El próximo fin de semana se jugarán unos 50 mil partidos oficiales de fútbol, entre encuentros profesionales o semiprofesionales de los torneos masculinos y femeninos que se organizan en los 211 países cuyas federaciones forman la estructura de la FIFA. Habrá casi dos millones de futbolistas alimentando la maquinaria de la industria del fútbol en medio de un conflicto que tiene enfrentado a FIFPRO, el sindicato global de futbolistas profesionales que lidera el argentino Sergio Marchi, con la entidad que preside Gianni Infantino.
Cuando Marchi asumió al frente del sindicato, la primera foto que difundió FIFPRO fue una junto a Infantino, la misma que ilustra esta nota, junto a la idea de que ambas entidades inauguraban un camino armonioso. Sin embargo algunos meses después ambas entidades no podrían mostrarse más alejadas entre sí de lo que están ahora, con comunicados de acusaciones cruzadas y ruedas de prensa para aclarar posiciones.
Es una guerra Mundial. La semana pasada, FIFPRO sacó un comunicado para cuestionar los acuerdos alcanzados por FIFA con otros gremios y se reclamó como el único interlocutor de los futbolistas. Desde Zúrich, el viernes salió otro más extenso y con muchos detalles, en el que además acusaba el gremio que dirige Marchi de chantaje. El martes, llegó la respuesta del Turco, también por comunicado, bajo el elocuente título de «cuando el ego no deja ver».
¿Qué pasó desde aquella foto de Infantino y Marchi al intercambio de comunicados cada vez más subidos de tono? «Desconocemos el cambio fulgurante de actitud, habría que preguntarle a él. Parece que el diálogo duró tres meses, si es que lo hubo», le respondió a Clarín Emilio García, director de Legales y Cumplimiento de la FIFA.
Fue en un zoom con periodistas de todo el mundo. Una conferencia de prensa virtual, idéntica a la que el viernes organizó FIFPRO con el secretario general, Alex Phillips, para responder las preguntas. El español García intentó ser componedor -habló de que las puertas están abiertas para retomar el diálogo-, pero dejó del lado del sindicato la responsabilidad sobre el conflicto entre ambas entidades.
El útimo en alzar la voz fue Marchi, tras el comunicado de la FIFA, invitaba a FIFPRO «a volver a la mesa de negociación», luego de que cumplieran algunas cuestiones. «Una vez que pongan punto final a su chantaje y retiren sus quejas, y una vez que publiquen sus estatutos, sus informes financieros completos (incluyendo todas sus fuentes de ingresos, los derechos de propiedad intelectual detallados de los jugadores que dicen poseer y la financiación que una de sus divisiones regionales recibe de algunas organizaciones futbolísticas), y la lista completa de miembros a los que dicen representar», especificaba el comunicado.
El dirigente argentino respondió en un tono personalista, autorreferencial, aunque en nombre de la organización que comanda. Aunque estaba escrito, se podía escuchar el tono de un Marchi aguerrido.
“A diferencia de lo insinuado por FIFA, FIFPRO no chantajea. FIFPRO reclama”, escribió Marchi para luego enumerar una serie de problemas como el “incumplimiento de los plazos mínimos de los contratos laborales” de los futbolistas y «falta de una verdadera gobernanza democrática en el seno de la FIFA” y “la saturación de los calendarios competitivos, sin descanso físico ni mental suficiente», entre otras acusaciones.
¿Por qué la FIFA acusó de chantaje a FIFPRO? «Porque es un ‘yo o nadie’. Eso es la old -vieja- FIFA, ya no es así. Hay una falta de espíritu constructivo notable», se resguardó García, en el Zoom.
El día anterior, Marchi había citado al Papa Francisco para arremeter contra esa idea y el modo en que, Según él, la FIFA administra el negocio del fútbol «que muchas veces el espectáculo parece valer más que la salud, la palabra y la dignidad del jugador».
“En su Encíclica Dilexit Nos, el Papa Francisco dice: ‘Hoy todo se compra y se paga, y parece que la propia sensación de dignidad depende de cosas que se consiguen con el poder del dinero. Solo nos urge acumular, consumir y distraernos, presos de un sistema degradable que no nos permite mirar más allá de nuestras necesidades inmediatas y mezquinas’”, parafraseó Marchi.
Para dejar claro que el conflicto con la FIFA no es menor, Marchi dejó una reflexión que parece apuntar a Infantino, aunque no lo mencione. «La cerrazón con la que se ha respondido a nuestros planteos solo agrava la distancia entre quienes administran el poder y quienes lo padecen», indicó, como cerrando el contrataque tras el comunicado.
¿Cuál es conflicto?
Desde Zúrich, la persepectiva no es la misma que desde Paises Bajos, donde el sindicato tiene su sede central. «Te diría que no hay diferencias entre las partes, que defendemos lo mismo», sorprendió en la apertura del Zoom, García cuando explicó las diferencias entre FIFA y FIFPRO.

«Si el problema es que no estuvieron en la foto de la reunión con los gremios en Nueva York, se trata de una cuestión de egos. Desde que Marchi es el presidente, pareciera que nos están tomando lección todos los días», deslizó García para descubrir una punta del conflicto.
La manera de confrontar de Marchi, que nada tiene que ver con los protocolos ni la diplomacia, puso en guardia a la FIFA. «Tengo la sensación que quiere demostrar que puede ser más beligerante que los sindicatos de Europa», fue otra de las ideas que compartió García en la conferencia virtual.
El punto que para la FIFA es inadmisible y para FIFPRO central, radica en la exclusividad de la contraparte. Los últimos acuerdos «tras reclamos de futbolistas» fueron anunciados tras una reunión en la previa de la final del Mundial de Clubes en la que no estuvo Marchi ni su gente. O más o menos, porque hubo tropa del sindicato global en la reunión con Infantino.
«Hay algunas diferencias entre ellos: tienen problemas internos y lo sabemos porque nos lo han dicho algunos sindicatos que pertenecen al FIFPRO», soltó al pasar García, para poner en duda la representación global del gremio que lidera Marchi.
El presidente de #FIFPRO, Sergio Marchi, explica por qué los futbolistas deben tomar parte en la toma de decisiones y analiza las fallas de gobernanza en el fútbol actual. Vía @TheAthleticFC.
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— FIFPRO (@FIFPRO) July 23, 2025
«No tienen representación en todo el mundo. No son los únicos gremios y quieren tener la exclusividad: en la nueva FIFA ya no es así, atendemos a todos los gremios. ¿Entonces en donde no está FIFPRO, no atendemos las necesidades de los futbolistas?«, se preguntó.
El entramado de Infantino se ramifica a nivel continental en Asia (AFC) África (CAF) Norte, Centroamérica y el Caribe (CONCACAF), Sudamérica (CONMEBOL), Oceanía (OFC) y Europa (UEFA). El cada territorio, Marchi también está presente a través de 72 sindicatos nacionales. En el tablero de TEG, Gianni tiene más fichas colocadas, pero la estructura que dirige el Turco también se agrupa en las mismas regiones.
Los otros interlocutores
El viernes Marchi contó en la sede central de FIFPRO, en Países Bajos, a 58 de las 72 organizaciones sindicales que la componen y se sacó una foto que retrataba la representatividad de la organización que comanda. Luego el secretario general, Alex Phillips, respondió las preguntas de periodistas de todo el mundo via Zoom con un presagio: “La FIFA va a decir que no quisimos participar de una reunión y la realidad es que no nos atendieron: fuimos a Nueva York y no nos abrieron la puerta”.
En su propio espacio virtual, García retomó ese momento y fue punzante. «Infantino tuvo una reunión con una representación amplia de los jugadores, muchos sindicatos, asociaciones, que están en descontento con lo que pasa. Muchos miembros de FIFPRO, incluso. Todo lo que se acordó, eran reclamos también que hacía FIFPRO, pero no han dicho nada, sino más bien han comenzado los ataques», indicó el abogado.
Ante la consulta de este diario sobre la representatividad de la contraparte que tuvo la FIFA en Nueva York, en comparación a la que indica tener FIFPRO, García sacó su cuenta.

«Solo el sindicato de españa representa a 18 mil futbolistas. Había representantes de México, de Brasil… Solo en esa mesa, estaban representados entre 25 y 30 mil futbolistas«, indicó.
Según el gremio que conduce Marchi, su representación alcanza a 60 mil futbolistas, es decir el doble de lo que suman los diversos gremios que no están en conflicto -al menos no en el mismo tono- con la FIFA.
El conflicto parece seguir escalando y es la FIFA quien, de momento, tiene la pelota. La estrategia de FIFPRO no es una huelga general: para hacerlo las organizaciones de cada país deberían parar en simultáneo los torneos, una fuerza que no parece tener: futbolistas sobran, no así la conciencia gremial.
¿De qué manera tendría la pelota el sindicato? Si el diálogo no prospera, la carta final de FIFPRO es la Justicia: el fallo de cualquier Tribunal Laboral puede sentar jurisprudencia y, de ser así, la FIFA no podría desoir los reclamos que hoy no acepta. Ninguno de los dos quiere llegar a esa instancia, pero de momento no existe el diálogo.