El príncipe William fue protagonista de una de esas divertidas historias laterales que se desprenden de los partidos de fútbol, en este caso del duelo de cuartos de final de la UEFA Champions League que enfrentó a Paris Saint-Germain y Aston Villa. Estuvo presente en el estadio para seguir al equipo inglés, del que es hincha fanático, le pidió una foto al arquero argentino Emiliano Dibu Martínez y ya en la tribuna se abrazó con su hijo para festejar el gol de Morgan Rogers que abrió el marcador.
Hasta ahí, todo normal. Fue la reacción de un aficionado promedio, como cualquier otro, que aprovechó el momento para acercarse a una de las figuras del equipo y que celebró efusivamente un gol bien especial ante un poderoso del fútbol europeo. Sin embargo, lo que llamó la atención fue lo que sucedió en la previa del encuentro: salió al aire para TNT Sports y conversó como pares con los exfutbolistas Rio Ferdinand y Ally McCoist, comentaristas de la señal en el Reino Unido. Mostró soltura y un inesperado dominio del lenguaje futbolístico.
La charla tuvo lugar en el Parque de los Príncipes y dejó claro que su presencia no fue simplemente un gesto protocolar, sino que sigue de cerca la actualidad de los dirigidos por Unai Emery y que está familiarizado con aspectos tácticos, jugadores y estilos de juego. Refirió con seguridad a la presión alta del PSG, que sería una de las clave en el 3-1 final, y utilizó un lenguaje muy propio del mundo del fútbol, con tecnicismos y recursos retóricos que suelen emplear los comentaristas profesionales.
Uno de los momentos más destacados fue cuando discutió sobre las posibilidades del Villa frente a un rival peligroso como el conjunto parisino, uno de los candidatos a quedarse con el título. Por ejemplo, se animó a analizar si el equipo inglés debería jugar en largo para saltar la presión de su adversario. Su comentario fue tan natural y acertado que Ferdinand, una gloria del Manchester United, bromeó diciendo que si decidiera dedicarse al análisis futbolístico en medios, ellos se quedarían sin trabajo.
Welcome to Parc des Princes, Prince William! What a guy 🙌🏽 🇫🇷 @KensingtonRoyal
— Rio Ferdinand (@rioferdy5) April 9, 2025
Entre otras intervenciones, mencionó a Vitinha, mediocampista portugués del elenco francés, y recordó que tuvo un paso poco destacado por el Wolverhampton de la Premier League antes de convertirse en una pieza clave para Luis Enrique. Este tipo de observaciones, lejos de parecer ensayadas, dejaron entrever un conocimiento real y no una conversación guionada para dejarlo bien parado.
Además, William no perdió la oportunidad de incluir a su familia en la conversación, comentando con orgullo que su hijo mayor lo había acompañado al partido. Este detalle humanizó aún más su presencia, recordando a muchos padres que comparten su amor por el deporte con sus hijos. Fue un momento entrañable que también sirvió para reforzar el poder que tiene el fútbol para unir generaciones, incluso dentro de la familia real.
También se dio el momento para hablar de la sorpresiva victoria 3-0 de Arsenal ante Real Madrid del día anterior, la que utilizó para mencionar, un poco en broma y un poco en serio, que Declan Rice debería ser el encargado de los tiros libres en la selección inglesa luego de convertirle dos goles al Merengue por esa vía.
A su vez, mostró respeto por sus interlocutores, reconociendo que Ferdinand y McCoist tienen una experiencia mucho más profunda como exjugadores. Sin embargo, esto no le impidió compartir opiniones bien fundamentadas e incluso gesticular con entusiasmo al hablar sobre los entrenamientos del Aston Villa y la obsesión de Emery con los pequeños detalles, imitando algunos de sus gestos.
Finalmente, como ocurre en muchas notas pre-partido, le pidieron un pronóstico. Optimista, el heredero al trono apostó por una victoria 2-1 para el Aston Villa. En eso sí que falló.