Un homenaje interreligioso para el Papa Francisco | Fue una misa encabezada por el arzobispo de Buenos Aires Jorge García Cuerva en la Catedral

Un homenaje interreligioso para el Papa Francisco | Fue una misa encabezada por el arzobispo de Buenos Aires Jorge García Cuerva en la Catedral

Las y los referentes de las distintas religiones del país participaron ayer por la tarde de una ceremonia en la Catedral Metropolitana de Buenos Aires en homenaje al papa Francisco, que fue un fuerte impulsor del diálogo interreligioso como arzobispo y lo continuó cuando estuvo al frente del Vaticano. “Lo llevó a otro nivel, algo sin precedentes”, le dijeron a Página/12 los religiosos consultados. Al igual que lo que sucedió en la ceremonia del lunes, el presidente Javier Milei estuvo ausente –quizás disuadido por los abucheos a Victoria Villarruel el lunes a la salida de una misa–, aunque esta vez mandó como representantes al jefe de Gabinete, Guillermo Francos; el canciller, Gerardo Whertein, y el secretario de Culto, Nahuel Sotelo.

“El mejor homenaje que podemos hacerle a nuestro querido Francisco es seguir trabajando por los más pobres”, dijo el arzobispo de Buenos Aires, Jorge García Cuerva, frente a creyentes que colmaron la catedral y un reducido número de integrantes del gabinete nacional y algunos de los gobiernos porteño y bonaerense. La ceremonia fue una oración por el descanso del sumo pontíficice y también una forma de enaltecer su legado en cuanto al diálogo entre las diversas religiones, algo que propició desde su rol en la Capital Federal. “En 90 años de historia, la primera vez que un arzobispo fue al Centro Islámico fue con Jorge Bergoglio”, le dijo a Página/12 el padre Guillermo Marcó, co-presidente del Instituto de Diálogo Interreligioso, que fundó con Bergoglio, el rabino Dani Goldman y el líder islámico Omar Ahmed Abboud, que también estuvieron presentes ayer en la catedral.

“El Papa Llevó esta modalidad al mundo entero porque el diálogo no está basado en ver quién tiene razón sino en la búsqueda de la paz, de los valores”, agregó Marcó, que durante nueva años fue vocero de Bergoglio. Esa forma de hacer con otros que se dió en Argentina y que Francisco replicó como autoridad máxima de la Iglesia Católica es lo que resaltaron los invitados. El imam (líder) del Centro Islámico de la República Argentina y profesor de Teología, Salim Delgado Dassoum, dijo que “Francisco llevó a otro nivel al diálogo interreligioso”. “Me atrevo a decir que es algo sin precedentes en la historia de la Iglesia Católica”, dijo en diálogo con este diario.

En el año 2019, el Papa hizo la Declaración de Abu Dabi, conocida como el Documento sobre la Fraternidad Humana para la Paz Mundial y la Convivencia Común, y la firmó junto al Gran Imán de Al-Azhar y que fue un hito en las relaciones entre el cristianismo y el islam. “Fue algo muy especial, algo único en la historia de la iglesia católica. A raíz de eso se fomentó mucho más el diálogo, fue positivo”, agregó Delgado Dassoum, que también recordó el pedido del Papa por la paz en Palestina: “Llamaba prácticamente a diario a la parroquia que estaba en Gaza y eso demuestra algo muy noble de su carácter y un legado a emular”.

Por su parte, el arzobispo de Buenos Aires y Sudamérica de la Iglesia Ortodoxa Griega, Iosif Bosch, resaltó la capacidad de diálogo que tienen las religiones en Argentina –una práctica que no es común en todos los países– y que el Papa acompañó. “Acá tenemos un carisma, una virtud del diálogo ecuménico que se hace de una forma muy fácil, muy natural. El Papa lo supo interpretar bien, siempre acompañó. No le fue indiferente, siempre apoyó y estuvo a la vanguardia de esto. Algo que no todos lo hacen”, le dijo a Página/12.

En ese sentido también se expresó Santiago El Khoury, arzobispo de la Iglesia Ortodoxa del Patriarcado de Antioquia, que dijo que el legado de Francisco “es muy importante”. “La religión no es para dividir, es para unir. Muchas veces puede haber conflicto porque no hay diálogo para conocerse uno al otro, para charlar y aprender. La diferencia no significa siempre división, deberemos aprender a respetar cada uno al otro. Fue muy importante en eso”, le dijo a este diario.

La ceremonia comenzó pasadas las cuatro de la tarde y allí estuvieron Francos, Werthein y Sotelo, como únicos representantes del gobierno de La Libertad Avanza. Sin rastros de Milei, que anunció que viajará a Roma para asistir a las exequias del Sumo Pontífice, pero que no participó de ninguno de los homenajes oficiales que se hicieron en Argentina, quizás tratando de evitar abucheos como los que sufrió su vice cuando salió el lunes de la Basílica de San José de Flores y fue increpada por decenas de personas que le gritaron “nazi”, entre otras cosas.

Luego de la misa, Francos escribió en X: “Como argentino, su figura nos llena de orgullo. Lo despedimos con gratitud y con la certeza de que su huella permanecerá en la historia de nuestro país y del mundo”. Y agregó: “Nos dejó un mensaje de paz y diálogo”. Tanto el jefe de Gabinete como Werthein y Sotelo forman parte de la comitiva que mañana viaja hacia Roma, en la que también están la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei; el portavoz Manuel Adorni; la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello y la de Seguridad, Patricia Bullrich.

Paralelamente a lo que pase en Roma, el sábado se hará una exequia en la Catedral para acompañar el sepelio del Papa en Italia. Se espera una gran cantidad de gente y se organizó una caravana alrededor de la Plaza de Mayo.

Las y los adolescentes

Afuera, en las escalinatas de la Catedral, una hilera de velas amarillas iluminaban imágenes del Papa rodeadas de camisetas de San Lorenzo, flores, y carteles. “El papa Francisco me recordó que en la iglesia hay lugar para todos”, se leía en una cartulina celeste  escrita a mano. Sobre esas escaleras esperaba un grupo de diez adolescentes que se acercaron después de terminar su clase en el Colegio Nacional de Buenos Aires. “Soy atea, pero lo bancaba al Papa”, dijo Victoria Buada, de 16 años. Para ella, “el click” fue ver una iglesia más abierta y que Francisco no solo hablara de religión, sino también de temas culturales, políticos, sociales, y que “contara las dos caras de un problema. Hacerlo público y no solo cerrarse a lo que piensa la religión sino plantear lo que él pensaba, por más que la iglesia no lo resguardara tanto”. En ese combo entra la postura que el sumo ponífice tuvo con la población LGTBIQ: “Apoyó mucho y no tomó un papel de ponerse a juzgar a partir de la religión, sino de aceptar porque Dios acepta a la persona como viene y no la juzga por lo que es”.

Junto a ella estaba su amiga Mia Conte Munilla, de 15, que dijo que se entristeció cuando se enteró de la noticia. “Mi papá lo llegó a conocer antes de que sea Papa y me parecía una buena persona y la verdad que me puse medio triste”, contó.