En el Suplemento Cultura de Diario PERFIL ofrecemos cada semana «Narcolepsia. Coordenadas para una aproximación a la poesía», y el elegido en esta ocasión es «En cada teja…», del francés Pierre Reverdy:
En cada teja
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que se desprendía del tejado
se
había escrito
un poema
La canaleta está bordeada de diamantes
los pájaros los beben
(Trad. Juan Arabia)
Pierre Reverdy (1889, Narbona — 1960, Solesmes) fue un poeta y moralista francés que reflejó primero la influencia cubista y luego la surrealista. La dificultad de sus poemas limitó su público. Fundó una revista de corta duración, Nord-Sud (1916), para promover el cubismo. Tras inclinarse por el surrealismo en la década de 1920, retomó las técnicas poéticas de inspiración cubista. Reverdy publicó Étoiles peintes (1921), Les Épaves du ciel (1924) y Flaques de verre (1929). En 1926 se retiró a la Abadía de Solesmes, donde permaneció hasta su muerte. En soledad se dedicó a la búsqueda del significado espiritual del mundo físico, expresando esta vocación en las disciplinadas máximas de Le Gant de crin (1927) y Le Livre de mon bord (1948).
En Self defense; critique — esthétique (1919), Reverdy había postulado ya algunos de sus avances técnicos en el género: “Mientras otros empleaban maquetaciones tipográficas cuyas formas visuales introducían un elemento extraño en la literatura, creando una deplorable dificultad de lectura, yo creé una maquetación cuyo propósito puramente literario era la novedad de sus ritmos, una indicación más clara para la lectura y, finalmente, una nueva puntuación, pues la antigua había desaparecido gradualmente por su inutilidad en mis poemas. Esta maquetación respondía simultáneamente a la necesidad de llenar la página con algo nuevo, una página que había sido discordante desde que los poemas de verso libre la convirtieron en un marco asimétrico”.










