La vida viene a plantearnos desafíos constantemente; algunos, incluso, crueles; pero todos, transformadores. La gracia de estar vivo es que uno les hace frente; bien, regular o mal, da igual. Nicolás Varrone enfrentó varios, personales y profesionales. Primero, perdió un amigo de su misma edad haciendo lo mismo que él: tenían 11 años cuando Ramiro Tot murió tras chocar en una carrera de karting en Baradero. Unos años después, dejó ir su ilusión de llegar a la Fórmula 1, cuando en 2020 la pandemia lo agarró solo en Gran Bretaña sin presupuesto para seguir en el GB3 Championship. Ahora, con 25 años y una carrera exitosa en las categorías de endurance (con 24 Horas Le Mans y campeonato del mundo ganados), volverá a esa escalera que conduce al Gran Circo como piloto de Fórmula 2 en la próxima temporada, con la que del 10 al 12 de diciembre disputó los tests de postemporada en Abu Dhabi.
«Creo que demuestra un poco lo que es la vida en general. Cuando salí campeón de Le Mans en 2023, no pensaba ni cerca en poder volver a tener una chance en el camino de la fórmula, por todo lo que significa, ¿no? El tema del presupuesto y de los sponsors, que siempre en mi carrera fue muy difícil. Y por todo el camino que hice en endurance, estaba muy bien en donde estaba», cuenta quien sumó 286 vueltas en sus tres días de ensayos (77, 108 y 101, respectivamente) con el equipo neerlandés Van Amersfoort Racing (VAR) en el Circuito de Yas Marina.
Y sigue: «Pero, por esas cosas de la vida, se presentó la oportunidad de gente que confió en mí y me preguntó si estaba para para tratar de hacer la prueba el año pasado en Abu Dhabi y sin preparación, nada, fui diciendo: ‘Bueno, no puedo decir que no’. Y caí con mucho nerviosismo porque sabía que era un día clave para mi carrera, porque si andaba bien podía abrirse todo lo que estamos viviendo hoy. Entonces, tenía mucha presión. Pero por suerte me fue muy bien ese día con el equipo AIX y hoy estar confirmado para la temporada que viene es, sin duda, fruto de mucho esfuerzo de muchos años, impensado también, porque no no me lo hubiera imaginado nunca».
Para Varrone, el factor Colapinto es clave: «Creo que se generó una especie de fanatismo en la Argentina por el automovilismo ahora que Franco subió a Fórmula 1, lo que generó mucho interés y hoy toda la gente mira Fórmula 1, toda la gente sigue las carreras. Y, a su vez, eso generó el interés de las empresas para que obviamente haya mucho más apoyo para al menos jóvenes pilotos como yo para incursionar en el mundo de la F1″.
Aunque la historia comenzó a gestarse hace un año, se concretó en mayo de 2025, después de una prueba que el piloto de Ingeniero Maschwitz hizo con Van Amersfoort, un equipo que no tenía en el radar. «Estábamos en charlas con otros equipos e hicimos una prueba con ellos para tratar de abrir otra puerta y decir: ‘Por ahí andamos bien y también nos tienen en radar’. Y fue lo que pasó, hicimos la prueba, se quedaron muy conformes y nos tuvieron desde el primer momento en cuenta los ingenieros. Estoy muy contento por la posibilidad, muy contento por cómo se dio y para mí es un desafío personal poder correr tanto en endurance como en Fórmula 2 el año que viene. Me estoy preparando de la mejor manera para poder estar a la altura de la situación», agrega quien seguirá como piloto oficial de General Motors.
Si bien había otros pilotos con un presupuesto mayor al del argentino, fue el ingeniero del equipo neerlandés quien lo prefirió por sus condiciones. «Estuvimos solo esos dos días, yo no sabía que él me tenía tan arriba. Cuando terminé la prueba, le agradecí porque la verdad que de primera me entendí muy bien. Y después fue él quien mandó los reportes y dijo: ‘Este es el que tienen que elegir’. Quizás no teníamos el presupuesto de otros chicos pero, como digo, mi carrera hasta el día de hoy no fue muy normal, con muchas historias y muchas anécdotas para contar, y esta es otra. Es lo que hace, por ahí, mi vida tan especial y tan divertida, así que es otra anécdota más que que vamos a tener para contar el día de mañana», afirma.
-De hecho, hace cinco años…
-Hace cinco años estábamos en la lona. Sí, hace cinco años dije: «Voy a dejar todo». Uno mira para atrás y son cinco años, no es nada. Mirá todo lo que pasó en el medio. Entonces, la vida es una caja de sorpresas y no sabés lo que va a pasar el día de mañana. Estoy agradecido por estos cinco años que viví. Muchos de los momentos difíciles me hicieron más fuerte para hoy. Y obviamente creo que las cosas pasan por algo y llegan por algo, así que a intentar disfrutarlo y dar lo mejor.
-Hace tres años, después del Mundial, muchos chicos dejaron de querer ser delanteros para probarse como arqueros por el Dibu Martínez. Ahora, con el efecto de Colapinto, muchos otros quieren ser pilotos. Pero este es un deporte muy cruel. ¿Qué tenés para decirles?
-Es un deporte muy cruel desde chico. Es muy caro, muy difícil, dependés de otras cosas, no sos solo vos. Entonces hay que estar preparado. Tenés que estar psicológicamente preparado, la familia tiene que estar fuerte también para acompañar, porque en mi caso yo también quería dejar y mi familia fue la que también me mantuvo ahí para que siga. Entonces es un deporte muy difícil. Pero, bueno, tiene esa cosa, ¿no? Es algo que hablábamos con mis amigos, que al ser tan difícil, tan cruel, cuando lográs algo, la más mínima cosa, te da una una alegría que no te dan otros deportes. Es como una relación medio tóxica que tenemos con el deporte, ja ja. Pero es lo que nos apasiona hacer, manejar autos de carrera. A los que tengan pasión lo que le aconsejo es que lo hagan todo con pasión y dedicación, no importa lo que dejes de lado, por más que llegues o no llegues. Si no llegaste, vas a quedarte tranquilo que lo hiciste todo y vas a estar realmente tranquilo el resto de tu vida. Y si llegás o llegás más tarde como pasa en mi caso, porque por ejemplo yo me daba por vencido en la fórmula, la vida tarde o temprano pone las cosas en el lugar donde te merecés, así que que tengan eso en cuenta.
El casco de Nicolás Varrone, con la firma de su amigo Ramiro. Foto: Rafael Mario Quinteros-Más allá de la alegría de tu novia, de tu familia, de la gente que te acompaña. Imagino que habrá habido un pensamiento especial para Ramiro en estos días…
-Sí, obviamente, se me pone la piel de gallina… Yo siempre digo que tengo un ángel en el cielo y es él y todas las cosas por ahí que me pasaron este tiempo, las cosas malas y las cosas buenas, él siempre estuvo estuvo ahí presente. Yo sé que, pase lo que pase, el año que viene él va a estar conmigo acelerando. Como siempre lo llevo en el casco con la firma y va a seguir ahí. Yo sé que en todo esto él tiene mucho que ver y su familia. Con ellos nos seguimos viendo siempre y soy un agradecido a ellos y a él, que sé que acelera conmigo y siempre me cuida.
Los tiempos de las tres sesiones de ensayos en Abu Dhabi
En el primer día, el 10 de diciembre, en el mejor de sus 77 giros, Varrone quedó 14°, a dos décimas de su compañero de equipo, el mexicano Rafael Villagómez, y a 1s7 de la punta, con un registro de 1m38s981.
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El jueves 11, en tanto, aumentó esa cantidad de vueltas a 108, con un trabajo enfocado también en el ritmo de carrera, por lo cual su registró (que mejoró a 1m38s365) quedó en el puesto 19°, aunque lo interesante fue que Villagómez posicionó a un equipo que no es de los que cuenta con mayor presupuesto en el top 10.
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El viernes 12, por último, Varrone repitió ubicación (19°) pero mejoró su primer registro en casi un segundo: 1m38s069, a nueve décimas de la punta. Por su parte, Villagómez se ubicó tercero, a una décima y media de Alex Dunne, el joven piloto de la Academia McLaren que no pudo quedarse con el mejor tiempo de los tres días de pruebas, ya que fue a las manos de Oliver Goethe, del equipo junior de Red Bull, logrado en la segunda jornada: 1m37s049
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