El racquetball tuvo una enorme cosecha en la jornada final de los Juegos Mundiales 2025 que se celebraron hasta este domingo en la ciudad china de Chengdu. María José Vargas sumó la segunda medalla dorada para la delegación argentina luego de la conquistada por el seleccionado femenino de beach handball y luego aportó una plateada en el dobles mixto junto a Diego García, quien además coleccionó otra del mismo color tras perder en la final de torneo individual masculino.
De este modo, la delegación argentina, compuesta por 65 atletas, cerró su participación en la competencia que agrupa 34 deportes y 60 disciplinas repartidas entre 256 eventos que no tienen lugar en el programa olímpico en el 32° lugar del medallero que lideró el anfitrión, China, seguido por Alemania e Italia, entre 83 participantes.
A las tres medallas que aportó el racquetball hay que sumarles el oro de las Kamikazes y los dos bronces que llegaron de la mano de Sara Banchoff Tzankoff, de 19 años, en parkour (estilo libre y velocidad) y otro más que acercó Eugenia De Armas, medallista panamericana, en wakeboard.
Vargas, también medallista panamericana, logró el oro luego de vencer en la final a la mexicana Paola Michell Longoria López por 3-1 con parciales de 6-11, 11-8, 12-10 y 11-9. Por su parte, García debió conformarse con la plateada luego de caer en una reñida definición contra el boliviano Conrado Coscoso, quien se impuso por 3-2 (9-11, 11-2, 9-11. 11-6 y 12-14). Juntos los dos representantes albicelestes cayeron en el partido definitorio del dobles mixto contra los estadounidenses Jacob Dedenbeck y Naomi Rios.
Los Juegos Mundiales celebrados en Chengdu fueron los más exitosos de una saga que comenzó hace 40 años con la edición celebrada en Londres, en 1985. Con 18 récord mundiales establecidos, fue además la competición que contó con más países y regiones entre los participantes.
De acuerdo con Xu Xingguo, vicepresidente ejecutivo del Comité Organizador, los Juegos registraron una participación sin precedentes, con 6.679 atletas, oficiales de equipo y técnicos de 116 países. Se vendieron más de 220.000 entradas, agotándose las sesiones de gimnasia, muay thai y wushu.