En Rumania no hay cabida para la Derecha Fest | Más de la mitad de la población valora el comunismo

En Rumania no hay cabida para la Derecha Fest | Más de la mitad de la población valora el comunismo

Esta tarde en Córdoba comienza, como dicen sus organizadores libertarios, «el evento más anti-zurdo del mundo», que incluye una buena cantidad de charlas contra lo que consideran el mal del mundo: el comunismo. Sin embargo, desde la lejana y vieja  Europa del este llega una mala noticias para los anti-zurdos. Según una encuesta en Rumania el 66 por ciento de sus habitantes considera que el exlíder comunista Nicolae Ceausescu fue un «buen líder», y más de la mitad (55,8 por ciento) cree que el comunismo fue beneficioso para Rumania. 

La noticia generó inquietud en el gobierno local porque el trabajo fue realizado por el centro demoscópico INSCOP Research, en colaboración con el Instituto para la Investigación de los Crímenes del Comunismo y la Memoria del Exilio (IICCMER), que analiza el peso de la nostalgia comunista en la sociedad rumana. Bueno, todo indica que pesa cada vez más. 

El trabajo determinó además que solo una cuarta parte de los encuestados calificó a Ceausescu como un mal dirigente, mientras que el 34,5 por ciento valoró negativamente al régimen.

Por el contrario, según señala la agencia EFE, casi la mitad de los encuestados considera que la vida era mejor antes de 1989, cuando cayó el régimen comunista. Es más, un 75 por ciento afirma que había más seguridad y dos tercios consideran que el Estado cuidaba mejor a los ciudadanos.

El resultado generó preocupación en el gobierno rumano, sobre todo porque Ceausescu murió fusilado en 1989 junto a su esposa acusado de ser un dictador. 

«La nostalgia funciona como un mecanismo compensatorio ante los agravios actuales», explicó Remus Ștefureac, director de INSCOP, quien atribuye este fenómeno tanto a recuerdos idealizados como a campañas de desinformación internas y externas.

El actual presidente de Rumania, Nicusor Dan, es considerado como un político centrista, proeurope, militante anticorrupción y fue alcalde de Bucarest. 

Cuando Dan conoció el resultado de la encuesta coincidió con el instituto INSCOP en cuanto a las razones de esta opinión: «Esta falsa imagen del periodo comunista también se mantiene mediante campañas de desinformación, que intentan socavar los valores democráticos y presentar un pasado bellamente presentado, mientras ocultan la verdad sobre la represión, el miedo, el hambre y la falta de libertad».