la ingeniería para reformar el Autódromo Gálvez que invita a soñar con el regreso de la Fórmula 1

la ingeniería para reformar el Autódromo Gálvez que invita a soñar con el regreso de la Fórmula 1

El deporte motor argentino celebró este lunes la confirmación del regreso del MotoGP a Buenos Aires después de 28 años. Será en 2027, con un Gran Premio que se correrá en marzo o abril en un renovado Autódromo Oscar y Juan Gálvez. El «Coliseo porteño» de la velocidad sufrirá una importante transformación, de la mano de una eminencia en materia de diseños de circuitos en el mundo, que no solo garantizó la llegada a la ciudad de la categoría más importante del motociclismo mundial, sino que volvió a encender la ilusión por una posible vuelta de la Fórmula 1 a Argentina.

Es que una de los principales «obstáculos» que hay que superar para que el país vuelva a ser sede de una cita del Gran Circo tiene que ver con la falta de un trazado que cumpla los requisitos de la Federación Internacional del Automóvil en cuanto a seguridad, diseño e infraestructura. Por eso, cuando el Gobierno porteño y el Grupo OSD, que fue el promotor del paso del MotoGP por Termas de Río Hondo entre 2014 y este año, comenzaron las charlas para el desembarco en la ciudad con Dorna Sports, dueña de los derechos de la principal divisional del motociclismo, proyectaron más allá y apostaron por una remodelación del autódromo que les permitiera soñar también con la Máxima del automovilismo.

La clave fue poner el proyecto en manos de Hermann Tilke y su empresa Tilke Engineers & Architects, responsable de diseñar y adaptar muchos de los actuales circuito de F1 del mundo. Y el reconocido ingeniero alemán desarrolló una propuesta que ya recibió el visto bueno de la Federación Internacional de Motociclismo para hacer realidad el GP de 2027 y que está muy cerca de obtener el de la FIA.

«Tenemos un proyecto de dos fases. La fase 1 está enfocada en lo necesario para disputar el MotoGP dentro de dos años y la fase 2 para la Fórmula 1. Lo que hagamos a partir de hoy se considera un posible avance hacia la llegada de la máxima categoría», explicó Tilke durante la conferencia de prensa que se realizó este lunes en el Gálvez, de la que también participaron Jorge Macri, jefe de Gobierno porteño; Fabián Turnes, secretario de Deportes de la ciudad, y Carlos Ezpeleta, director deportivo de Dorna.

«Estamos trabajando para conseguir las dos licencias, Full Grado A para la MotoGP y Grado 1 para la Fórmula 1. Ya tenemos el permiso de la FIM. Conseguir la homologación es un proceso, como un ping pong, ida y vuelta. Con la FIA estamos en ese proceso, nos falta poco. Entendemos que van a decir que sí», aseguró Tilke.

«Fuimos sede de diez Grandes Premios de MotoGP y volveremos a disfrutar de esas máquinas corriendo a más de 300 kilómetros por hora en nuestro circuito después de 28 años. Pero no nos conformamos con eso, nos desafiamos para ir por más», comentó Macri.

Y agregó: «Este es un primer paso para postular a Buenos Aires nuevamente como sede de la Fórmula 1. A partir de octubre vamos a llevar adelante una remodelación grande, cuidando al mismo tiempo el el espíritu de un lugar histórico, en el que corrieron Fangio, Reutemann, Schumacher. Así posicionaremos al Gálvez otra vez a nivel de los grandes centros de competición, llevándolo a estándares internacionales».

«El nuevo circuito está diseñado para MotoGP pero pensado también para la Fórmula 1. Es casi el mismo trazado, pero hay dos curvas un poco más anchas para la F1, por un tema de seguridad, y es un poco más largo, casi 500 metros», afirmó Tilke sobre un trazado cuyo dibujo -que será nuevo, pero lo más parecido posible al original- se dio a conocer poco después.

Como contó el ingeniero alemán, se utilizará la base de los circuitos 8 y 6 actuales y se adaptará a los requisitos de seguridad de las dos máximas categorías. La recta de boxes y su tribuna se conservarán, la horquilla se usará sólo para el recorrido de la F1 y habrá muchas más áreas para espectadores, entre ellas una «Viewing Hill» (Colina de observación) que tendrá una vista casi de 360 grados de la pista.

«No solo se trata del tema de seguridad, es mucho más compleja la remodelación para crear un circuito interesante. Habrá cambios importantes. Según la regulación la pista tiene que tener 12 metros de ancho y esta tiene solo 10. Además de los edificios y de la infraestructura, debemos hacer un paddock mucho más grande, más moderno y con la última tecnología», explicó Tilke.

La inversión será de aproximadamente 150 millones de dólares; los trabajos comenzarán entre octubre y noviembre y el nuevo autódromo estará listo para recibir el MotoGP en 2027.

Cuando se completen las obras de remodelación y se consiga la homologación de la FIA se habrá solucionado uno de los obstáculos más grandes para intentar recuperar la fecha de F1. ¿Qué faltaría para concretarlo? De acuerdo a quienes tienen más llegada en la categoría reina, el interés de la FIA está, potenciado por la aparición de Franco Colapinto y la conocida pasión de los argentinos por el deporte motor.

Habría que encontrar entonces los fondos para pagar el canon de la categoría, unos 40 millones de dólares por año con contratos de entre tres y cinco años, para lo que habría importantes empresas privadas dispuestas a invertir. Y esperar que se abra un hueco en un calendario que ya tiene seis citas en el continente americano -tres en Estados Unidos, una en Brasil, una en México y otra en Canadá- y apunta a «colonizar» nuevos destinos, con un interés especial en África.

Y mientras se ilusionan con el regreso de la F1 -aún un poco lejos-, los fanáticos fierreros porteños podrán volver a disfrutar en dos años de la máxima competencia del motociclismo en el “Templo de la Velocidad” de Buenos Aires. Un lujo por el que esperaron 28 años.