La tranquila mañana de Ezeiza se vio alterada de pronto. Los cantos de los pájaros se callaron abruptamente ante los alaridos de las sirenas policiales que se apostaron en la puerta del predio de la AFA. No, semejante operativo con varios móviles y decenas de agentes de gendarmería no eran porque adentro estaba el plantel campeón del mundo con Lionel Messi a la cabeza. Por la entrada de Autopista Riccheri había ingresado Marcelo Moretti. Sí, el presidente de San Lorenzo reapareció en la casa madre del fútbol argentino por primera vez desde que volvió a tomar el control del club y de su huida en patrullero de la sede del pasado lunes.
¿Qué fue a hacer Moretti? se hizo presente en la reunión de Comité Ejecutivo (es uno de los vocales), que encabezó Claudio Tapia, el mandamás de la pelota criolla. Sin embargo, su misión era la de explicar ante sus pares de los otros clubes su situación, algo que no había podido hacer desde que se publicó el video de la cámara oculta en donde se lo ve guardarse un fajo de dólares y por el cual sigue siendo investigado por «administración infiel».
Chiqui Tapia le permitió la palabra. Según pudo reconstruir Clarín con varias fuentes presentes en la sala donde normalmente Lionel Scaloni realiza las conferencias de prensa, Moretti habló durante unos 10 minutos. Aseguró ser inocente y dijo que todo se trató de una cama política. «Me tocó a mí pero después van a ir por ustedes», sentenció en referencia a una supuesta jugada que tendría detrás al Gobierno Nacional para meterse en los clubes.
Bajo el brazo, llevó la resolución judicial de la Cámara Civil que le dio la razón y declaró como nula la acefalía y por la cual volvió a ocupar la presidencia del Ciclón, pese a la resistencia de los hinchas, que le piden la renuncia y un llamado a elecciones. Luego de su alocución se retiró ya que para participar de las reuniones de AFA tiene primero que regularizar su situación dirigencial en San Lorenzo convocando a una reunión de CD y rearmando la estructura (si es que no hay acefalía nuevamente).
Apenas salió del recinto en su camioneta, se levantó el hollywoodense operativo de seguridad montado por si los enojados simpatizantes azulgranas iban a buscarlo a Ezeiza como fueron el lunes a Avenida La Plata al 1700.
Casi paralelamente, en otra mañana agitada en este San Lorenzo a la deriva, este medio confirmó que al menos dos jugadores del actual plantel profesional hicieron un reclamo por diferentes deudas en Futbolistas Argentinos Agremiados. Ellos son Jhohan Romaña y Alexis Cuello, ambos titulares y hombres clave en la columna vertebral del equipo de Damián Ayude, que lucha por clasificar a los playoffs del Torneo Clausura y meterse en la Copa Sudamericana 2026.
El colombiano se hartó luego de un atraso salarial de tres meses y el delantero exige el 15 por ciento que le adeudan de su traspaso. Al mismo tiempo, en el vestuario hay alerta y preocupación ya que al resto también se le debe dinero. Moretti prometió pagar en los próximos días, aunque la confianza entre el directivo y los jugadores está quebrada.
Hablando de quiebra, el club de Boedo tiene tiempo hasta el miércoles que viene para pagarle al fondo suizo AIS Investment Fund SCA Sicav Raif 7.500 millones de pesos o lograr un nuevo acuerdo de cuotas para levantar el pedido de quiebra. Por ahora, el dinero no parece y las sirenas rojas suenan en Boedo.
San Lorenzo, sin salvavidas y a a deriva.










