Con una Argentina cara en dólares, un destino nacional le aplica algo de frío a la fiebre por viajar al exterior, y alivia el impacto de que ya muchísimos menos extranjeros nos eligen para el turismo. Bariloche tendrá una temporada de invierno “resistida”. En el sector hasta se animan a decir que será “digna”.
Por los argentinos tentados con los precios “congelados” y apalancada por los brasileños, que aunque ahora se sienten más atraídos por las compras “regaladas” en Chile, todavía desean nuestra nieve.
A pesar de estos dos golpes fuertes en el corazón del turismo, la ciudad mantiene su posición como predilecta dentro del país, con una ocupación que rondará el 75%. Quizá la base de lo esperable, en una temporada invernal que desborda de nieve.
«Es un escenario más desafiante que el año pasado o que hace dos años, pero se destaca un fuerte impacto de reservas desde Brasil, que representan en promedio un 70% del total en hoteles de 4 y 5 estrellas, por las promociones. Y los vuelos desde ese país están viniendo casi llenos», dice a Clarín Diego Piquín, gerente del Ente Mixto de Promoción Turística de Bariloche (Emprotur).
¿Y los argentinos? «Esperamos mejorar la performance del mercado nacional cuando se acerque a la segunda semana de julio. Estimamos que va a ser una buena temporada, quizá hasta muy buena. Pero hay que ser cautos al decirlo», responde.
Entendiendo el contexto, marca Piquín, Bariloche no bajó pero sí «freezó» los precios de los pases de esquí, como parte de una estrategia para sostener la competitividad. Para adultos, en el Cerro Catedral, se mantuvo en $ 115.000, mismo precio que el año pasado. Y al Cerro Campanario se puede ascender en aerosilla por $ 18.000.
A diferencia de Buenos Aires, que prácticamente se vació de turistas brasileños porque ya no ven a Argentina con un tipo de cambio favorable, Bariloche aún los puede por su nieve, sus chocolates y sus paisajes.
Entre julio y agosto habrá 229 vuelos directos desde San Pablo, Belo Horizonte y Porto Alegre, además de vuelos vía Buenos Aires y Santiago de Chile. «Un récord histórico, 120% más de vuelos desde Brasil», marca Piquín.
Desde Aerolíneas Argentina dicen a Clarín que el único momento fuerte de vuelos domésticos este año serán las vacaciones de invierno, y Bariloche inflará ese número.
«Para la semana que viene la ocupación se sitúa en un 89/90% promedio en todos vuelos que llegan a Bariloche. La semana del 14 de julio están ya con 93/94% y algunos vuelos ya al 100%. En la semana del 21 de julio y hasta fin de mes la ocupación es del 97%», dicen desde la aerolínea.
Los de Brasil de Aerolíneas arrancaron esta semana: «Es un vuelo diario desde San Pablo y estuvieron promediando el 87% ocupación, y las próximas semanas están en 94%».
«La estadía promedio se mantiene en 5 noches, y si bien Brasil lidera la procedencia de los turistas, también se identifican visitantes de Argentina, Chile, Uruguay, Paraguay y Estados Unidos, en ese orden de relevancia», dice Silvia Luzzardi, presidente de la filial Bariloche y Villa La Angostura de la Asociación de Hoteles de Turismo de la República Argentina (AHT).
Un relevamiento de la consultora Focus Market estima que una familia de dos adultos y dos niños necesitará entre $ 2,5 millones, si van en auto, y $ 4,7 millones, si eligen ir en avión, para pasar una semana en Bariloche (del 7 de julio al 1 de agosto). Esa cifra contrasta con un promedio de casi $ 5 millones para ir a Río de Janeiro y más de $ 12 millones para visitar Miami.
Los argentinos siguen llegando a Bariloche, pero cambió el perfil de consumo: cada vez más eligen alquilar auto y recorrer la ciudad de forma «libre», en lugar de contratar paquetes de excursiones. Lo que implica más de 40% de ahorro, aunque más esfuerzo para turistear.
Será más un «Bariloche autoservicio», porque, como explica Martín Lago, presidente de la Asociación Empresaria Hotelera Gastronómica de Bariloche, «la gente se va a manejar más ‘sola’, no van a salir siempre a almorzar o a cenar, se van a cocinar más. Se nota que hay más alquiler de departamentos«.

«La mayor concentración de público se da en hoteles de la zona céntrica, a medida que te alejás del centro, por cuestión de logística, geografía y clima, la gente ocupa menos las cabañas y los hostels. Ahí podés encontrar porcentajes de ocupación considerablemente menores, del 60%», detalla Lago.
Por fuera de su belleza incuestionable, ¿qué tiene Bariloche que la hace resistir en este contexto actual y competir con Chile, un destino de nieve hoy en alza?
«Tenemos más 80 años de tradición en turismo, no sólo hemos atravesado vaivenes en cuanto a política económica, sino que pasamos la epidemia Gripe A, volcanes… una pandemia. Hay toda una gimnasia para lidiar con la coyuntura, seguimos sosteniendo la construcción de marca y el nivel del servicio. Por eso, a pesar de todo, podemos ver, por decirlo así, números positivos», cierra Lago.
La «otra nieve»
Según precisó el Indec, en mayo de 2025 ingresaron 572.900 visitantes no residentes por todas las vías de acceso al país y 1.314.700 argentinos viajaron al exterior. En total un saldo negativo de 741.000 personas.

Aunque es claro que todavía nos prefieren, los brasileños que buscan placer en el frío están cada vez más atentos a un destino muy cerca nuestro y que también puede encantarlos: Valle Nevado, en Chile. La clave es que está apenas a 35 kilómetros de Santiago, la meca -para argentinos y brasileños- del shopping.
«Estimamos que los huéspedes sean 85% extranjeros, de los cuales el 60% llegará de Brasil, mientras que entre el 10% y 15% cada uno, lo hará de Chile, Estados Unidos y Argentina, mercado que está mostrando un alto interés por la nieve y que proyectamos siga creciendo”, dice a Clarín Ricardo Margulis, gerente general de Tres Puntas, uno de los resorts del centro de esquí.
¿Por qué esperan más argentinos? «Hoy la situación económica favorece a que viajen a Chile. Pero, además, Valle ofrece un diferencial muy valorado comparado con Bariloche: una experiencia casi all inclusive y no cobramos aparte los pases de esquí».