Se terminó el ciclo de Fernando Gago como DT de Boca. La derrota contra River en el Superclásico del domingo 27 pegó fuerte y Juan Román Riquelme tomó la decisión: el exfutbolista surgido en el club ya despidió del plantel y en las próximas horas la información se hará oficial. Mientras tanto, ya comenzó la danza de nombres a reemplazarlo.
La lista de favoritos la encabeza el último campeón de liga del fútbol argentino, nada menos: Gustavo Quinteros. El ex Vélez, que ya sonó el año pasado, es “del gusto de Román” tal como dejan filtrar desde Boca. Decidió no renovar en el Fortín para probar suerte en el Gremio de Brasil pero lo echaron a los cuatro meses y está sin trabajo.
Con menos experiencia pero con una personalidad que puede cuajar a la perfección con el momento que atraviesa Boca está Cristian Kily González. El exmediocampista que se puso la camiseta azul y oro en los años noventa, antes de saltar a Europa, cumplió una gran campaña en Unión, dándole rodaje a juveniles y peleando varios torneos pero este año pago caro la falta de recambio y decidió dar un paso al costado. Por una cuestión generacional es cercano a Román y su estreno en un un grande sería nada menos que para pelear el torneo local y probarse en el Mundial de Clubes.
Otro de los nombres que suena pero que combina juventud y experiencia es Gabriel Milito, que en noviembre llevó a su Atlético Mineiro a la final de la Copa Libertadores luego de eliminar con goleada al River de Gallardo. El Mariscal, ídolo de Independiente y tanteado alguna vez para ser DT del Millonario, también es cercano al presidente de Boca, aunque no está tan identificado con la idiosincracia que se vive y se sufre en Brandsen 805.
Por último, otro técnico en carpeta es Gerardo Martino, aunque su nombre lleva varios asteriscos. A mediados de 2023, el Tata fue la primera elección de Riquelme cuando el por entonces vicepresidente decidió dar un volantazo en su decisión de poner gente del club al frente del equipo: habían pasado Battaglia e Ibarra, y el ex Newell’s recibió un llamado para erigirse como DT del Xeneize.
En ese momento, el rosarino dijo que no, y luego explicó que no era el momento adecuado: Boca tenía elecciones ese año y Riquelme terminó convirtiéndose en presidente. El Tata terminó llegando al Inter Miami de Lionel Messi y el año pasado se fue tras perder en la primera llave de los playoffs de la MLS.
