«Lo que me dicen todos es que es un chico muy violento, que busca peleas y discusiones con cualquiera», dijo Beatriz Acuña cuando le preguntaron por Gastón Zárate, más conocido como «El Perejil» del caso Nora Dalmasso.
Beatriz es la mamá de Rubén Ezequiel Acuña Ustarroz, de 37 años, asesinado este fin de semana después de un partido de fútbol en Río Cuarto, Córdoba. “Mi hermana se va a encargar de una marcha, pero ¿para qué? No me lo van a devolver más”, dijo desgarrada en una entrevista al programa Arriba Córdoba de El Doce.
Rubén estudiaba ingeniería en electricidad y le faltaba una materia para recibirse. Trabajaba en obras y para empresas haciendo instalaciones. Fue el sábado cuando, como todas las semanas, fue a jugar al fútbol en el complejo deportivo El Águila, en calle Río Negro al 1600, en Río Cuarto.
«Se conocían de ahí de la cancha, iba de vez en cuando a jugar para distraerse un poco porque estudiaba y trabajaba. Su cable a tierra era ese, una hora, porque las canchas las alquilan por ese tiempo. Él no se quedaba después porque no toma, no sale», contó Beatriz en presente, todavía sin creer lo que pasó con el hijo que adoptó junto a su marido.
Entre las versiones que replicó la mujer y que todavía son materia de investigación contó que los amigos relataron que habían discutido dentro del partido y que fue después, a la salida, por lo que no tenía claro qué había ocurrido.
«Él alguna vez me hizo un comentario: ‘Es tan carteludo ese chico, tiene de todo ese chico, no respeta, le putea la madre a los compañeros’. Siempre jugaron en contra pero me contó que hace 15 días habían jugado de compañeros. Por eso no me explico, él jamás llega ni siquiera a una discusión, por eso no entiendo, lo conoce de ahí de la cancha», intentó reconstruir la mujer que dijo desconocer a qué se dedica o dónde vive actualmente Gastón Zárate.
La discusión que derivó en la agresión con un hierro en la cabeza habría sido en la puerta de las canchas de fútbol y hay imágenes de cámaras de seguridad, según confirmaron fuentes de la investigación.
Gastón Zárate no estaba solo, sino con sus hijos de 15 y 17 años, que fueron demorados porque participaron del momento del crimen pero fueron liberardos horas después.
Fuentes judiciales confirmaron que Zárate está imputado por homicidio. Este lunes tendría que designar su abogado defensor y una vez que esté confirmada su defensa se pondrá fecha de audiencia para la declaración indagatoria. Además realizaron exámenes toxicológicos y tomaron testimonios de los testigos.
El fiscal Javier Di Santo, de la fiscalía del segundo turno de Río Cuarto quedó a cargo de la investigación. Casualmente es el mismo fiscal que en 2007 había ordenado la detención de Zárate en la causa Nora Dalmasso.
Zárate había sido noticia en 2007 cuando una cuestionada investigación policial decidió incluirlo en la causa por el crimen de Nora Dalmasso.
En noviembre de 2006, con 28 años y mientras esperaba a su primer hijo, trabajaba como pintor en el country Villa Golf Club de Río Cuarto, donde fue abusada y asesinada Dalmasso en un crimen que todavía sigue impune.
Los vecinos de Río Cuarto se concentraron en la que denominaron «la marcha del perejilazo». Muchos fueron con ramos de perejiles y carteles que decían que Zárate, imputado por homicidio agravado, abuso sexual y hurto por escalamiento, era inocente. Finalmente, solo estuvo detenido 24 horas por falta de pruebas en su contra.
En 2022, durante una entrevista con Clarín, Gastón Zárate contaba cómo fue su vida post caso Nora. Resumía sus días con frases contundentes, como: «Me cambió el temperamento. Yo era mucho más tranquilo. Hoy me putean por la calle y me peleo.»
«Lo que me molesta es que cada vez que aparezco en los medios aumenta la gente que me jode. A mí y a mi mamá. Tuve muchos quilombos por las cosas que nos gritan en la calle. Me dicen violín, asesino… Barbaridades. Y me termino peleando. En estos años me tocó pelear más veces que en toda mi vida, por las cosas que me gritan. O por lo que le dicen a mi mamá. En la esquina de mi casa nueva me escribieron ‘asesino’ con aerosol», había contado.