Omar García Harfuch: Morena desbloquea el plan maestro de Sheinbaum contra la delincuencia

Omar García Harfuch: Morena desbloquea el plan maestro de Sheinbaum contra la delincuencia

Avanza el caracol legislativo en materia de seguridad en México, que necesitará de un tiempo extra para llegar a la meta. Este miércoles, el Senado le ha dado el visto bueno definitivo a la Estrategia Nacional de Seguridad del Gobierno, que dirige Claudia Sheinbaum, el mapa de objetivos a cumplir y estrategias a implementar en su sexenio, que apenas cuenta siete meses de edad. El Congreso, que sale de vacaciones en teoría hasta septiembre, tiene previsto convocar un periodo extraordinario este verano para discutir el resto de leyes en la materia, entre otra legislación.

En la mañana del miércoles, la presencia en la Cámara Alta de Omar García Harfuch, secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, ha anunciado la buena nueva. Estas semanas, el retraso en la aprobación de la estrategia y del resto de normas secundarias, la Ley del Sistema de Seguridad Pública y la Ley del Sistema Nacional de Investigación e Inteligencia, había dado pie a cantidad de rumores sobre un posible choque entre las intenciones del Gobierno, morenista, y la mayoría en el Congreso, morenista también, pero dependiente de sus socios. De momento, parece que la situación avanza.

Otra cosa será la aprobación de las leyes secundarias, atascadas en la Cámara de Diputados, donde legisladores de la oposición tratan de impulsar cambios en artículos, o directamente retirarlos. Movimiento Ciudadano (MC y Acción Nacional (PAN) consideran, por ejemplo, que parte de las normas otorga atribuciones demasiado amplias a la secretaria de Seguridad. No se sabe a ciencia cierta, además, qué piensan los socios parlamentarios de Morena, el Partido del Trabajo y el Verde Ecologista. El verano hará que todos muestren sus cartas.

Harfuch se ha reunido en privado con los integrantes del órgano rector del Senado, la Junta de Coordinación Política, y sus compañeros de la comisión de Seguridad. En la junta, el alto funcionario ha dado datos de estos primeros seis meses de Gobierno, la disminución de algunos delitos, el fortalecimiento de la inteligencia y la seguridad, uno de los ejes rectores de la estrategia nacional, cifras de decomisos, incautaciones… Como han explicado legisladores a la salida, ha evitado mirar al gran elefante en la habitación, la diferencia entre la estrategia actual y la de sus predecesores, deudores todos del mismo movimiento político.

Luego, la estrategia ha llegado al pleno, donde incluso legisladores del PAN y MC se han mostrado a favor. No han tardado mucho en votar, apresurados como estaban por terminar el día. El presidente de la Mesa Directiva, Gerardo Fernández Noroña, les ha llamado la atención varias veces, pidiendo que dejaran la fiesta para más tarde. Las voces inconformes las han puesto los senadores del PRI y algunos del PAN y MC, como Luis Donaldo Colosio, que pedían reforzar la vía policial local, tan castigada por la violencia y la falta de presupuesto. El mismo dictamen votado señala que solo en 16 estados del país, los policías cobran el salario mínimo, poco más de 17.000 pesos al mes.

Se concreta así una necesidad para el Gobierno, después de la reforma constitucional, a finales del año pasado, que da a la secretaria de Harfuch capacidad para investigar. La Estrategia Nacional de Seguridad conecta en el papel los años de Gobierno de Andrés Manuel López Obrador (2018-2024) con los de Sheinbaum, los abrazos no balazos del primero, con la atención a las causas de la violencia de la segunda. El paradigma de la presidenta parte de una fuerza pública militarizada, la Guardia Nacional, para construir capacidades técnicas en el ámbito civil, el reino de Harfuch. Los aparentes éxitos en algunos territorios y la dureza contrastante del aparato de seguridad le compran algo de tiempo para entregar resultados.