Una gran persona, un gran policía, un buen padre, un buen amigo. Así es como definen a Marcelo Arizaga (60) las personas que lo conocieron en alguna de sus tantas facetas. Por eso, el dolor es infinito para familiares y amigos de este comisario retirado de la Policía Federal Argentina (PFA), quien fue víctima de una feroz entradera en su casa en Ramos Mejía la madrugada del sábado.
El ex jefe de prensa de la PFA durante la gestión de Román Di Santo falleció producto de los golpes y el estrés que le provocaron los seis delincuentes que habían ingresado a su casa para robarle, y que lo habían dejado maniatado y tirado en el suelo frente a una ventana cuando huyeron del lugar.
Los resultados de la autopsia, a la que pudo acceder Clarín, son contundentes: Arizaga sufrió un infarto que lo llevó a la muerte, no por tener alguna patología previa, sino por la situación de violencia extrema a la que fue sometido. Tenía costillas rotas y varios golpes en su cuerpo.
Si bien había vivido sus últimos años retirado de la fuerza, Marcelo era un hombre recordado, respetado y querido por sus colegas. En su carrera llegó a ocupar el cargo de jefe de prensa de la PFA durante la gestión de Román di Santo. Y fue alguien que supo mantener una buena relación con los periodistas.
“Una pena lo que pasó. Gran persona”, dijo a Clarín Néstor Roncaglia, ex jefe de la PFA y actual ministro de Seguridad de Entre Ríos.
La pasión que movía a Marcelo estaba en la sangre. Era algo compartido con su hermano Daniel, quien en 1982 se recibió en la academia de policía junto a Roncaglia y meses después, en octubre de 1983, murió luego de ser baleado cuando llevaba a su novia a su casa, en Haedo, partido de Morón.
Era oficial ayudante de comisaría 48 y lo atacaron tres ladrones que le pegaron dos balazos (uno en la cabeza). Falleció en el Hospital Churruca.
La historia de inseguridad, muchos años después, volvería a repetirse con un Arizaga, pero esta vez con Marcelo.
Roberto Retrive, amigo de años de Arizaga, lo recordó en diálogo con Clarín: “Marcelo fue un hombre que creció en ambiente policial, padre y hermano también. Ex alumno del Don Bosco de Ramos Mejía, donde crecimos juntos, un tipo que representó el ser salesiano como pocos, muy buen amigo, siempre a disposición para escuchar al otro, gran padre, un buen tipo”.
Y manifestó que lo sucedido con su amigo fue “una muerte muy injusta por cómo era él, pacífico y conciliador, combinación muy difícil de acuerdo a su profesión”.
Marcelo tiene dos hijos varones (de 33 y 28 años) y estaba en pareja con una mujer que, según cuentan a este diario, “atraviesa una situación de salud compleja”.
“Un queridísimo policía federal retirado fue asesinado en La Matanza. Al Crio. Inspector Marcelo Arizaga le entraron en su casa, lo maniataron y lo mataron para robarle”, indicó en un posteo la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, en donde hizo público su reclamo a las autoridades del municipio y de la provincia de Buenos Aires.
Un queridísimo policía federal retirado fue asesinado en La Matanza.
Al Crio. Inspector Marcelo Arizaga le entraron en su casa, lo maniataron y lo mataron para robarle.
Los ciudadanos que viven en La Matanza están librados a la voluntad de los asesinos. El Gobierno de la… pic.twitter.com/SLFfCmtvmX
— Patricia Bullrich (@PatoBullrich) September 27, 2025
El sábado por la madrugada, seis personas entraron en la casa de Arizaga, en Ecuador al 1600, violentando uno de los portones. Un vecino vio al grupo saliendo del lugar, y también un Chevrolet Cruze blanco desconocido estacionado en la puerta.
El mismo vecino fue el que activó la alarma vecinal, que hizo huir a todos los delincuentes. Cuando se acercó a la ventana, vio que Arizaga estaba tirado en el suelo.
Además de activar la alarma, este hombre llamó a la Policía. Los oficiales encontraron que la reja estaba violentada. Adentro, Arizaga estaba maniatado con precintos. Cuando llegó la ambulancia, constataron que ya estaba muerto.
La causa, caratulada como «homicidio en ocasión de robo«, está en manos del fiscal Adrián Arribas, de la UFI de Homicidios de La Matanza. Es el mismo a cargo del conmocionante triple crimen de Florencio Varela.
