La Superintendencia de Servicios de Salud (SSS) acaba de publicar un “decálogo de ética”, pocos días después de la renuncia de Gabriel Oriolo como titular de esa dependencia y su reemplazo por su virtual vice en el organigrama, Claudio Stivelman. En ese documento se detalla cómo deben actuar los funcionarios que trabajan en el edificio de Bartolomé Mitre 434.
Al retirarse de sus funciones a fin de junio, Oriolo -que había asumido en enero de 2024 y antes venía de una larga carrera en OSDE- lo atribuyó a «motivos personales» y mostró satisfacción por el trabajo realizado en su gestión. Todo indica que este “decálogo” fue terminado antes de su partida, a juzgar por la fecha impresa en el documento (14 de mayo) que se conoce recién ahora.
La SSS es el ente que debe controlar a las prepagas y obras sociales, algunas de las cuales en el último tiempo han sido intervenidas. Fue la repartición que se presentó como querellante en el juicio del Gobierno contra las aseguradoras de salud en abril de 2024, y también es la receptora de denuncias de afiliados cuando hay prestaciones incumplidas o abusos.
En ese contexto, el nuevo documento fundado en la Ley de Ética en el Ejercicio de la Función Pública, N° 25.188, fue publicado en el Boletín Oficial como si fueran “diez mandamientos” para la gestión, que aluden a preceptos básicos que, en rigor, deberían regir cualquier actividad, y más aún cuando ocurre bajo la órbita del Estado: idoneidad, responsabilidad y honestidad.
Uno de los argumentos para dar a luz este “decálogo de ética” -se dice en los considerandos de la resolución 1303 de la SSS- es que “resulta oportuno constituir una iniciativa introductoria, a efectos de promover el cumplimiento de la normativa de ética pública e integridad de la autoridad de aplicación, con el propósito de guiar el correcto accionar del organismo”.
También habilita a la Coordinación Técnica, dependiente de la Gerencia General de la SSS, a “llevar adelante la implementación, difusión y capacitación necesarias para la aplicación del decálogo de ética” y «realizar las acciones que permitan generar iniciativas preventivas y proactivas de integridad”, para su eventual remisión posterior a la Oficina Anticorrupción.
Finalmente, en el anexo de la norma firmada por Stivelman -quien fuera gerente general de la SSS desde febrero de 2024 y antes consultor en servicios sanitarios, director en Modum Salud y gerente en Ospedyc- se detalla cada uno de estos “diez mandamientos” que los empleados de la SSS deberán cumplir “en beneficio de la Nación Argentina y de la sociedad”.
1- Servir a la Administración Pública Nacional con ejemplaridad.
2- Accionar de los funcionarios y empleados con honestidad.
3- Fiscalizar a los Agentes del Seguro de Salud y Entidades de Medicina Prepaga con objetividad.
4- Responder a reclamos de beneficiarios y usuarios con empatía.
5- Inscribir a los prestadores con idoneidad.
6- Adquirir productos y servicios de los proveedores con transparencia.
7- Proteger los datos personales gestionados por el Organismo con rigurosidad.
8- Publicar la información accesible de la SSS con regularidad.
9- Generar iniciativas preventivas y proactivas de integridad con compromiso.
10- Aplicar el Decálogo de Ética en el Organismo con responsabilidad.
Por último, se ofrece una dirección de correo electrónico con el objetivo de que el personal de la SSS pueda hacer consultas internas sobre el tema y aportar lo que denominan “propuestas de integridad”, para completar el concepto de la iniciativa con una arenga final que -como siempre en estos casos- parece ser la expresión de un deseo vestida como imperativo: “Aquí lo aplicamos”.