el riesgo de usar cosméticos que les pueden dañar la piel

el riesgo de usar cosméticos que les pueden dañar la piel


Doble limpieza, exfoliante, tónico, esencia, serum, mascarilla, contorno de ojos, crema y protector solar. Esos son pasos de la rutina de skincare coreana que se popularizó en el mundo, en especial durante la pandemia, gracias a las redes sociales y que usan -en su mayoría- mujeres que buscan cuidarse de los efectos del sol, regalarse un mimo después de un día de mucho trabajo o quizás combatir el paso del tiempo.

Pero dermatólogos advierten sobre el uso de cosméticos en la infancia y sus consecuencias, mientras en Estados Unidos prosperan las Sephora Kids: niñas obsesionadas con productos beauty.

Entre el autocuidado, la higiene, el consumismo, la obsesión por la imagen y el deseo de imitar a adultos o influencers, ¿qué sucede cuando las infancias quieren hacerse la rutina de skincare?

En los últimos dos años, en redes sociales empezó a aparecer como tendencia el hashtag #SephoraKids, en el que madres muestran cómo van de compras con sus hijas chicas o preadolescentes, que agarran su propia canasta y corren por la cadena de cosméticos llenándola de productos como perfumes de pelo, brillos de labios, sérums, cremas y todos lo que les resulte llamativo. Las madres pasan la tarjeta de crédito y, al final de los videos, las nenas posan sonrientes con la bolsita de la compra.

“El uso de las redes sociales de los chicos más chicos hace que vean cómo otros se cuidan el rostro o qué es lo popular entre los adultos y quieren copiar eso. Sumado a que ciertas marcas de cosmética están lanzando productos con un marketing aniñado que los hace muy apetecibles para los más jóvenes por los colores y los diseños”, explica Patricia Fernández, cosmetóloga y perfumista conocida en redes como @amadorablog y autora del libro Secretos del skincare.

El problema surge cuando esos productos que usan los niños tienen fórmulas inapropiadas para pieles infantiles, que son más sensibles y que no necesitan principios de ácido hialurónico o retinol.

Estos componentes, que dan mayor elasticidad y firmeza y son aptos para adultos (como es el caso de la vitamina C, los exfoliantes, otros ácidos o las fragancias), pueden causar irritaciones en niños.

Marta La Forgia, médica dermatóloga, dice que empezaron a notar un aumento de casos de dermatitis en niñas. Varias estaban copiando la rutina de skincare de algún influencer de su edad.

La Sociedad Argentina de Dermatología advirtió en un documento titulado Uso de cosméticos innecesarios en preadolescentes que a nivel mundial los profesionales de la salud se encuentran con un incremento en los casos de dermatitis en este grupo etario, causados por productos que no son adecuados para su edad.

Marta La Forgia, médica especialista en Dermatología y Alergia e Inmunología y autora del informe, explicó que “empezamos a notar este aumento en los casos a partir de padres que llevaban a sus hijos al consultorio y que, en su mayoría, estaban copiando la rutina de skincare de algún influencer de su edad”.

Esto le sucedió a Gabriela, madre de Roma, de 9 años: “Una noche en que nos quedamos solas, le propuse a mi hija hacer algo juntas y ella me pidió que nos pusiéramos unas mascarillas. Le dije que ella sólo precisa protector solar. No sé de dónde sacó la idea”.

Redes sociales

La Universidad de Northwestern, en los Estados Unidos, realizó un estudio para hacer una aproximación sobre cómo influyen las redes sociales y los videos de rutinas de skincare. Entre abril y mayo de 2024, recolectaron 100 videos en TikTok realizados por 82 creadores de contenido de entre 7 y 18 años y pudieron observar que un tercio de esos videos eran creados por niños de menos de 13 años.

Cada clip tiene un promedio de 6 productos cosméticos con un costo promedio de 168 dólares por cada rutina; solo en un cuarto de los videos se usa protector solar y, entre los 25 más vistos, había entre 11 y 21 principios activos que irritarían la piel.

“Hay un sentimiento aspiracional de quedarse detenido en la infancia y esa disociación me parece mentalmente negativa. Se ponen estándares imposibles y el paso del tiempo es algo inevitable”, opinó La Forgia. Además, en su paper hizo hincapié en que las redes y los niños influencers son seguidos por otros usuarios de su misma edad que desean productos y rutinas para no quedarse fuera de la moda.

Marcas extranjeras apuntan con su marketing y en redes a un público infantojuvenil. Drunk Elephant, que utiliza envases de colores vibrantes, dice que sus productos pueden ser utilizados “por cualquiera que tenga piel”, aunque advierte que no recomienda que se apliquen los que contengan principios activos.

La marca Bubbles directamente tiene una pestaña en su sitio para “sub 14”, pero tanto esa línea como la de adultos tiene un marketing que incorpora al diseño personajes de películas animadas.

La moda del spa de nenas debe ser bien supervisada por adultos. Foto ilustración: Shutterstock.

La médica señaló que en los niños las rutinas deben ser muy sencillas, con “un limpiador que tenga compatibilidad con el pH de la piel para que se mantenga la barrera y la microbiota”, descartando los jabones para manos que, al ser alcalinos, pueden producir irritación. Y el otro producto necesario, añadió, es el protector solar, que debe ser renovado cada dos o tres horas o después de mojarse. “Esto es algo que, por suerte, hoy los jóvenes tienen mucho más incorporado. Antes no existía esta relación tan estrecha entre el riesgo de la exposición solar y la aparición de cáncer de piel o fotoenvejecimiento”, sostuvo.

Según La Forgia, “en los productos para preadolescentes también es bueno que tengan un perfil no comedogénico, es decir, que no produzcan oclusión de los poros. Esto es un valor adicional para evitar la aparición de lesiones de acné”. Y explicó que la piel y sus necesidades cambian con la edad debido al desarrollo hormonal.

Spa de nenas

En la Argentina no hay tiendas como Sephora, aunque sí productos aptos o creados para pieles infantiles, como protectores solares pediátricos o líneas cosméticas de formulaciones sencillas que pueden usar pieles sensibles. Pero hace años surgió un emprendimiento que liga al mundo beauty y las infancias: los cumpleaños celebrados como spa de nenas.

Vale poner un ojo en el impacto en la imagen corporal y cuándo algo deja de ser un hábito o una moda para convertirse en una obsesión y en una carrera por imitar a un filtro de red social.

En distintas cuentas que promocionan estos eventos, la homenajeada y sus invitadas son enfundadas en batas y vinchas de toalla, posan con mascarillas para el rostro y los ojos cubiertos con rodajas de pepino o se relajan en colchonetas mientras remojan los pies en palanganas. Todo rosa, por supuesto.

Para Gabriela, este tipo de propuestas “lejos de promover el juego o la diversidad de expresiones, terminan reforzando modelos tradicionales de género y estereotipos ligados a un ideal de belleza”, pero afirmó que “a veces a las madres nos toca ceder” cuando llegan estas invitaciones de amigas de sus hijas. Pero le preocupa que a los 9 años Roma ya dijo alguna vez que “es fea, le falta algo o que tiene bigotes”.

Victoria, de 9 años, fue invitada a un spa de nenas y terminó con los cachetes brotados. “No sé bien qué fue de lo que le pusieron, pero le quedó la cara roja”, contó su mamá, Natalia.

La Forgia advirtió que estas reacciones en la piel pueden ser causadas también por las pinturas utilizadas en fiestas infantiles en las que se realiza maquillaje artístico tanto a niños como a niñas.

Belén Trochel, que hace dos años lleva adelante su emprendimiento @spadenenass, explicó que en los eventos que organiza no se incentiva a las niñas a que se hagan una rutina de skincare, sino que “nos enfocamos en que solo necesitan limpieza, hidratación y protección” y en la relajación.

“Es el momento que tienen ellas para conectar con su respiración, promovemos dejar el teléfono, que se tomen un momento para ellas mismas”, dijo.

Alejandra es madre de Emma, de 7 años, y organizó un cumpleaños en el que se encargó ella misma de hacer el spa. “Solo permitimos que usen productos aptos para niñas que no contengan hormonas o químicos que dañen su piel”, indicó.

El límite entre el cuidado necesario de la piel y el deseo de la rutina es claro: “Emma usa algunas brumas que calman la piel o cremas que me indica el pediatra porque tiene la piel atópica. Con la manteca de cacao dejo que elija una con color. Nada más”.

El deseo por la belleza no es patrimonio exclusivo de los adultos. Hace no tanto tiempo, las niñas codiciaban los zapatos de taco alto de sus madres o abuelas que se probaban a escondidas aunque les quedaran varios talles grandes.

Momentos en los que llevar las uñas pintadas a la escuela primaria era transgredir la norma. Y nunca pasó de moda las ganas de pasarse un labial, aunque el resultado final fuera más parecido al maquillaje del Guasón.

Esos objetos de deseo, vinculados a un momento lúdico en el que se imitaba a un adulto, son cambiados por productos costosos, para uso diario y, en la mayoría de los casos, innecesarios. Y ante el pedido de comprar cosméticos, los adultos podrían decir que no.

También vale poner un ojo en el impacto en la imagen corporal y cuándo algo deja de ser un hábito o una moda para convertirse en una obsesión y en una carrera para alcanzar cuerpos y rostros alterados con filtros de las redes sociales.

El acompañamiento de los padres es central, resaltó Fernández. “No sólo en lo que consumen, sino también dónde. Los chicos tienen celulares y redes a edades más tempranas y acceden a ese contenido que les parece llamativo. Hay que estar atentos, poner filtros y acompañar”, aconsejó.

Para la cosmetóloga y perfumista, es importante hacer hincapié en lo positivo: aprovechar el interés en el tema para enseñarles a las infancias sobre higiene y el autocuidado. “No hay que negarles categóricamente el acceso al skincare, sino que se le puede adaptar a su edad y a su tipo de piel”, opinó.

Las nenas quieren imitar a los adultos y a otros influencers de su edad en las redes. Foto ilustración: Shutterstock.Las nenas quieren imitar a los adultos y a otros influencers de su edad en las redes. Foto ilustración: Shutterstock.

La clave es consultar con el pediatra y el dermatólogo para evitar cualquier tipo de riesgo. La Forgia, por su parte, advirtió: “Ante la duda, primum non nocere, primero no dañar”.