Bolsonaro moviliza a sus fieles para presionar al Supremo mientras le juzga por golpismo

Bolsonaro moviliza a sus fieles para presionar al Supremo mientras le juzga por golpismo

Jair Messias Bolsonaro, anterior presidente de Brasil y jefe de la oposición, ha reunido este domingo a una pequeña multitud en el centro de São Paulo bajo el lema Justicia ya en un intento de presionar al Tribunal Supremo, que le juzga por golpismo. Este es el tercer acto político que el líder de extrema derecha convoca en los últimos meses, cuando el cerco judicial le aprieta más que nunca. Aunque está inhabilitado para concurrir a las elecciones y en pleno juicio por intentar derrocar (y matar) al presidente Luiz Inacio Lula da Silva, Bolsonaro ha mantenido actividad política como si nada. Consciente de que su futuro depende de los jueces, el expresidente ha pedido a sus seguidores apoyo para lograr una mayoría parlamentaria: “Si me dan, en las elecciones del año que viene, el 50% de la Cámara y el 50% del Senado, cambiaré el destino de Brasil”, ha proclamado. Brasil celebra presidenciales y parlamentarias a finales de 2026.

El militar retirado se arriesga a una condena de 43 años por liderar el complot golpista. El Supremo acaba de abrir el plazo para las alegaciones finales y espera dictar sentencia hacia septiembre, 13 meses antes de la presidenciales. “No importa dónde yo esté, quien esté al frente [del Congreso] tendrá más poder que el presidente de la República”, les ha dicho a sus seguidores el exmandatario.

Bolsonaro ha vuelto a insistir en su inocencia y en que al asalto a la Presidencia, el Congreso y el Supremo fue mero vandalismo sin afán de ruptura constitucional: “¿Golpe de Estado con jubilados, madres, bandera a la espalda y Biblia en la mano? ¿Qué golpe es ese? ¡Dios mío! El golpe se da con Fuerzas Armadas, armamento, un núcleo financiero, uno político, con apoyo de instituciones… “, ha insistido ante unas 12.000 personas, según el recuento de una institución académica, el Cebrap. En abril reunió cuatro veces más de público en el mismo lugar, la avenida Paulista.

A Bolsonaro le han acompañado en el acto, cuatro gobernadores, lo que demuestra el peso de su liderazgo en la oposición a Bolsonaro. Ahí estaba Tarcisio de Freitas, jefe del Gobierno de São Paulo, el Estado más poblado y motor económico de Brasil, que es uno de los mejor situados como candidato de la derecha en las próximas presidenciales. De Freitas ha dedicado su discurso a criticar al Partido de los Trabajadores de Lula sin hacer mención al Tribunal Supremo o al juez Alexandre de Moraes, objetivo principal de la ira bolsonarista.

El gobernador de São Paulo es el más probable candidato de la derecha a los comicios de 2026 si Bolsonaro decide finalmente apostar por alguien ajeno al clan. Si no, está en la duda entre su esposa, Michelle, y alguno de sus hijos.

Junto al expresidente se sientan en el banquillo en este caso de golpismo, varios generales retirados, el antiguo almirante de la Marina y otros uniformados del núcleo duro de su Gobierno.

Bolsonaro fue interrogado hace tres semanas sobre la trama golpista que supuestamente lideró tras perder las elecciones en 2022. Se declaró inocente tras reconocer que se reunió con la cúpula de las Fuerzas Armadas y sus más estrechos colaboradores en busca de cualquier indicio de fraude, que no hallaron, para dar la vuelta al resultado.

Bolsonaro también ha aprovechado el mitin para defender que el Congreso apruebe una ley de amnistía para las más de mil personas que han sido condenadas como autores materiales de la invasión de las sedes de los Tres Poderes, en Brasilia.