Petróleos Mexicanos (Pemex), la petrolera más endeudada del mundo, contará de nueva cuenta con un balón de oxígeno del Gobierno de México para aliviar su estrés financiero. La Secretaría de Hacienda hará una emisión de bonos, a través de un fideicomiso, para adquirir bonos del Tesoro y el valor de esos instrumentos dárselos a Pemex para que pague sus adeudos. Hacienda aún no desvela el monto final de la operación, sin embargo, la agencia Bloomberg estima que la emisión estará en un rango de entre 7.000 y 10.000 millones de dólares. La colocación de deuda en dólares tiene como vencimiento agosto de 2030, de acuerdo con el documento sobre la oferta, al que este diario tuvo acceso. Este martes, la dependencia federal escuetamente anunció que la operación financiera servirá para “fortalecer la posición de liquidez de Pemex y atender sus obligaciones a corto plazo”.
En este nuevo espaldarazo financiero a Pemex, Hacienda ha echado mano de un sofisticado andamiaje. La operación consistirá en la emisión de instrumentos financieros, denominados notas precapitalizadas, cuya operación de pago tendrá el respaldo de la Secretaría de Hacienda. El gobierno de México, a través del fideicomiso de Eagle Funding, hará la emisión de la deuda y este, a su vez, utilizará los recursos para adquirir bonos del Tesoro de EE UU. El valor de esos bonos se les darán a Pemex, para que los utilice en su beneficio. De acuerdo con el documento de la oferta, JP Morgan funge como asesor único y BofA Securities, Citi y JP Morgan serán colocadores conjuntos. La maniobra, aunque compleja, busca que la paraestatal se endeude a una menor tasa, respecto a si emitiese, directamente, deuda en el mercado, además de contar con el incentivo de que esta deuda será respaldada por el gobierno mexicano.
El economista en jefe de Casa de Bolsa Finamex, Víctor Gómez Ayala, explica que Pemex le va a pagar al fideicomiso Eagle Funding esos bonos y parte del acuerdo es que esos flujos que va a pagarle la petrolera al fideicomiso están respaldados por el gobierno federal. “Si por alguna razón, Pemex tiene problemas para pagar, quien entra como soporte a pagar es el gobierno federal. Es bastante creativa esta figura. Eagle Funding le dará los bonos del Tesoro a Pemex para que lo pueda utilizar cuando sea mejor, eso le dará cierto margen de maniobra para utilizarlo y, al final, la deuda que se queda Pemex es en bonos del Tesoro, la deuda más barata en dólares”, refiere.
Gómez Ayala apunta que, pese a la complejidad de la operación, al final será deuda más barata que si la emite la petrolera directamente en el mercado. La emisión se prevé que se concrete el próximo 28 de julio. “Es una estrategia más reactiva que proactiva, (el gobierno mexicano) no esperaba que se fuera a complicar tanto la situación financiera de Pemex y a eso hay que añadir que tanto el tipo de cambio como las tasas de México están en muy buen momento. El riesgo México está muy contenido en los mercados financieros, entonces, es un muy buen momento para hacer esta operación”, indica.
Esta medida forma parte de un plan de rescate para Pemex en el que ha venido trabajando el Gobierno de Sheinbaum desde hace meses. La estrategia pasa por refinanciamientos con instituciones como el Banco Mundial, la reducción de costos internos y la desaparición de empresas subsidiarias. Las tasas de los bonos de Pemex se redujeron tras el anuncio de esta oferta, una señal de que el mercado ha recibido favorablemente la próxima emisión.
Pemex atraviesa por un momento crítico en el ramo financiero y operativo. Su deuda financiera asciende a más de 100.000 millones de dólares y carga, además, con adeudos por 20.000 millones de dólares a sus empresas contratistas. Solo este año, la paraestatal debe pagar 6.400 millones de dólares de deuda a corto plazo y, al final del sexenio, la suma ascenderá a 47.100 millones de dólares. Las empresas proveedoras de la petrolera, principalmente en el sureste del país, han acusado recientemente que se encuentran al filo del colapso frente a los numerosos y reiterados impagos de la paraestatal.