cdn-centraldenoticias.com.ar

El ataque de furia de Gustavo Costas, que derivó en un pedido de disculpas públicas por su accionar, terminó en una leve sanción por parte del Tribunal de Disciplina de la AFA. Este jueves, en el Boletín número 6728, se publicaron las penas por el escandaloso desenlace del triunfo de Barracas Central sobre Racing en Avellaneda. Así, el DT que se abalanzó sobre el árbitro Nicolás Lamolina tras la anulación del gol de Adrián Maravilla Martínez y el penal a favor del ‘Guapo’ recibió una fecha de suspensión, que no será de cumplimiento efectivo porque podrá pagar una multa económica y estar en el banco de suplentes cuando visite a Belgrano de Córdoba el próximo domingo a las 19:00.

En la sanción del Tribunal de Disciplina, además, se instó a Costas a realizar un curso de carácter obligatorio entre las siguientes opciones: capacitación en buenas prácticas y conducta profesional en el ámbito del deporte; formación en gestión emocional y liderazgo deportivo; prevención de conductas inapropiadas en la actividad futbolística, orientado a cuerpos técnicos;ética deportiva y resolución de conflictos en la competencia; actividad institucional vinculada a la promoción de los valores del deporte, tales como la participación como disertante o asistente en charlas sobre respeto, juego limpio y autocontrol.

«Las actividades deberán ser dictadas por entidades reconocidas, asociaciones civiles, instituciones académicas, clubes u organizaciones vinculadas al ámbito del deporte profesional. El incumplimiento de esta obligación será considerado como circunstancia agravante en caso de una futura sanción de naturaleza similar, conforme lo dispuesto en el artículo 24 del Código Disciplinario», agregó la sanción.

El que no podrá estar en el banco es Eduardo Domínguez, quien omitió una sanción del Torneo Apertura y ahora fue castigado con dos fechas después de haber dirigido a Estudiantes de La Plata contra Unión el lunes pasado.

Otra sanción para tener en cuenta es la «provisional» para Lautaro Acosta, el delantero de Lanús. Después de la victoria de Deportivo Riestra en el minuto 78, los jugadores del Granate explotaron contra el arbitraje de Hernán Mastrángelo, por un supuesto penal por mano en el área del equipo local.

«Ellos jugaban a eso, a chocar, a meter, a empujar con el juego directo. Creo que con eso nos fueron llevando. Se quedan en la victoria en una falta que no es. Y nos hacen un gol en una jugada elaborada en donde nosotros no estuvimos atentos a los detalles, que no podemos fallar. Y el penal dudoso, en la bajada de Sasha (Marcich), que le pega en la mano, que el árbitro dice que le pega en el pecho, y ni se revisó», afirmó el delantero.

«La vimos recién y es penal. Con este equipo, en esta cancha y con Mastrángelo pasa siempre lo mismo. Cuando hay un equipo del poder lo dirige Mastrángelo, no pasa nada… Sabemos a lo que nos enfrentamos. Tenemos que estar tranquilos, estas cosas están pasando en todas las fechas. Las cosas vienen raras. Así que hay que adaptarse y pelear contra todo», agregó en diálogo con TNT Sports.

Era la palabra que faltaba después del escandaloso final de Racing vs Barracas Central, por la primera fecha del Torneo Clausura. Gustavo Costas pidió perdón este miércoles a través de un mensaje en sus redes oficiales, en el que habló de «dar el ejemplo», tras su ataque de furia provocado por la decisión correcta del árbitro Nicolás Lamolina de, a instancias del VAR, anular un gol de Adrián ‘Maravilla’ Martínez porque en la jugada previa el propio delantero había cometido un penal que se transformó en el 1-0 para el ‘Guapo’ en el Cilindro de Avellaneda. Esa reacción, al DT de la ‘Academia’, le costó su primera expulsión desde que retornó al fútbol argentino.

«Quiero pedir disculpas por mi comportamiento en el final del partido frente a Barracas. A lo largo de mi carrera siempre prioricé el respeto, incluso en los momentos de tensión y frustración. En este año y medio que llevo dirigiendo en Argentina nunca fui expulsado. Como director técnico de Racing tengo la responsabilidad de dar el ejemplo, sobre todo ante situaciones adversas como las que ocurrieron el último sábado», empezó su mensaje.

«Esto es un aprendizaje y me comprometo a seguir trabajando con la humildad que mantuve desde siempre. En este camino, más que nunca, debemos seguir unidos. Porque solo juntos podemos construir lo que verdaderamente importa: hacer realidad nuestros sueños», escribió.

El partido estaba empatado sin goles en el Cilindro y Racing consiguió, finalmente, romper el cero gracias a su goleador, Adrián «Maravilla» Martínez. De cabeza, el número 9 gritó el 1-0 e hizo delirar a los fanáticos racinguistas. Sin embargo, el árbitro Nicolás Lamolina, quien en más de una ocasión quedó señalado por fallos controvertidos, no permitió reanudar el juego. Algo le estaban comunicando del VAR. Y hubo minutos de incertidumbre y algo de confusión.

Luego, la situación quedó esclarecida. Lo que se revisó no fue la posición de Martínez, que parecía estar fuera de juego al momento de ir a buscar la pelota para cabecear, sino una jugada previa en la que el propio delantero de Racing, quien había iniciado la jugada del gol en su propia área, le cometió un claro penal a Facundo Bruera.

Lamolina, en este caso acertadamente, anuló el gol y señaló penal para el visitante. Y provocó la locura de Gustavo Costas, quien protesto agresivamente contra el árbitro y fue correctamente expulsado, a la espera de recibir muy posiblemente una sanción disciplinaria. Una vez que se calmó la situación, Rodrigo Insua se hizo cargo del penal y convirtió el 1-0. Ya no había tiempo para más.

«La dificultad es el contexto, pero el penal es elocuente». El árbitro Nicolás Lamolina argumentó su decisión en el escandaloso desenlace del triunfo de Barracas Central sobre Racing, en forma agónica por 1-0, en la primera fecha del Torneo Clausura. Adrián Martínez había convertido el gol de la victoria para la ‘Academia’ en un contragolpe, pero el VAR convocó al juez a revisar un penal del propio ‘Maravilla’ que significó el tanto de Rodrigo Insua para el ‘Guapo’. Todo esto en el tiempo adicionado, por eso el descontrol que generó.

En ese sentido, explicó los pedidos que le realizó a los encargados del VAR que lo convocaron a revisar la jugada a los 49 minutos del segundo tiempo. “Dentro de la revisión pedí velocidad normal y ángulos amplios. Hay imprudencia. Martínez intenta jugar el balón, pero Bruera es el que anticipa y termina impactándolo”, justificó.