Francia Márquez ha asegurado este domingo que no ha participado en ningún complot para derrocar a Petro, tal y como afirmó Álvaro Leyva en Estados Unidos y en otras conversaciones que mantuvo con otros actores a los que quiso involucrar. “No existe la posibilidad de que me prestara a conspiraciones”, ha dicho la vicepresidenta de Colombia a raíz de la exclusiva de EL PAÍS. “Tengo la conciencia tranquila, la mente clara y el corazón firme. Respeto profundamente el orden constitucional, y dentro de este, la figura del presidente de la República como símbolo de la unidad nacional”, ha añadido.
La revelación de unos audios en los que Leyva explica su plan ha provocado un terremoto en Colombia. En ellos, el excanciller se da un margen de 20 días para derrocar al presidente con la ayuda de la Casa Blanca. Se reunió con asesores de dos congresistas republicanos, Mario Díaz-Balart y Carlos Antonio Giménez, a los que aseguró que Petro era alcohólico y drogadicto y que no estaba en condiciones de ejercer el cargo. “Hay que sacar ese tipo”, se le escucha decir a un interlocutor no identificado.
El político, de 82 años, habló de un acuerdo nacional que impulsase la salida de Petro. Pensó también en involucrar a Vicky Dávila, precandidata, y al también aspirante Miguel Uribe, que se encuentra en coma por un atentado en su contra. Dávila ha negado en X haberse prestado a ninguna conspiración y no hay pruebas de que lo haya hecho Uribe. “Leyva es un mitómano, muy mentiroso, pero los audios han demostrado que es verdad que se ha tratado de ejecutar un golpe de Estado en mi contra”, ha dicho Petro en una conversación con este corresponsal.
En una de las grabaciones, Leyva da a entender que tiene vía libre de Márquez. Lee unos mensajes que mantuvo con ella. Concluye él mismo: “Está jugada”. La vicepresidenta defiende que eso no es cierto. “El 7 de agosto de 2022 hice un juramento solemne ante el Pueblo colombiano: defender la Constitución y las leyes de la República de Colombia. Desde entonces, he caminado con la convicción profunda de que la lealtad a ese compromiso es también la lealtad al Pueblo, a la democracia y a la esperanza de millones de personas que creen en un país diferente”, ha escrito la antigua activista que generó una ola de entusiasmo que la llevó a sacar una gran votación en la consulta de la izquierda, solo por detrás del ahora presidente. En Colombia ha perdido tirón, pero su figura provoca entusiasmo en el extranjero.
“Mi carácter ha sido forjado en la lucha, mi dignidad no se negocia, y mi vocación de servicio no conoce atajos. He disentido cuando ha sido necesario, con respeto y sin estridencias, ejerciendo la crítica como un acto de honestidad y no como una forma de ruptura”, ha declarado en el comunicado.
