El mundo del tenis no deja de asombrarse por la separación de Carlos Alcaraz y Juan Carlos Ferrero y esa sorpresiva noticia acapara la atención de los fanáticos. El divorcio, sin embargo, poco le importa a Aryna Sabalenka y Nick Kyrgios. Es que la bielorrusa y el australiano, con los petrodólares como motor, protagonizarán este domingo una nueva edición de “La batalla de los sexos”. Se enfrentarán en el Coca-Cola Arena de Dubai, en Emiratos Árabes a partir de las 13 (hora de la Argentina. Televisarán ESPN y Disney. Y habrá show. Mucho show. De tenis, veremos.
Hay cinco antecedentes de partidos entre una mujer y un hombre en la historia del tenis, aunque hubo uno que quedó marcado a fuego. Fue en 1973, cuando la legendaria Billie Jean King -de 30 años y campeona de Wimbledon aquella temporada- venció por 6-4, 6-4 y 6-3 a Bobby Riggs, veterano de 55 años y antiguo campeón de Wimbledon (1939) y del US Open (1939 y 1941) que menospreciaba abiertamente el tenis femenino.
“Creo que apesta. Golpean la pelota de un lado para otro, pegan buenas voleas y tienen lindas piernas, pero es el día y la noche comparado al tenis masculino”, dijo alguna vez un poco deconstruido Riggs, quien murió en 1995. El estadounidense había vencido cómodamente a Margaret Smith Court algunos meses atrás, lo que motivó a BJK, a día de hoy una fiel defensora de los derechos de la mujer, a aceptar el desafío.
De niña sentía que no se las trataba a ellas de la misma manera que a los varones y utilizó su influencia como multicampeona de Grand Slam e ícono del deporte estadounidense para darle fuerza a la mayor lucha de su vida: “La lucha por la igualdad de oportunidades entre niños y niñas, mujeres y hombres”. Cuenta la estadounidense en su sitio web que sentía una presión increíble por ganar: “Pensé que nos haría retroceder 50 años si perdía ese partido”.
La situación hoy es muy distinta. Pasaron más de 50 años de aquel encuentro disputado en el Astrodome de Houston y el gigantesco crecimiento del tenis femenino se hizo cada vez más evidente. Finales espectaculares y de altísimo nivel como la que propia Sabalenka protagonizó ante la estadounidense Coco Gauff en el último Roland Garros se repiten en el circuito de la WTA, sumadas a premios millonarios que se equipararon a los de la ATP y un interés del público como así también de los medios de comunicación que va in crescendo. Nada de eso cambiará con una victoria ante Kyrgios, el 671 del mundo. Ni con una derrota.
“Cincuenta y dos años después de la original ‘Batalla de los sexos’, la número uno del mundo de la WTA, Aryna Sabalenka, desafía al gran showman y competidor, Nick Kyrgios, a un épico enfrentamiento en Dubai”. Esa es la venta del partido del domingo. En otras palabras: ¿puede una mujer, así sea la mejor del mundo vencer a un jugador en actividad del sexo opuesto?
Sabalenka, la N°1 de la WA, es la vigente campeona del US Open y alcanzó este año también la final del Abierto de Australia y de Roland Garros, mientras que Kyrgios, víctima de lesiones y de su propia inestabilidad, jugó apenas cinco partidos en la temporada y ganó nada más que uno de ellos. En ese rubro no hay equivalencias. Igualmente, todo hace suponer que el finalista de Wimbledon en 2022 no debería tener problemas para imponerse ante la bielorrusa. Y si eso sucede con un tenista semi retirado no cuesta demasiado imaginar cuál sería el resultado de un duelo contra Carlos Alcaraz o Jannik Sinner, los actuales dueños del circuito masculino.
Lo mismo sucedió cuando Jimmy Connors, de 40 años y en el ocaso de su carrera, derrotó a Martina Navratilova con la desventaja de contar con un único servicio y que su adversaria pueda utilizar el callejón del dobles. O cuando Karsten Braasch, 203 del escalafón mundial, no encontró oposición al enfrentar y derrotar cómodamente a Serena Williams y luego a su hermana Venus, dos estrellas en ascenso en 1998. Y también está el caso reciente del duelo entre Mirra Andreeva y Yanis Ghazouani (1145°), el francés que reemplazó a último momento a Marta Kostyuk luego de que la ucraniana se negara a jugar una exhibición ante Andreeva debido al conflicto bélico entre Rusia y Ucrania.
Como Riggs en su momento, Kyrgios también calentó la previa. «Estuve en Hong Kong recientemente y muchos jugadores me dijeron: ‘Mirá que nos estás representando a todos nosotros’. Así que acá estoy en la línea de fuego nuevamente», dijo en primera instancia. Luego, disparó: “Me hace gracia que ella realmente piensa que puede ganar”. Nada tiene que ver esta exhibición con aquella del 73.
El lado de la cancha de Sabalenka será un 9% más chica que la de su rival luego que los organizadores de este marketinero evento tomaran en consideración un estudio que afirma que las mujeres se desplazan un 9% menos que los hombres sobre la pista. Además, con el objetivo de limitar la influencia del potente servicio del australiano, ambos contarán con un sólo saque. Eso sí, más allá de las limitaciones y de las diferencias, ver a Kyrgios de un lado, a Sabalenka del otro y todo su carisma será atractivo para cualquiera.










