El escándalo de apuestas ilegales que sacude a la NBA despertó preocupación en el seno del Congreso de Estados Unidos. Poco después que el FBI anunciara las detenciones de Terry Rozier, base de Miami, Chauncey Billups, entrenador de Portland, y del ex jugador y coach Damon Jones, en el marco de la investigación de un presunto esquema de apuestas deportivas, manipulación de resultados y crimen organizado, la Comisión de Energía y Comercio de la Cámara de Representantes envió una carta a Adam Silver, comisionado de la liga, y lo citó a una reunión, que deberá concretarse antes del viernes. La razón de la carta: exigirle «información detallada» sobre la situación y respuestas a preguntas sobre la normativa y las reglas de la liga.
El Comité espera hablar con Silver sobre cinco puntos clave. El principal, las presuntas prácticas fraudulentas e ilegales de apuestas relacionadas con jugadores, entrenadores y árbitros de la NBA, incluidas las acciones de los jugadores y entrenadores involucrados en la investigación en curso y en casos anteriores, como el de Jontay Porter. El ex jugador de Toronto Raptors fue expulsado de por vida de la liga en julio el año pasado tras admitir su culpabilidad en un juicio sobre apuestas ilegales.
También quieren saber qué medidas tiene intención de adoptar la NBA para limitar la divulgación de información no pública con fines ilegales; si el Código de Conducta de la liga para jugadores y entrenadores prohíbe las actividades ilegales, incluida la divulgación de información no pública con fines de apuestas ilegales; si hay lagunas en las regulaciones existentes que permitan que se produzcan ese tipo de apuestas; y si la asociación está reevaluando los términos de sus asociaciones con empresas de apuestas deportivas y de qué manera lo está haciendo.
«Escándalos como éste muestran lo que sucede cuando la industria de las apuestas deportivas crece sin la supervisión suficiente. El acceso fácil y constante al juego socava la confianza del público en los deportes. Ya es hora de que la NBA y otras ligas profesionales apoyen el establecimiento de normas de seguridad nacionales», afirmó Paul Tonko, miembro del Comité de Energía y Comercio y uno de los autores de un proyecto de ley que busca crear un marco federal para regular el juego de manera responsable.
Es que desde que la Corte Suprema de Justicia anuló en 2018 la Ley de Protección del Deporte Profesional y Amateur, en Estados Unidos la regulación de las apuestas deportivas pasó a ser una cuestión de competencia estatal. Y al ver que esa práctica representaba una industria multimillonaria en crecimiento, varios estados las legalizaron. El Congreso no tiene potestad para regularlas, pero el Comité tiene jurisdicción sobre el comercio interestatal, la protección del consumidor y los deportes. Y en eso se amparó para pedir explicaciones.
El escándalo estalló el jueves 23, cuando el FBI informó la detención de 34 personas, entre ellas Rozier, Jones y Billups.
Rozier está acusado de ayudar a sus cómplices a ganar apuestas basadas en sus estadísticas y de colaborar en el amaño de partidos compartiendo información confidencial de otros jugadores. Está bajo la lupa del FBI desde marzo de 2023, cuando era jugador de Charlotte y las casas de apuestas legales alertaron a la NBA sobre patrones irregulares que involucraban las «apuestas de proposición» de Rozier en un partido entre los Hornets y New Orleans.
Ese día el base jugó 9 minutos y medio y el número de personas que apostaron que tendría un rendimiento inferior a las líneas estadísticas listadas fue muy alto. Los funcionarios federales dijeron que se apostaron más de 200.000 dólares sólo en esas líneas. La NBA lo investigó en ese momento, con total cooperación del base, pero no encontró suficiente evidencia que probara las sospechas.
Jones, que era entrenador asistente del Cleveland campeón en 2016, fue arrestado sospechado de compartir información privilegiada sobre lesiones con afiliados a apuestas deportivas.
En tanto, Billups desempeñó un papel menor en el escándalo de las apuestas, aunque la principal acusación en su contra es su presunta participación en partidas ilegales de póquer que tenían conexiones con la mafia, en las que se utilizó tecnología avanzada, como lentes especiales en gafas y mesas de rayos X, para estafar en millones de dólares a otros jugadores.
Tras el anuncio del FBI, la NBA apartó inmediatamente de sus equipos Rozier y Billups e informó que seguirá «cooperando con las autoridades competentes», además de abrir su propia investigación interna sobre las acusaciones.
“Mi reacción inicial fue que me sentí profundamente perturbado”, afirmó Silver en Amazon Prime Video, durante la primera transmisión de un partido de la NBA en el servicio de streaming -el partido entre New York Knicks y Boston Celtics-. «No hay nada más importante para la liga y sus aficionados que la integridad de la competencia. Sentí un nudo en el estómago. Fue muy perturbador», agregó.
