frente a este viaje y el acercamiento a Pekín, que el presidente español refrenda con esta reunión clave. El español responde así también a las críticas internas en España, sobre todo del PP. Sánchez es el primer líder internacional que visita al presidente Xi desde que estalló la guerra comercial con EE UU, ahora recrudecida por la decisión de Trump de suspender todos los aranceles menos los que ha establecido con China, que llegan al 145%.

La cercanía entre los dos líderes ha sido muy evidente. “Esta es la tercera visita suya a China en tres años”, ha recordado el propio Xi. “Es una muestra de la alta importancia que atribuye usted y también de su firme voluntad de profundizar las relaciones bilaterales, por lo cual expreso mi aprecio. En los últimos encuentros, tanto usted como yo coincidimos en crear unas relaciones chino españolas de determinación estratégica y cooperación de ganancias compartidas”, ha insistido. “Actualmente, la acelerada evolución de los cambios mundiales nunca ha visto si una centuria se entrelaza con los múltiples riesgos y desafíos. Y en este contexto, solo con solidaridad y colaboración entre los países podremos defender la paz y la estabilidad del mundo y promover el desarrollo y la prosperidad globales”.

Xi ha recordado además que Sánchez publicó recientemente un artículo con el presidente de Brasil, Lula de Silva, y de el Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, “haciendo un llamamiento para dar un nuevo impulso al multilateralismo, defender los intereses comunes de toda la humanidad y rechazando el repliegue hacia el aislamiento, acciones unilaterales o disrupciones, poniendo de manifiesto sus visiones estratégicas y reflexiones racionales”. Xi le estaba así diciendo al español que ambos coinciden en rechazar abiertamente el giro de Trump. Desde el punto de vista estratégico, Xi también defendió, como Sánchez, que es necesario “impulsar las relaciones chino europeas y hacer una mayor contribución a la promoción de la paz, la estabilidad y el desarrollo del mundo”. Aún así, el español ha puesto un matiz que siempre coloca en sus visitas a China, y que hace referencia al enorme déficit comercial que tiene España y la UE con el gigante asiático, y que se debe también, según las quejas de los europeos, a las dificultades que los chinos ponen a los productos y a las empresas extranjeras. Por eso Sánchez ha hablado de unas “relaciones equilibradas”.

Sánchez también ha mostrado un claro acercamiento político. “Valoro como un gesto de respeto y de amistad hacia España este encuentro bilateral que prueba nuestro mutuo interés por mantener una interlocución fluida y al más alto nivel, a la que hoy damos un nuevo impulso. Queremos trabajar en temas de interés común, fomentando el comercio y las inversiones de una forma equilibrada para que redunden en el desarrollo de nuestros países desde nuestras visiones respectivas y queremos fomentar el acercamiento entre nuestras sociedades. China y España son dos países con una larga historia, con una rica cultura de alcance universal. Queremos impulsar el aprendizaje de nuestros idiomas, el intercambio académico y científico y el conocimiento de nuestro inmenso patrimonio cultural a través del turismo. Presidente, España, como sabe, es un país profundamente europeísta que ve a China como socio de la Unión Europea. Europa es un proyecto de paz y de democracia, de progreso y de apertura económica, de compromiso con el orden multilateral y la solidaridad internacional”, ha rematado el español. Sánchez además ha destacado otras cuestiones en la que España se acerca a China y se aleja de las nuevas posiciones de Washington, que se ha salido del acuerdo de París. “Hacer frente a los desafíos de la humanidad resulta urgente. No podemos postergarlo. La emergencia climática, las guerras que no cesan, la lucha contra la pobreza y el acceso a la financiación de los países más vulnerables exigen de una acción conjunta y decidida por parte de la comunidad internacional”, ha insistido el español.