Julieta Silva (37) admitió haber ejercido violencia contra su actual marido Lucas Giménez (42) y consiguió una condena menor de los cargos de los que se la acusaban, por parte de la Justicia Penal de San Rafael, Mendoza. La mujer había cumplido una condena previa por atropellar y matar a su novio, el rugbier Genaro Fortunato, en 2017.
Este miércoles por la mañana, en un juicio abreviado, el juez correccional Claudio Gil encabezó la audiencia por el caso Silva y condenó a la mujer a nueve meses en prisión bajo la modalidad «domiciliaria», según informó el Ministerio Fiscal de Mendoza.
Durante la audiencia, Silva admitió frente al juez, la fiscalía y la querella, haber golpeado y maltratado a su marido en una discusión en el domicilio que compartían. Recibió la condena por «lesiones leves agravadas por el vínculo». Y fue sobreseída de otros delitos, como privación ilegítima de la libertad y desobediencia. El marido la había denunciado de haberlo tenido secuestrado en el baño de la casa.
«Aclaramos que la Fiscalía había solicitado el cumplimiento de dicha condena de manera efectiva, en tanto que el juez, en su carácter de Juez de Ejecución, dispuso que sea prisión domiciliaria», informó la Fiscalía. La mujer tiene una hija de dos años, por eso accedió al beneficios carcelario de cumplir condena en su domicilio. Además, Silva es mamá de dos varones adolescentes, de su primer matrimonio.
En la condena, Silva fue declarada «reincidente en relación a haber ejercido lesiones leves agravadas contra su marido».
Julieta Silva fue condenada en 2017 por atropellar y matar con su auto a su novio, el rugbier Genaro Fortunato (25), a la salida de un boliche, después de una discusión.
Silva fue declarada culpable de matar de manera accidental a Fortunato. Fue condenada a tres años y nueve meses en prisión por el homicidio culposo, agravado por conducción imprudente, negligente o antirreglamentaria de un vehículo y una inhabilitación de ocho años inhabilitación para manejar.
En 2020, recuperó la libertad y volvió a formar pareja con Giménez. Se casaron y tuvieron una hija, que ahora tiene dos años. En julio de 2025, volvió a la cárcel por agredir y hostigar a Giménez.
Sus abogados actuales, el mediático porteño Roberto Castillo y la local Agostina Torti, plantearon a la Fiscalía resolver el caso en un juicio abreviado. Fue una estrategia acertada porque consiguió una pena menor a un año. Y Silva podrá cumplir la sentencia en su domicilio, como ahora, monitoreada con tobillera electrónica.
