Como si fueran snacks o bolsas con semillitas de girasol, miles de blísteres, frascos y cajas con medicamentos fueron trasladados en camiones que no cumplían con las normas de seguridad desde el laboratorio HBL Pharma, investigado por el caso del fentanilo contaminado, hacia un destino alejado del ámbito sanitario: los dejaron en los depósitos en una fábrica de cables, carrocerías y envases industriales.
Según los resultados de los allanamientos ordenados por la Justicia Federal de La Plata, que investiga las causas de la muerte de al menos 53 pacientes de diversos hospitales que recibieron calmantes con fentanilo, en las instalaciones de la empresa Epuyén, dedicada a la fabricación y venta de productos para la transmisión de energía, encontraron decenas de pallets con medicamentos elaborados por HLB Pharma.
Hasta allí llegaron en camiones preparados para el traslado de cereales y alimentos para desayunos o meriendas de la empresa “3 Arroyos”. Esta se dedica a la fabricación de “pochoclos” (copos de maíz), granolas, cereales con formas y otros alimentos de cocina.
El decomiso de esta mercadería y el registro de esta situación irregular consta en las más de 800 carillas en las que se plasmaron los resultados de 22 procedimientos simultáneos que dispuso la Justicia hace 20 días en tres ciudades bonaerenses, CABA y Rosario.
La sospecha de los investigadores apunta a que estos lotes de medicinas habrían sido retirados de la sede que el laboratorio tiene en avenida Tomkinson, de San Isidro, clausurada por ANMAT cuando estalló el escándalo del fentanilo. Una fuente del sector farmacéutico consultada por Clarín aseguró que “entre el 12 y el 23 de mayo” pasado habrían salido “siete camiones” cargados de ese predio industrial.
Llevaban -entre otras formulaciones- omeprazol, diclofenac y un paracetamol que comercializa HLB Pharma bajo la denominación “rotilfa”. En rigor es un anagrama del producto conocido como “Tafirol” del laboratorio Genomma Lab.
En los días que se sospecha se trasladaron los medicamentos, el organismo de control nacional ya había limitado las habilitaciones de HLB Pharma y requerido a todos los centros de salud que se abstuvieran de aplicar el fentanilo de esa marca a los pacientes de todo el sistema sanitario argentino.
A su vez, el juez federal platense Ernesto Kreplak ya había dispuesto el primer allanamiento a esa sede. Las materias primas, productos y sistemas de elaboración deberían haber estado bajo resguardo judicial.
¿Por qué los remedios terminaron en una fábrica de cables?. Porque Epuyén, ubicada en La Reja, partido de Moreno, pertenece a Damián García Furfaro, hermano de Ariel, el propietario del laboratorio investigado por comercializar el opiáceo infectado con dos bacterias que habrían derivado en la muerte de los enfermos asistidos con esa droga.
¿Y por qué usaron camiones de 3 Arroyos para el traslado?. Porque la alimenticia también pertenece a Damián García Furfaro, quien junto con Daniel y su otro hermano, Hernán, fueron embargados por la Justicia y tienen desde el 23 de mayo la prohibición judicial para salir del país.
El grupo familiar empresario tiene una red de vinculaciones con la política, mantuvo negocios con sectores del gobierno kirchnerista y posee sociedades que compartieron con Lázaro Báez, condenado en la denominada “Causa Vialidad” por hechos de corrupción.
Ahora están apuntados por una lista de irregularidades en el manejo de las compañías farmacéuticas y por su participación en las droguerías Nueva Era y Alfarma, que también fueron allanadas y son investigadas en la causa que lleva adelante el juez Kreplak.
Malas prácticas y el “canal K”
Los oficiales que realizaron el procedimiento ordenado por el Juzgado Federal N° 3 de La Plata constataron que en Epuyén había 29 pallets de omeprazol, diclofenac y paracetamol que fueron remitidos a la ANMAT para su análisis correspondiente.

El recorrido desde San Isidro a La Reja no habría aprobado las “buenas prácticas de manufacturación y transporte” de fármacos establecidos por las leyes y regulaciones.
En el país rigen la Ley de Buenas Prácticas de Elaboración de Medicamentos incluidas normativas y guías. La Disposición ANMAT 3827/18 y la Guía de Buenas Prácticas de Fabricación de Medicamentos (Disposición 1281/2019) son las más relevantes. Aquí se establecen los requisitos para la fabricación, control y liberación de medicamentos, asegurando la calidad, seguridad y eficacia.
Algunas de las exigencias que no se cumplieron: el transporte debe tener “temperatura controlada” y “cobertura rígida en todos los lados”. No puede tener lados de lona. El camión de “cereales 3 Arroyos” tenía un plástico ploteado en sus laterales. Además, algunos productos no pueden permanecer “apilados” más de cierto tiempo. Y el traslado de ampollas tiene aún más regulaciones.
Otros interrogantes que surgen de esta maniobra de los dueños de HLB Pharma es para qué sacaron la producción de la fábrica si ya estaba inhabilitada por ANMAT. “Se sabía que el organismo iba a controlar todo y tal vez tenían otras irregularidades en fármacos, más allá de lo detectado en las cápsulas de fentanilo”, dijo a Clarín una de las fuentes del mercado de remedios. consultada.
Tal vez intentarían comercializarlo a través de lo que se conoce en el rubro como el “canal K”. No alude a ningún apellido. Se refiere a los kioscos. “Algunos laboratorios destinan parte de su producción a la red de comercios chicos, por fuera de las farmacias, que venden, de manera ilegal algunos medicamentos”, indicó la fuente.
Es una red que incluye almacenes, supermercados de barrio y kioscos. La ley nacional impide la dispensa de remedios en espacios que no sean farmacias habilitadas. “Esto se puede observar en ciudades chicas del interior que no tienen control de las autoridades”, reconoció el informante.
Nuevo escrito de Furfaro
En las últimas horas ingresó al juzgado de Kreplak otra carta de Nilda Furfaro, madre de los García Furfaro y ex presidenta de HLB Pharma. En ese escrito le pide al magistrado que le habilite un espacio en el predio de la empresa para “recibir los medicamentos que los clientes devuelven” por la decisión de la Justicia y el ANMAT.

Además, la mujer se queja otra vez de las “absolutas falsedades” que se publican sobre las empresas de sus hijos. Y niega que se hayan registrado “desvíos” de la materia prima del fentanilo hacia el mercado ilegal.
También sostuvo que HLB Pharma es un laboratorio que “jamás ha tenido un problema de trazabilidad en sus productos”.
Hace 10 días ya había presentado otro descargo y responsabilizó a la “competencia desleal” de ser la responsable de la campaña de desprestigio de la empresa que alguna vez presidió.