Este jueves gris le debe haber despertado una gran sonrisa a Marcelo Gallardo: al arribo de Juan Fernando Quintero se sumó el acuerdo verbal para que Matías Galarza Fonda (23) y Juan Portillo (25) sean jugadores de River. El lunes estarían entrenando en Ezeiza; ambos firmarán contrato hasta diciembre de 2028.
Estaba ansioso Gallardo. Así -además de optimista- se había mostrado en la conferencia posterior a la victoria contra Platense en Núñez. «Se deberían cerrar en la semana», soltó el Muñeco. Y el jueves fue el día de las noticias deseadas para el entrenador, que ya se encontró con Juanfer en el Monumental. Talleres bajó la guardia en la dura negociación que demandó 10 días y aceptó las ofertas por Portillo y Galarza Fonda, quienes también se plantaron para cambiar de aire.
A falta de los números finos, la operación se realizó en una cifra cercana a los 9 millones de dólares, más los porcentajes que tenía River de Alex Vigo y de Federico Girotti, cuyo pase ahora le pertenece en su totalidad al elenco cordobés. A Portillo se le compra el 100 por ciento de la ficha y a Galarza el 70.
¿Qué debe esperar el hincha de River de los nuevos refuerzos? Primero y principal lo que pidió Gallardo: energía. Ambos futbolistas son intensos y temperamentales. De los dos, se presume que el paraguayo Galarza Fonda llega para ser titular en el mediocampo junto a Enzo Pérez y a Kevin Castaño. Es zurdo y su mejor lugar es como interior por izquierda, ahí donde el Muñeco no encontró a un indiscutido tras probar con Meza, Galoppo, Nacho Fernández, Santiago Simón y ahora el juvenil Lencina.
Galarza Fonda surgió en Olimpia y tuvo pasos por Coritiba (11 partidos) y por Vasco da Gama (58 y 5 goles) antes de recalar en Córdoba. En Talleres completó 68 juegos con 5 festejos y 2 asistencias. Más: en la Selección de Paraguay tiene 7 presentaciones y es uno de los mimados por Gustavo Alfaro.
En Portillo los hinchas de River podrán encontrar un mini Jonatan Maidana. Es verdad que el nacido en Puerto Rico, Misiones, tiene menos físico que Jony, pero también es cierto que es más dúctil con la pelota. Ese buen manejo de balón le permite jugar de volante central, además de ocupar ambos lados de la zaga. También puede desempeñarse como lateral izquierdo. Así, la sensación es que Portillo (174 partidos en Primera, un gol, 40 amarillas y 3 rojas) será el comodín cada vez que se caigan Paulo Díaz, Lucas Martínez Quarta, Marcos Acuña y Enzo Pérez. Será un suplente que terminará jugando mucho de titular, siempre y cuando se acomode bien al nuevo club y no sufra el «síndrome River» del que habló Gallardo.