El exsubdirector administrativo del Hospital Materno Neonatal, Alejandro Escudero Salama, dijo sin pelos en la lengua que tiene “dudas” respecto a que la enfermera Brenda Agüero haya sido la asesina serial de los bebés. La mujer está sentenciada a prisión perpetua. Y él fue condenado por encubrir los hechos a cinco años de prisión, a la par de otros cinco funcionarios.
Los cinco homicidios y 13 tentativas de homicidios ocurrieron entre el 18 de marzo y el 7 de junio del 2022. El juicio que se realizó en la Cámara 7a del Crimen culminó el 18 de junio último con seis condenas y cinco absoluciones, entre las cuales la del exministro de Salud, Diego Cardozo.
Escudero Salama diálogo con PERFIL CÓRDOBA durante más de una hora para analizar los hechos en los que intervino y el juicio que culminó el 18 de junio pasado. De su boca salen fuertes dardos a la corporación médica, a la exdirectora Liliana Asís por su autoritarismo, al médico forense David Dib en su doble rol de empleado del Ministerio de Salud y perito del Poder Judicial, al gobierno provincial por el silencio que mantuvo sin ni siquiera acercarse a las madres. El cree que el exgobernador Juan Schiaretti sí supo todo lo que pasaba antes de que el caso tomara estado público. Dice que debería investigarse la actuación del fiscal del juicio, Sergio Ruiz Moreno. Y menciona la intervención a las sombras del fiscal general adjunto, José Gómez Démel, quien se comunicaba con el entonces secretario de Salud, Pablo Carvajal.
A continuación, se transcribe la extensa entrevista.
¿Cuál fue su error en este proceso para llegar a estar condenado?
No le puedo llamar error, sino haber hecho lo que al poder no le gusta. Tomé la decisión de denunciar. A la situación de Damaris (Bustamante, quien padeció violencia obstétrica), la institucionalicé a través del Cidi (Ciudadano digital) y eso no gustó a más de la mitad del hospital. No hice una notita y la pasé o levanté un teléfono. Le pedí a esa mamá que hiciera una denuncia por escrito. Luego pregunté quién la atendió y me pasaron el listado de Enfermería y Obstetricia. Neonatología se negó porque decían que ellos no atienden a las mamás. En esa lista no estaba Brenda Agüero. A esa nota la ingresé el 5 de mayo. Lo más grave que me relató era que le habían dicho ´si vos no colaboras y a tu bebé le pasa algo, va a ser culpa tuya´. Y su bebé había fallecido. Imaginen la culpa que ella sentía. Con esta nota nace el primer factor que puso a medio hospital en contra mío.

Usted había llegado a fines de diciembre y era mayo. ¿Ahí se produce se produce un quiebre en la relación con la dirección?
Al mismo tiempo empecé a ganar la confianza de personas que necesitaban hablar lo que no podían decir. Estábamos en un espacio súper autoritario. Muchos empezaron a confiar en mí para poder hablar. Era una realidad de 800 personas en un hospital gigante. Había una instrumentista que venía denunciando acoso laboral de un compañero, un supuesto protegido del ala de poder encabezado por Liliana Asís. Una noche me llama para decirme que no aguantaba más. La acompañé al Polo de la Mujer. A la persona acusada la trasladaron. También enfermeras me pidieron hablar, se hizo una reunión de más de 100. Ahí no estaba la pata hegemónica, los médicos, de los cuales muchos se manejaban como querían.
Volvamos a Damaris. ¿Qué pasó después de la nota?
La notificación les llegó por Cidi a todas las personas del listado. Tenían de 48 a 72 horas para hacer un descargo sobre este hecho. Tuve una fila en la puerta. Algunos me sorprendieron diciéndome ´¿ ahora ustedes nos van a empezar a perseguir así?´.
La reunión con el fiscal Guillermo González y el forense David Dib
¿Qué pasó desde ese momento hasta el 16 de mayo, cuando se reunió con el fiscal Guillermo González y el forense David Dib?
A Guillermo González lo conocí en la causa Azul Montoro, un caso donde se logra un fallo que significó un quiebre porque estos hechos, con víctimas trans, no se investigaban en el Poder Judicial. A partir de ahí participó en la diplomatura de Violencia de Género. Es una voz de la justicia, un varón con perspectiva de género. En mayo venía pactando reuniones con él para concretar una capacitación con directores de hospitales. Por eso le digo que quería ir a verlo para confirmar su participación en la charla y contarle una situación que estaba sucediendo en el hospital.
¿Cuándo sucedió eso y cuál era la preocupación que quería transmitirle?
Unos cuatro días antes del 16. Le pregunto a Liliana Asís. Me enteré que habían sucedido hechos inexplicables y estaban haciendo estudios sobre los efectos de la Vitamina K porque encontraron bebés con pinchazos. Estaban frente a un hecho sanitario inédito que no había pasado nunca antes. Ni siquiera sabía que el doctor David Dib (médico forense) iba a estar. La reunión comienza entre nosotros dos y después lo suma a Dib.
¿Cómo puede ser que no decidieron iniciar una investigación judicial? No estaban hablando de cosas, sino de bebés lesionados.
No, hablamos de pinchazos y de vitamina K. Por eso pedí que estuviera en el juicio (el fiscal González). El día que yo me junto con ellos y les muestro la situación nunca dijo esto es para una denuncia. Dib dijo: ´hagan biopsias´, ´la conozco a Liliana Asís’. Todo eso le conté a Liliana Asís al día siguiente.
Sin embargo, días antes, el 1 de mayo con un bebé con pinchazos hubo un quiebre, se abrieron colchones y se dejó de sospechar de la Vitamina K porque se reemplazó el lote. Se decidió que los niños no quedaran solos en ningún momento. No era necesario tener todo claro, con la sospecha basta para ir a la Justicia a denunciar. ¿Por qué se descartó denunciar?
Cambiar el lote no significa decir que la vitamina K no estaba produciendo efectos. Pasaron meses hasta que estuvo el reporte sobre que no había producido efectos nocivos, en ese momento no estaba descartado. Me pregunto,¿dónde estaban los mejores neonatólogos? ¿No van a distinguir ellos que es una situación atípica, el que atendió a Francisquito el 18 de marzo se dio cuenta de esto? Tendrían que haber ido ellos solitos, sin avisar a nadie, a la fiscalía que está a dos cuadras del hospital. Lo que hicieron fue lavarse las manos. Acá el temor fue que era una mala praxis médica. A una enfermera la matan, pero a un médico no, a un médico lo iban a proteger. Pueden haber barajado esa hipótesis en ese momento. Y a mí no me lo iban a venir a decir porque a un abogado le tienen miedo.

Dudas a favor y en contra de Brenda Agüero
¿Cuándo surgió el nombre de Brenda Aguero?
Cuando las cosas salen a la luz, en agosto. Tengo mi hipótesis. Vieron algo grave y nadie quiso sentirse culpable, incluso si era un loquito.
¿Por qué el 7 de junio Asís lo convoca solo a usted para ir al Ministerio?
Fue al revés. Me llama la secretaria el día que se hizo la primera denuncia. Un grupo de médicos me preguntan qué hacen y yo respondo que deben denunciar.
¿Por qué no los acompañó ese día?
No tenía que ir, el protocolo indica que el médico tratante o el jefe de guardia deben hacer la denuncia. Es lo que dice la ley.
Entonces, el 6 fueron las denuncias y el 7 de junio van al ministerio.
Si, esa mañana me llama la secretaria y me cuenta que (el hospital) era un caos. Falleció otro bebé y dos estaban graves. Pasé por el hospital y le dije a Liliana Asís ´te espero en el Ministerio´. La esperé tres horas afuera. Nos recibió Carvajal, estaba Rufin y ahí llaman a la responsable de Farmacia, por eso digo que la vitamina K no estaba descartada. Liliana (Asís) cayó con un alto de fotocopias, no sé si eran unas 70 hojas. Se las dio a Carvajal. Le tiró un historial, una secuencia de cosas. No digo que haya sido la línea de tiempo armada como se mostró después, pero le debe haber dejado información. Lo dije en la instrucción, en el juicio y lo digo ahora y lo voy a seguir diciendo. ¿Qué vi? ¿Qué tenían esos papeles? No tengo autoridad para pedirlos y leerlos. Ahí había información médica. Carvajal hizo unos llamados. La reunión fue corta. Dijo que iba a hablar con el ministro y es ahí cuando Liliana Asís le comenta que ella suponía que había una mano negra. Pero no nombra a Brenda Aguero ni a nadie. Yo digo, una mano negra que podría haber sido un médico.
¿Después del juicio usted cree que es Brenda Aguero?
Tengo dudas. Cuando me nombran instructor de la investigación administrativa yo tomé declaraciones a todas sus compañeras. No hubo una sola persona que haya dicho algo de Brenda Agüero. A las entrevistas las hice en base al informe de Marcela Yannover y Genoveva Ávila. Ellas habían recabado información médica sobre qué había pasado. Y le comento un dato. Brenda Agüero fue la última persona que entrevisté. Dos días duró la entrevista. Lo que sí encontré en ella son tres contradicciones muy claras. No recordaba haber trabajado el 1 de mayo y me pregunto quién puede olvidarse que trabajó un 1 de mayo. Me terminó contando lo que sucedió ese día. La segunda es sobre su rol como enfermera de Obstetricia. Le pregunté ¿tiene contactos con bebé? Me respondió ´No, no tengo´ y después relata milimétricamente que observa un bebé morado, se lo saca de las manos al papá a los gritos pidiendo auxilio. Es decir, no tenía contacto con bebés pero a uno se lo saca de los brazos al papá. La tercera fue la actitud ante ese tipo de situaciones. Ella dijo que era ´tranquila´ ´no quiero asustar a los papás´, pero cuando actuó los alarmó. Fue acomodando el discurso. Se lo conté al fiscal Raúl Garzón.

El silencio oficial ante las madres y la sociedad
¿Le creyó a Cardoso en el juicio?
Yo hice más cosas que todos los médicos que tenían la información y no hicieron nada. Especularon. El día que fuimos al ministerio, él propio Caravajal dijo que iba a hablar para conocer el resultado de las autopsias. ¿Con quién iba a hablar? Con el jefe forense porque lo conocía. Con David Dib. Todo el mundo sabía que yo había ido a juntarme con un fiscal y con Dib. A él lo conocían, al fiscal no. Carvajal le habla a Dib, las autopsias de las muertes del 6 y 7 de junio se hacen tiempo récord. Se comunican entre los dos. Quedó explicitado en el juicio que cuando tienen los resultados hablan con el toxicólogo del equipo técnico multidisciplinario. ¿Qué hicieron después? Dib tiene doble obligación, es empleado del Ministerio de Salud y del Poder Judicial. Tendrían que haber hecho inmediatamente la denuncia. ¿Qué hicieron? Empezaron a programarla, entiendo yo, con (el fiscal general adjunto José) Gómez Demel. Tenía que presentar la denuncia Liliana Asís. Varias veces le pregunté «¿Ya fuiste?» y me decía “No, todavía no me avisan”. Cuando se hizo el allanamiento al hospital (el 7 de julio), pregunté si era producto de las dos denuncias que hicimos en junio o las que hicieron ellos. Me dijo, ´no, nosotros todavía no hicimos denuncia´. Te puedo decir que son unos reverendos h. de p.
Qué dice la denuncia redactada que jamás llegó a los tribunales
¿O sea que Cardoso también miente?
Un caso tan sensible en Córdoba ¿no lo vas a ver? ¿Por qué está Gómez Demel ahí? El tiene teléfono directo hacia arriba.
¿El gobernador JuanSchiaretti sabía?
No te lo puedo asegurar, lo deduzco. Y si tenías todas las herramientas para hacer todo, ¿por qué no lo hacés? Porque no querés reconocer que en tu hospital pasan cosas. Si fueron asesinatos seriales, no se lo imaginaba nadie. Pero ¿si fue otra cosa que falló?
Doctor, habla como si no hubiera pasado un juicio donde ya se analizó todo eso.
Yo creo que el jurado debe haber tenido más presión que usted y que yo por la votación. Y votó cuatro a cuatro. Es gente que quizás no pudo dormir durante seis meses, ¿quién puede dormir viendo a las mamás con tremendo sufrimiento y viendo que podían condenar a personas inocentes?
¿Cree que en este juicio se aplicó el principio de que no hay que condenar a los ministros?
Le tengo mucho respeto a Cardoso porque lo he visto trabajar pero los ministros no son condenables. Si los de abajo se equivocan el ministro está a salvo. De otro modo nadie querría serlo. Además cambiaron la estrategia de comunicación. Yo pregunté en aquel momento cuándo iban a comunicarlo. Sposetti es el que asesora. Pedí que hablaran con las madres. Me dijeron: “No, desde arriba no nos dejan”. Lo conté en mi declaración en la instrucción.

«El juicio está guionado»
¿Por qué decidió hablar ahora?
Pasé diferentes etapas emocionales. La primera fue terror. Sentí miedo porque denuncié sin pedir permiso. El día que fui a entregar mi teléfono, cuando iba caminando al auto se acercó y chorro y me pidió el teléfono, me mostró el chumbo. Después no confiaba en los medios. Están operados. Yo no especulé. Declaré donde tenía que hacerlo, en la Justicia. El día 3 del juicio ví que esto estaba guionado y que este guión se iba a cumplir. El fiscal Sergio Ruiz Moreno no me miró en todo el juicio. El último día vino, me dio la mano y me dijo, «No te puedo salvar antes por una cuestión protocolar”. Mentira. La declaración de Carvajal fue arreglada. Ruiz Moreno lo absolvió a Cardozo, lo que dijo contaminó al jurado. Me encantaría que se investigue la actuación del fiscal Ruiz Moreno. Esa actuación es una prueba contundente de que no fue objetivo. Hoy siento una gran paz.
¿Quién lo guionó?
Hay que mirar quiénes son sus jefes. Puedo tener el cargo de director pero no el poder. Por eso, ¿quién tiene el poder en el Ministerio Público Fiscal? Ahí te estoy dando la respuesta.
En el juicio los acusados no salieron de su libreto, no pisaron al resto sabiendo que la duda les bastaba. Después de la condena, ¿no cree que la estrategia debió ser diferente? Ahora me habla de Gómez Demel, en el juicio nadie lo mencionó, tampoco los imputados nombraron a Brenda Agüero.
Esto de actuar en bloque, puede ser un vicio de los abogados. Yo nunca tuve acuerdo con nadie, ni fui a defender a nadie.