Boric, en la cumbre Democracia Siempre: “No podemos caer en negar la legitimidad del otro. No me creo mejor ni peor que la ultraderecha”

Boric, en la cumbre Democracia Siempre: “No podemos caer en negar la legitimidad del otro. No me creo mejor ni peor que la ultraderecha”

Los cincos presidentes progresistas que han participado este lunes en la cumbre Democracia Siempre en Santiago de Chile han reivindicado atajar el avance de la ultraderecha en el mundo con propuestas y no con un “despotismo iletrado”, en el que se gobierne para el pueblo, pero sin él. El mandatario chileno, Gabriel Boric, el brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, el colombiano, Gustavo Petro; el uruguayo, Yamandú Orsi, y el español, Pedro Sánchez, alertaron en un encuentro con representantes de la sociedad civil sobre el “nuevo consenso de Washington antidemocrático” impulsado por la extrema derecha y la necesidad de actuar en conjunto entre las izquierdas para combatir el crimen organizado, la desinformación y el calentamiento global. “Las internacionales de la derecha se reúnen permanentemente y están articuladas. Y nosotros tenemos que hacer eso, pero en positivo”, planteó Boric, el anfitrión.

En su intervención, el presidente chileno sostuvo que para defender la democracia, los progresistas no podían caer en lo mismo que hacen sus “adversarios políticos, que es negar la legitimidad del otro”. “Yo no me creo ni mejor ni peor que la derecha o la ultraderecha. Creo que somos diferentes y que un Gobierno de otro signo político no hubiese aumentado el salario mínimo como lo hemos hecho, no estaría avanzando en que los cuidados se transformen en un cuarto pilar de la seguridad social, no hubiese hecho un royalty a las grandes minerías y una reforma de pensiones”, apuntó, en un discurso donde intentó reivindicar los logros obtenidos en su Administración, a cuatro meses de las elecciones presidenciales. “Necesitamos enfrentar la rabia con esperanza y con propuestas y creo que tenemos elementos para hacerlo, pero nos falta alinearnos más”, añadió.

El año pasado Lula y Sánchez organizaron un encuentro de líderes de gobiernos progresistas en Nueva York, en el marco de la Asamblea de Naciones Unidas, pero quedaron preocupados por los pocos nombres que pudieron convocar. Por eso, el presidente brasileño le sugirió al chileno organizar un segundo encuentro, el que se concretó esta semana. Parte de las iniciativas acordadas en materia de seguridad, desinformación y medioambiente se darán a conocer en detalle el próximo septiembre en Estados Unidos y en abril del próximo año, el presidente español recibirá a los progresistas en Madrid. En la próxima cita deberían asistir al menos una decena de líderes, entre ellos la mexicana Claudia Sheinbaum, el canadiense Mark Carney, y el inglés Keir Starmer.

Lula defendió ante los estudiantes, dirigentes sindicales, representantes de las iglesias y la academia, que la democracia “no se trata sólo de votar, sino de ayudar a gobernar”. Todo nosotros hemos aprendido la diferencia entre reivindicar y ejecutar”, apuntó, en “En este primer cuarto del siglo la democracia ha ido perdiendo espacio hacia la derecha extrema, que tiene un comportamiento nazi-fascista, que no respeta las relaciones civilizadas”, añadió, advirtiendo que las conquistas obtenidas en materia de derechos sociales están hoy “en jaque” por el avance de los radicalismos contra las instituciones y la profundización de la desinformación. Petro, sobre lo mismo, aseguró que hoy la política de la extrema derecha organizada internacionalmente en vez de tanques y cañones, “controlan los algoritmos, siembran el odio y difunden el miedo”. “Promueven una verdadera guerra”, señaló.

Los líderes coincidieron en la necesidad de un nuevo pacto social que coloque a la gente en el centro de las políticas públicas y rescatar el papel del Estado como instrumento para hacer efectivos los derechos. “Sé que la democracia es imperfecta, una herramienta y no un fin en sí mismo y que no siempre resolvemos los problemas de nuestra gente”, afirmó el presidente uruguayo, “pero no conozco otra forma de Gobierno que nos permita que la gente de nuestra sociedad, que la gente humilde o que la sociedad organizada pueda llegar a tener una incidencia tal como la que se tiene en una democracia”, agregó.

Sánchez también defendió que, de la misma manera que “la internacional reaccionaria” está coordinando sus esfuerzos en todo el mundo para destruir la democracia, los progresistas deben hacerlo en sentido contrario. “Vivimos en un momento en el que los progresistas, cuando estamos en el gobierno, demostramos que las cosas funcionan mejor, que tenemos una forma de acabar con muchos de los dogmas neoliberales que después de la crisis financiera condenaron a muchísimas generaciones”, planteó, tras enumerar las medidas que ha adoptado su Administración en favor de la igualdad real y efectiva entre hombres y mujeres. Petro, de forma más contundente, afirmó: “Indudablemente la promesa de ser felices a través del mercado hoy es imposible”. “Es la vida contra el capital”, añadió, en alusión a las consecuencias catastróficas del cambio climático.