La fiscal general de Arizona, Kris Mayes, ha presentado este martes una demanda para intentar obligar al presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, a tomar juramento y confirmar a la representante electa Adelita Grijalva. La demócrata de Arizona ganó el escaño de su difunto padre en unas elecciones especiales hace casi un mes, pero Johnson alega que no puede recibirla oficialmente en el Congreso debido al cierre del Gobierno, que esta noche se vuelve el segundo más largo de la historia y sigue sin tener un final en el horizonte. Sin embargo, la congresista electa y otros demócratas señalan que la verdadera razón es retrasar un voto en la Cámara, en el que Grijalva sería decisiva y que forzaría la publicación de los documentos sobre el caso y la investigación al pedófilo Jeffrey Epstein, que se sospecha salpican al presidente Donald Trump.
La demanda, que Mayes amenazó con presentar en una carta enviada a Johnson la semana pasada, sostiene que el retraso de Johnson está privando a los 813.000 residentes que viven en el fronterizo distrito de Arizona que eligió a Grijalva el pasado 23 de septiembre. En la acción legal figuran como demandantes el Estado de Arizona y la propia Grijalva, y como demandados la Cámara de Representantes de los Estados Unidos, así como el secretario y el sargento de armas de la Cámara.
“El presidente Mike Johnson está privando activamente al pueblo de Arizona de uno de sus escaños en el Congreso y, en el proceso, está privando de sus derechos a los votantes del séptimo distrito congresional de Arizona”, afirmó Mayes en un comunicado. “Al impedir que Adelita Grijalva preste el juramento que le corresponde, está sometiendo al séptimo distrito congresional de Arizona a una tributación sin representación. No permitiré que los arizonenses sean silenciados o tratados como ciudadanos de segunda clase en su propia democracia”.
Al salir del Capitolio el martes, Johnson tachó la demanda de Arizona de “absurda”. Agregó que la fiscal Mayes no tiene jurisdicción para presentar tal demanda. Este argumento legal es incierto por ahora.
Johnson sostiene desde el comienzo que el cierre de Gobierno impide que se celebre la confirmación, aunque en el pasado, este mismo año, sí se han celebrado investiduras de representantes republicanos cuando la Cámara no estaba en sesión regular. En abril de 2025, dos republicanos de Florida, Randy Fine y Jimmy Patronis, ganaron sus respectivas elecciones especiales y prestaron juramento al día siguiente, durante una sesión pro forma en la que la Cámara no estaba llevando a cabo todas sus actividades.
Teniendo esto en cuenta, Adelita Grijalva viajó a Washington a principios de octubre con la expectativa de tomar posesión de su cargo y comenzar su nuevo trabajo. Pero hasta ahora, Johnson no ha programado una ceremonia de toma de posesión para ella, lo que le impide utilizar su oficina o acceder a las partes del Capitolio destinadas a los miembros del Congreso sin escolta. “Sí, tengo acceso a una oficina. Pero es como si alguien te dijera: aquí tienes un coche, pero no tiene motor, gasolina ni neumáticos”.
Grijalva y numerosos otros congresistas demócratas han dicho reiteradamente que la verdadera razón por la que Johnson está retrasando su toma de posesión es para evitar que se hagan públicos los archivos de Epstein. Si bien su ingreso oficial a la Cámara no daría a los demócratas una mayoría, sí inclinaría la balanza en un voto clave para obligar la publicación de los llamados Papeles de Epstein. Gracias a cuatro republicanos, los demócratas tienen 217 votos, Grijalva ha prometido ser el 218 decisivo.