“Todos los responsables políticos se van a de vacaciones, algo muy merecido, pero esto es algo que yo no haré”. Con este mensaje ha estrenado el primer ministro francés, el centrista François Bayrou, su canal de YouTube, FB Direct, un formato inédito en su caso, que ha creado para “tener una comunicación directa, sin puesta en escena” con los franceses y defender el impopular paquete de recortes presupuestarios que presentó hace un mes.
En los vídeos, Bayrou, que aparece siempre en primer plano, con camisa y corbata, se dirige a los internautas con tono cercano pero solemne. “Tengo la certeza de que no hay otro camino que este esfuerzo, que es soportable y elegido, porque los días que vamos a vivir durante estas semanas de finales de agosto y principios de septiembre serán absolutamente cruciales. Es el momento en el que nos lo vamos a jugar todo, y si alguien cree que me equivoco, que se exprese”, explica en su primer vídeo. Se publicó hace una semana y tiene 124.000 visualizaciones.
La ley de presupuestos de 2026 presentada hace un mes incluye recortes de 44.000 millones de euros y va a congelar el gasto, aunque las medidas que más reacciones han suscitado son la de suprimir dos días festivos del calendario o la de recortar 3.000 puestos de empleo público. “Un año en blanco”, como lo definió Bayrou, que lo justifica en la urgencia de reconducir la abultada deuda y el déficit que tiene el país.
La deuda francesa alcanza los 3,3 billones de euros y el déficit, que es del 5,4% del PIB este año, se encuentra muy por encima del objetivo del 3% que marca la UE para 2029. Este endeudamiento es una amenaza, pero “no en un futuro, sino hoy”, recuerda Bayrou.
El Gobierno es consciente de que es difícil que pueda sacar adelante la ley. Esta se vota en otoño. Toda la oposición ha expresado su rechazo al paquete tal y como está planteado y amenazan con censurar su Gobierno. También Reagrupamiento Nacional, el partido liderado por Marine Le Pen, que hasta ahora se ha abstenido de votar a favor de las ocho mociones de censura que se han presentado contra Bayrou.
“Intento miraros a los ojos. Depende de cada uno de vosotros. Si no aceptamos este esfuerzo en su conjunto, este se puede mejorar o reequilibrar, estoy abierto a todas las propuestas (…) Pero si no aceptamos la dimensión del esfuerzo, ya os digo que cualquiera que sea el Gobierno que me suceda, estaremos obligados, forzados a hacerlo por el hecho de que no encontraremos prestamistas”, insiste Bayrou en su primer pódcast.
Ya se han emitido cinco vídeos, de entre cuatro o cinco minutos. Los internautas también pueden hacerle preguntas, que responde en los sucesivos. En el quinto, por ejemplo, se dirige a Sophie Binet, la secretaria general de la CGT, el sindicato con más peso del país y que ha anunciado movilizaciones este otoño en contra de la ley. Binet había acusado al Gobierno de querer aprobar su paquete de recortes por la fuerza. “Esto no es verdad”, le recrimina. “Hay dos etapas antes de eso. Primero, la propuesta del Gobierno a las organizaciones sindicales para dialogar”, señala.
La propuesta que ha generado las reacciones más airadas es la de suprimir dos días festivos del calendario, el Lunes de Pascua y el 8 de mayo, fecha en la que se celebra el fin de la Segunda Guerra Mundial. El primer ministro, que ha invitado a los sindicatos a negociar a lo largo de septiembre sobre este asunto, habla de ello en su segundo pódcast, dedicado a la temática “producir más”.
“Francia produce menos que sus vecinos europeos (…) Producir más implica trabajar más y a partir de esta idea propuse la medida controvertida de recortar los días festivos, podemos negociar cuáles (…) Si este esfuerzo nos permite salir de las dificultades, creo que es algo aceptable que no implica renunciar a nuestro modelo social”, dice.
El Gobierno no tiene mayoría en la Asamblea y tanto la izquierda como la extrema derecha han dicho que no van a apoyar el paquete. El Ejecutivo puede utilizar el artículo 49.3 de la Constitución, que permite sacar adelante un texto sin voto parlamentario, aunque esto sería visto como un acto de fuerza e inflamaría las calles. El Gobierno anterior, el del conservador Michel Barnier, cayó el pasado diciembre, precisamente cuando invocó este artículo para aprobar las cuentas de este año, que ya incluían los mayores recortes desde la Segunda Guerra Mundial.