El armado de las listas, bajo la mira de la Comisión Nacional Electoral | Los partidos políticos deben adecuar las cartas orgánicas

El armado de las listas, bajo la mira de la Comisión Nacional Electoral | Los partidos políticos deben adecuar las cartas orgánicas

La Cámara Nacional Electoral (CNE) le advirtió a los partidos políticos que tienen que adecuar su carta orgánica para que la elección de los candidatos que van a poner en las respectivas listas nacionales de octubre  (diputados y senadores) sea democrática. Hasta ahora, la mayoría de las fuerzas elegía a los que conformaban cada lista a través de las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO), pero ese proceso quedó suspendido por 2025 a través de una ley del Congreso. De manera, que la CNE le dice, de hecho, a los partidos, que “no pueden juntarse tres dirigentes a digitar las nóminas”, sino que tiene que respetarse un estatuto democrático y una resolución, por esa vía, de los conflictos con las minorías. Los magistrados de la Cámara afirman que lo mejor sería que los partidos elijan las listas por voto directo, pero los tiempos no dan. De esa manera hay una crítica tácita a que en un año electoral se cambien las reglas, en este caso la suspensión de las PASO. Pero abren la posibilidad de que la lista la arme un organismo del partido, representativo, y validado por una reforma del estatuto de cada fuerza.

Los tres integrantes de la CNE –Daniel Bejas, Alberto Dalla Via y Santiago Corcuera– firmaron de forma unánime una acordada sobre la elección de los candidatos que disputarán los comicios de diputados nacionales en todos los distritos y de senadores nacionales en ocho provincias. Esas elecciones se harán el domingo 26 de octubre.

Los jueces sostienen que los partidos son fuerzas de la Constitución y está establecido que deben tener un régimen interno democrático, porque justamente esa es la esencia del sistema. En las ocho páginas de la acordada de este martes, la CNE afirma que “se garantiza la representación de las minorías y la competencia para la postulación de candidatos a cargos públicos electivos”. Esa competencia por estar en cada lista “está reglada por la carta orgánica de conformidad con el método democrático interno”. El problema es que debe tenerse en cuenta que en las elecciones legislativas de este año se suspendió la aplicación del sistema de PASO y las respectivas cartas orgánicas descansaban en ese sistema para armar cada lista. “Razones de seguridad jurídica imponen que las agrupaciones, mediante el órgano competente, den a conocer, con tiempo suficiente, cuál será el sistema electoral que regulará la contienda interna”.

Los jueces entienden que tal vez no haya tiempo para hacer una elección directa en la que participen los afiliados, pero en ese caso la selección de candidatos la podrá hacer “algún órgano interno, siempre que éste resulte suficientemente representativo del cuerpo electoral de la entidad, de modo de resguardar los derechos de las minorías”. En otras palabras, los jueces sostienen que cada partido tiene que adecuar la carta orgánica, decir cómo se elegirán los candidatos ante la suspensión de las PASO, y cómo se respetarán las corrientes minoritarias de cada fuerza. En cierto sentido, los magistrados adelantan los planteos judiciales que podrán hacer distintos candidatos o corrientes que fueron marginados en la elaboración de las listas.

Bejas, Dalla Via y Corcuera no hacen una crítica explícita, pero sí tácita, a que se haya modificado el sistema de las PASO. No parece ser una crítica sobre el fondo de la medida sino porque se tomó en un año electoral y deja poco tiempo para que se organicen las internas de los partidos, con votos de los afiliados, a la vieja usanza. Pero hecha la modificación por el Congreso Nacional, los jueces le dicen a los partidos que el proceso debe ser prolijo, con reforma de la carta orgánica, estableciendo claramente cómo se arman las listas y con un respeto de las minorías.

Más allá de esta cuestión puntual -pero esencial- relacionada con la elección de candidatos, los comicios de este año tendrán otra novedad: la boleta única de papel. Es decir que ya no estarán las boletas de los partidos, sino una única boleta en la que habrá que marcar a los candidatos que el votante elija. En general, tampoco la justicia recibió con demasiada euforia esa modificación. Sucede que el sistema argentino demostró ser más que confiable, prácticamente sin denuncias de fraude y con numerosos comicios en los que ganaron cada una de las oposiciones, en algunos casos hasta por diferencias mínimas. Es un cuadro muy distinto al de la mayoría de los países de la región, donde lo más habitual son justamente las denuncias de fraude.