las razones por las que en Argentina los relojes marcan que es verano todo el año

las razones por las que en Argentina los relojes marcan que es verano todo el año


“Reloj no marques las horas porque voy a enloquecer (…)”, canta Luis Miguel en sus conciertos, una versión original de El Reloj, el gran bolero creado en 1956 por Luis Cantoral, uno de sus integrantes del exitoso grupo mexicano Los Tres Caballeros.

En efecto, los argentinos vivimos “enloquecidos” con el reloj, mejor dicho, con la hora actual. Hace más de 15 años que la Argentina no modifica su huso horario en todo su territorio nacional. Peor aún, vivimos con el huso horario de verano, una hora adelantada al horario oficial (-4 Universal Coordinated Time), al Oeste del meridiano de Greenwich.

Ha pasado mucho tiempo del último ajuste estival, pero los argentinos se (mal) acostumbraron a vivir con este huso horario (-3 UTC) que no se modifica desde 2010 y que, en cierto modo, repercute en el ánimo y en la vida de cada individuo generando el denominado jet lag social.

Este fenómeno incluye trastornos y menos horas de sueño, desconcentración y depresión, consumo de estimulantes (cigarrillos, alcohol y cafeína), mayor cantidad de accidentes de tránsito y mal desempeño en los exámenes en el caso de los jóvenes y adolescentes, entre otros factores, a causa del adelantamiento de la hora respecto a la luz solar.

Además, se producen horarios más tempranos o tardíos entre las personas en función de la preferencia horaria de cada individuo. Esto es el horario corporal, también conocido como cronotipos, según los especialistas.

Es más, la actividad se reduce en invierno: muchos comercios cierran sus persianas más temprano cuando cae el sol, ante la crisis económica o por cuestiones de seguridad.

Mantener el huso horario de verano genera el denominado jetlag social.

Pese a los proyectos de Ley presentados en los últimos años, Argentina no volvió a su huso horario oficial aunque el Artículo 1 de la Ley 26.350 sancionada en 2007 por el Congreso Nacional indica que el Huso Horario Oficial es de Tres (3) Horas al Oeste del meridiano de Greenwich y en verano podría pasar a (-2 UTC), en todo el territorio nacional. Solamente el Poder Ejecutivo podrá modificarla.

Según un artículo publicado por Le Monde Diplomatique sobre el horario largamente adelantado en Argentina, pasar de -3 (UTC) a -2 (UTC) en verano tan solo registró un aumento entre un 0,4% y 0,6% de energía.

Actualmente, nos encontramos en (-3 UTC), cinco horas menos que en Europa occidental (en abril de este año adelantó el reloj una hora por el verano), cuatro menos que Londres y tan solo una hora más que Nueva York, algunas de las ciudades que mantienen sus respectivos husos horarios, por citar algunos casos.

Lo concreto es que el -3 UTC actual nos coloca en el océano Atlántico, geográficamente a la altura de Río de Janeiro o de Natal, en Brasil, en lugar de tener la hora real u oficial. Por ejemplo: cuando son las 12 del mediodía, el sol no se ubica en lo más alto, sino hacia un costado ya que no ha llegado a su punto máximo.

Pero desde hace 15 años almorzamos cuando en realidad son las 11 de la mañana. Lo mismo ocurre a la tarde, cuando el sol cae a las 18 en invierno y ya es de noche aunque, en realidad, son las 17 si nos fijamos en el huso horario “nuestro”, el de las -4 -UTC, el verdadero.

Así las cosas, la última vez que el Poder Ejecutivo estableció un horario de verano fue mediante del decreto N°693 de 2008. Se fijó un periodo estival que finalizó en marzo de 2009.​

¿Qué hora es?

Según el divulgador científico y biólogo Diego Golombek, el problema del huso horario es el problema de preguntar ¿qué hora es? “Hay tres respuestas para eso: el reloj pulsera, celular o lo que fuera, el reloj biológico que tenemos en el cerebro y el reloj político, el del huso horario”, explicó a Clarín.

Según los expertos hay un reloj mecánico, otro biológico y uno político.Según los expertos hay un reloj mecánico, otro biológico y uno político.

“Si uno analiza el mapa de husos horarios en el mundo, es un capricho porque no sigue los criterios geográficos sino políticos: hay países que se quieren alejar de sus vecinos aún por media hora, otros que, siendo tremendamente anchos, cruzando varios husos horarios, eligen tener uno solo como China», afirma Golombek, doctor en Ciencias Biológicas de la UBA, profesor titular de la Universidad Nacional de Quilmes, investigador superior del CONICET y director del Instituto Nacional de Educación Tecnológica (INET).

Según este especialista, «También hay otros países que eligen subdividir el territorio en varias partes, con lo cual, eso lleva varios trastornos comerciales, de transporte, de comunicación, etc.”.

Historia del tiempo en el país

En 1920, Argentina se adhirió a la Convención Internacional de Husos Horarios. Geográficamente, en el huso horario que le corresponde es el (-4 UTC). Sin embargo, algunas provincias de la región oeste rozan el (-5 UTC). “No tenemos un ancho suficiente como para ameritar dos husos horarios”, afirma Golombek.

En 1930, comenzó a alternar su huso horario pasando de (-4 UTC) a (-3 UTC) invocando el ahorro de energía como argumento. Desde entonces, la hora se modificó 57 veces, la mayoría fueron por decreto.

Pero se decidió dejar de alternar su huso horario y en lugar de quedarse en (-4 UTC), que era el adecuado, y ubicarse en (-3 UTC). Esto es, estar corrido una hora hacia el este con respecto al horario natural del país. “Peor aún: alguna vez decidió, por muy poco tiempo, continuar la alternancia entre (-3 UTC) y (-2 UTC) con lo cual, cuando estábamos en (-2 UTC) estábamos en medio del Atlántico. Un periodista decía que estábamos ‘azorados’, no sorprendidos: estábamos en las Islas Azores”, recuerda Golombek.

Fueron varios los diputados que presentaron un proyecto en el Congreso para modificar el actual huso horario (-3 UTC) por el oficial (-4 UTC). Entre ellos: Pamela Calleti (Innovación Federal, el 6 de julio de 2024); Gisela Marziotta (Unión por la Patria, el 28 de octubre de 2024) y Julio Cobos (UCR, el 3 de abril de año pasado). También hubo un proyecto presentado por Cobos junto a Mario Negri y otros 21 legisladores, el 5 de abril de 2022 que tampoco ha prosperado.

El más reciente es el del diputado Oscar Agost Carreño (Encuentro Federal), quien presentó su proyecto el 29 de mayo de este año. “Este proyecto tiene como objetivo corregir un desajuste histórico en la hora oficial de la Argentina, adoptando de manera permanente el huso horario UTC-4, que se ajusta más naturalmente a la ubicación geográfica del país», señaló el legislador a este diario.

Según Agost Carreño, «esta modificación responde a criterios científicos, energéticos, y productivos, buscando optimizar el uso de la luz solar, reducir el consumo energético innecesario y mejorar la productividad. En particular, beneficiará a las provincias del oeste, como Mendoza, San Juan, Córdoba y Salta, que actualmente padecen el desfasaje horario que genera amaneceres tardíos y jornadas laborales nocturnas”.

“Con el cambio propuesto se mejorará el bienestar y la eficiencia de los sectores laborales, educativos y agroindustriales, alineando el tiempo oficial con los ciclos naturales, lo que contribuirá al desarrollo más equitativo y federal del país”, añadió.

Diciembre de 2007, sesión en el Congreso para modificar el huso horario. Foto: Télam/Daniel Darrás.
Diciembre de 2007, sesión en el Congreso para modificar el huso horario. Foto: Télam/Daniel Darrás.

De todos modos, Clarín consultó al oficialismo respecto al posible el cambio de horario para el invierno. “No está en nuestra agenda”, respondieron desde el gobierno de Javier Milei.

¿Y el ahorro de energía?

Según las empresas energéticas, el ahorro podría ser marginal. Es decir, “no mueve la aguja”. Por lo general, el cambio de horario se debe a un aprovechamiento de la luz solar.

En el caso de Edenor, hace unos 10 años atrás, el alumbrado público representaba alrededor del 5% del total de la demanda, pero todo cambió a partir de la utilización de luces led. “Hoy representa alrededor del 2%. Más que de la demanda, de la potencia, teniendo en cuenta que de día no hay alumbrado público con lo cual la incidencia en la energía es bastante menor todavía”, argumentan desde la empresa.

Por su parte, Edesur y Edelap decidieron no comentar sobre el tema antes las consultas de este diario.

Factura boleta luz electricidad Edenor. Foto: ENRE.Factura boleta luz electricidad Edenor. Foto: ENRE.

A nivel país, el pico de consumo en verano ocurre alrededor de las 15:30, cuando la mayoría de la población prende el aire acondicionado. Pero, en invierno, se da entre las 20:30 y las 21:00: ya es de noche, hora de la cena, y la gente ahora utiliza más las calefacciones eléctricas que las de gas.

Según datos de la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico S.A. (Cammesa), el pico de consumo de potencia en todo el país fue de 28.090 (MW) y marcó un nuevo récord histórico el pasado martes 1 de julio a las 20:35, uno de los días más fríos del año, sumando todas las compañías energéticas.

El pico máximo de consumo anterior en invierno fue de 26.679 (MW), el jueves 10 de julio a las 20:51. Pero, si nos remontamos al miércoles 1 de julio de 2009, cuando Argentina mantenía el huso horario (-4 UTC), el pico máximo de potencia energética fue de 17.860 (MW) a las 20:01, según el archivo de datos Históricos de Energía y Potencia de Cammesa, también disponible en la web.

Las razones de esta diferencia pueden ser múltiples teniendo en cuenta factores como el día, la hora, el clima, día hábil, fines de semana o feriados. Además, había menos población que ahora. “Hay demasiadas variables y con un estudio teórico es muy difícil determinar la implicancia”, sostienen en Edenor.

Por lo tanto, ante nuevo cambio en el huso horario estacional (volver al huso -4UTC), la mejora sería marginal y se relaciona en una reducción de la energía de iluminación que cada vez tiene menor impacto en la demanda total. “A menos en AMBA, aunque a nivel país puede ser que sea levemente más importante, pero siempre va a ser algo muy marginal. Lo que ganás por un lado lo perdés por el otro”, concluyen desde Edenor.