“Campaña sucia”. Ese fue el único argumento que salió a blandir el diputado y candidato de La Libertad Avanza (LLA) José Luis Espert como respuesta a la gravísima acusación que lo vincula a Fred Machado, el argentino detenido y con pedido de extradición de Estados Unidos por los delitos de narcotráfico y fraude.
En una entrevista televisiva, Espert admitió haber viajado en el avión privado de ese empresario -que también lo financió con 200 mil dólares para su campaña como diputado con dinero de un fideicomiso que compartía con Debora Lynn Mercer-Erwin, detenida y condenada por narcotráfico, lavado de dinero y fraude-, pero intentó despegarse del escándalo con la misma estrategia con que el Gobierno intenta defenderse del escándalo de las coimas en discapacidad. Es decir, sin poder rebatir las pruebas y repitiendo un único concepto:
“Campaña sucia, otra más”, dijo una y otra vez cuando fue consultado sobre el tema. “Esta campaña sucia viene de 2021, desde que estuve peleando por la diputación arrancaron y no se renuevan, siempre vuelven con lo mismo. Así que es parte de eso”, insistió.
«Me llevó en su avión»
Espert admitió que conoció a Machado “en enero o febrero de 2019 cuando quería presentar mi libro en Viedma (Río Negro)” y él “me llevó en su avión”. “Obviamente le agradecí”, pero “si yo hubiera sabido que esa persona era esto (presunto narcotraficante y defraudador), no le estaría agradeciendo a los cuatro vientos”, insistió.
Desde ya, y de manera automática, el diputado vinculó el concepto de “campaña sucia” al otro tópico del que se aferra el oficialismo en su campaña: “El kirchnerismo”. “Otra vez la campaña sucia, el kirchnerismo no quiere debatir las cosas que hay que hacer”, reiteró.
Además, Espert desafió a quienes lo acusan, particularmente al dirigente de Fuerza Patria Juan Grabois, a formalizar la denuncia por sus vínculos con Fred Machado, quien se encuentra detenido en Río Negro. “Que la presente. Campaña sucia, otra más”, cerró.
