el sábado lo enfrentará en el Kempes

el sábado lo enfrentará en el Kempes

Para mirar a Scott Barrett de cerca, la nuca se pega con el cuello. Es preferible hablarle a una de distancia de dos metros -casi su altura-, para lograr una visual más cómoda en una charla. El capitán de la selección de rugby de Nueva Zelanda fue el encargado de conversar con la prensa que, a excepción de un medio de ese país, era netamente argentina.

A un costado del campo de juego en el que el sábado Los Pumas y All Blacks iniciarán su camino en el Rugby Championship, Barrett contesta con cortesía cada una de las preguntas y le sube el precio al partido. No necesita decir que su selección está un escalón por encima y prefiere pensar en un partido semejante al recuerdo de su primer test match contra la Argentina. «Terminé y sentí como si estuviese enfermo por el cansancio y los golpes. No espero otra cosa el sábado», admitió.

Barret sabe lo que es perder contra Los Pumas. Son pocos los All Blacks que mordieron el polvo contra el Seleccionado que ahora entrena Felipe Contepomi, artífice de la última victoria, el año pasado. Imposible, que los argentinos pasen desapercibidos en el radar de una generación de jugadores neozelandeses que no una, sino tres veces en los últimos cinco años, cayeron ante la albiceleste.

A su turno, este diario entonces quiso saber si esas derrotas, antes impensadas, les habían modificado el pensamiento sobre la clase de equipo al que se enfrentan cuando lo hacen con Los Pumas.

«Creo que ya no se puede hablar de sorpresa. Hay gente que tal vez no considera a Los Pumas como un rival difícil, pero terminaron peleando el tercer lugar en el Mundial. Son un equipo de calidad, muchos jugadores llevan mucho tiempo jugando juntos y Felipe (Contepomi) como entrenador ha demostrado un gran liderazgo y un juego peligroso. Por supuesto que le tenemos respeto a estos Pumas«, admitió.

Para un All Black no debe haber otra cosa mejor que otro All Black, pero tal vez por eso de las derrotas ante Los Pumas que de 2020 en adelante se dieron cada dos años, Barrett se tomó una pausa de 10 segundos en estricto silencio para contestarle a Clarín a qué jugador argentino sumaría como compañero.

«Chocopares, yeah«, soltó después de meditarlo y elegir en un pan y queso imaginario a Santiago Chocobares, el centro argentino que jugará su primer partido del año con Los Pumas justamente el sábado ante los All Blacks y a quien el segunda línea definió como «un gran jugador».

Para Barrett, el sábado no jugarán solamente contra Los Pumas, sino también contra el público, que será mucho ya que se espera un estadio repleto.

«Siempre es apasionado el público en la Argentina, así que en los primeros minutos queremos dejar callada a la agente para que no cargue de energía a Los Pumas», consideró como estrategia fundamental.

Pero, claro, no la única. Barrett también analizó técnicamente al equipo que dirige Felipe Contepomi y ofreció otros aspectos que también atenderán desde el primer minuto.

«Sé de la importancia que tiene para Los Pumas las formaciones fijas y como les afecta psicológicamente ese dominio y nuestra misión es no dejar que se fortalezcan. El banco está preparado para entrar con la misma idea y nosotros tenemos que impedir que tomen confianza», analizó.

Barrett conoce a sus viejos rivales, pero también a los más jóvenes. Sabe del recambio que propuso Contepomi desde su llegada y cree que los nuevos pueden ser tan o más peligrosos que los ya conocidos.

Somos dos equipos a los que les gusta jugar así que va a ser un buen espectáculo. Lo más importante va a ser la disciplina y el territorio. (Pedro) Rubiolo, (Guido) Petti en el banco, (Pablo) Matera, Julián (Montoya) son jugadores importantes. Pero también hay nuevos jugadores y esos son los que van a hacer la diferencia», pronosticó.