La trama oscura y el escándalo que envuelve al laboratorio HLB Pharma, responsable del fentanilo contaminado que causó 96 muertes, sigue escalando. Este domingo, una exempleada denunció graves irregularidades y advirtió sobre la presunta connivencia entre el dueño del lugar, Ariel García Furfaro y la política. «ANMAT le avisaba cuándo iban a pasar las inspecciones», sostuvo en una entrevista radial. Hasta el momento, la causa no tiene detenidos.
«Para los que trabajamos ahí, no nos sorprende que haya ocurrido lo del fentanilo. No hay personal idóneo dentro de la empresa. De hecho, escaseaba. En la línea productiva, existía gente que ni siquiera tenía el título secundario. Varios no sabían ni leer. Y te hablo de las que en teoría manejaba las formulaciones de los medicamentos», denunció.
La mujer -que habló desde el anonimato- aseguró que durante años evadían los controles de ANMAT: “Nosotros sabíamos con anticipación qué lotes se iban a auditar, entonces se acomodaban y preparaban los papeles”, dijo.
«Se contrataba a personal exclusivamente para eso y dibujar los números, porque los auditores los iban a pedir. Así evitábamos que se descubrieran los desvíos que había en el proceso productivo», reveló. Y sostuvo que el ente controlador gubernamental, «jamás» ingresó realmente al laboratorio hasta esta última inspección que derivó en la clausura.
En charla con Radio Rivadavia, la ex analista de microbiología de HLB que optó por preservar su identidad detalló que dentro del laboratorio se fabrican «comprimidos químicos e inyectables. Drogas que requieren otra clase de requisitos. Necesitan profesionales en serio con un seguimiento más minucioso».
«En ese momento, se contrataba gente sólo para completar planillas de análisis microbiológicos que no existían. Por ejemplo los ambientales de toda la producción de la línea. Debía haber una limpieza y un chequeo previo a liberar la línea productiva. Eso nunca existió», explicó la mujer y agregó que «los registros se falseaban manualmente porque la higiene del lugar era deficiente».
«El fentanilo se fabricaba en diciembre. Y en pleno verano, los chicos que trabajaban en la producción entraban en ropa interior a veces y con las puertas abiertas por el exceso de calor que hacía. Sin aire acondicionado, no podían aguantarlo”, denunció.
La empleada confirmó que estuvo casi tres años dentro de la empresa admitió que allí dentro «todos sabían que el fentanilo había dado positivo»; pero que nunca se advirtió. «La duda que había desde la jefatura de microbiología siempre fue que el error es el analista porque el análisis se hace en una cabina donde debería ingresar el analista completamente estéril y realizar los movimientos mas cuidadosos posible para que no ingresen bacterias. Eso no pasaba”, continuó.
Hasta el momento, las víctimas fatales por el fentanilo contaminado ya suman 96. Y durante la última semana, la Justicia Federal finalmente localizó las 232 ampollas de fentanilo contaminado que faltaba consignar del lote adulterado con las mismas dos bacterias encontradas en todos los que murieron tras desarrollar severos cuadros de neumonía estando internados en terapia intensiva.