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Carlos Pairetti fue una figura irrepetible. Corredor de autos en una época en la que era típico que los argentinos brillaran en el exterior -compitió en la Fórmula 3-; campeón de Turismo Carretera en 1968 a bordo del emblemático Trueno Naranja; actor, con el agregado de que fue doble de Sandro en la película Siempre te amaré, y hombre del marketing que llevó al automovilismo a cada punto del país. Este martes, cuatro días después del que habría sido su 90° cumpleaños -falleció en 2022-, el ídolo fue homenajeado por la Asociación Argentina de Volantes y Olé dijo presente.

El evento, repleto de pinturas fierreras y réplicas de aquel Fast-Chevrolet, contó con la presencia de muchas figuras. Norberto Fontana, arrecifeño como el Paire, ex piloto de Fórmula 1 y campeón de TC, fue uno de los que no se lo quiso perder y le contó a este diario algunos de sus mejores recuerdos: «Compartimos todo. Mi papá era fanático de él, y ni si bien se enteró de que yo estaba corriendo se puso a disposición para ayudarnos. Publicidades, viajamos mucho… Me quedo con haber logrado juntos el sueño de correr en la Fórmula 1«.

Del ámbito periodístico, Cacho González Rouco, una de las voces más reconocidas del automovilismo argentino, explicó qué significaba Il Matto -apodo que le dio Clay Regazzoni tras una piña en Monza- y fue más allá de los éxitos en la pista: «No hay comparación con nadie. Al margen de la parte deportiva, era un tipo que sobresalía porque estaba siempre pensando en qué hacer, como las películas que hizo. Su cabeza estaba más allá«.

Quedaron las anécdotas de Pincho Castellano, Guillermo Kissling y tantas otras celebridades que, presencial o virtualmente, dejaron su testimonio, pero también queda el legado en los circuitos. Su nieto, Santino Pairetti, corre un Volkswagen Up en el Turismo Pista y, como no podía ser de otra forma, el color que lo representa es el naranja.

«Surgió este año. En la temporada pasada hice tres o cuatro carreras, fui un poco a las apuradas por querer debutar, pero esta vez pensé ‘vamos a hacer un lindo homenaje’ y que el naranja siga siendo representado por la familia«, le dijo a Olé.

Acerca de la ilusión de que el color familiar regrese al Turismo Carretera, una de las metas que se fijó para el futuro, Santino comentó: «Creo que es el sueño de cualquier piloto. Me pongo objetivos a mediano plazo, pero a la larga sí que lo es. Él siempre me dijo que hiciera lo que me gustaba, que lo hiciera con pasión, que fuera buena gente y que en cada lugar al que fuera dejara una huellita».