«Preferimos el frío extremo a que te choreen en los refugios»

«Preferimos el frío extremo a que te choreen en los refugios»


La ola polar no perdona y el lunes las temperaturas marcaron mínimas bajo cero en quince provincias argentinas. En la Ciudad de Buenos Aires los días son gélidos, pero las noches y madrugadas mucho más. Y las más castigadas son las personas que viven en la calle.

En las esquinas se improvisan techos y alfombras con cartones, hay quienes buscan algún recodo que pase inadvertido de los fuertes vientos, y hay otros –los más suertudos– que logran encontrar a algún vecino que les traiga una frazada, ropa o alimentos.

El último informe del Instituto de Estadística y Censos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (Idecba) se realizó en noviembre de 2024, en un operativo que recorrió los barrios para censar a la gente en situación de calle en una noche. En ese momento se contabilizaron 4.049 personas. De ellas, el 69,5% (2.813) se encontraba en un Centro de Inclusión Social -o CIS- y el 30,5% (1.236) en la vía pública.

Se observó que el 79% de la población se concentró en siete comunas: comuna 1 (33,1%), comuna 3 (10,6%), comuna 4 (9,9%),comuna 14 (7,6%), comuna 13 (7,5%), comuna 2 (5,2%) y comuna 6 (5,1%). Del conteo y caracterización básica de la población realizados por observación surgió que el 74,8% eran varones y el 16,3%, mujeres. El 8,8% no se identificó con ninguno de esos dos géneros.

Precisamente, en la comuna 3, en las calles que bordean el Congreso de la Nación, la fría tarde concede una postal repetida. Sobre Adolfo Alsina y Solís, una pareja espera sobre un colchón la llegada de una nueva noche polar. Tapados con varias frazadas y con algunas prendas de invierno que les alcanzaron vecinos, cuentan a Clarín que llevan varios años viviendo en las calles de la Ciudad, aunque ambos son de la Provincia de Buenos Aires.

«He estado trabajando, he estado bien. Un año o dos años en algún lugar, y después me quedé en la calle de nuevo. Siendo sinceros, preferimos estar acá que en los paradores del Gobierno. Preferimos el frío extremo que ir a renegar a esos lugares, donde te chorean lo que tengas. La gente de por acá es buena y muchas veces nos brinda lo que tienen. Para pasar la noche acá lo único que hacemos es taparnos hasta la cabeza y esperar que al otro día mejore», dice Emiliano Pérez. Tiene 31 años y cuenta 15 en la calle.

«Nos tapamos hasta la cabeza y a esperar que mejore», expresa Emiliano Pérez (31), que para en Congreso. Foto Francisco Loureiro

Los paradores que menciona son los que se conocen como CIS. El último relevamiento de Idecba muestra que de las personas que se alojaban en ellos, 2.073 eran varones (73,7%) y 719, mujeres (25,6%).

Más cerca de Microcentro, las caras y manos entumecidas por el frío se reflejan en las entradas de locales ya cerrados. Juan Flores y Julio Gómez tienen 45 y 26 años, respectivamente. Los dos están parando juntos. Juan le dice a Clarín que, entre idas y vueltas, lleva 20 años de calle. Ahora, esperando conseguir un trabajo de pinturería que le ayude a pagarse la comida.

«Estoy por acá ahora, pero me voy moviendo. A veces escucho historias de gente que vive en la calle como yo que cuenta que por el frío le ofrecieron dormir en una galería o una entrada de alguna casa, pero que siempre les pasa que después los acusan de que faltan cosas, de que alguien se las robó. Y siempre es fácil culparlos a ellos. Por eso yo no me acerco mucho a la gente, hago la mía. Pero sí, hay algunos que te ayudan mucho», comenta Juan, y accede a una foto, casi de espaldas.

Juan Flores (45) para en la zona de Microcentro y lleva 20 años en la calle. Foto Francisco LoureiroJuan Flores (45) para en la zona de Microcentro y lleva 20 años en la calle. Foto Francisco Loureiro

«No tengo buena experiencia en los paradores, me ha pasado que no me han dado la comida del día, o incluso, y esto pasa mucho más ahora, cuando estás en la calle con este frío vienen los del BAP (antes Buenos Aires Presente, ahora Red de Atención) y te dan una frazada que al otro día los de Espacio Público, si te ven, te la sacan«, agrega.

La Red de Atención intensifica operativos por el frío

Ante las bajas temperaturas, el Gobierno de la Ciudad informó que se intensifican las acciones de la Red de Atención. Este año el servicio se amplió: se reemplazó la entrega ambulante de viandas por comidas en iglesias y clubes cubiertos para que las personas puedan comer bajo techo y se sumaron equipos de asistencia en motos para que sea más ágil la atención, entre otras medidas.

Destacaron, además, que la Ciudad tiene actualmente 47 Centros de Inclusión Social (CIS) que ofrecen más de 4.300 lugares para dormir. Los Centros de Inclusión están localizados en los barrios de Villa Soldati, San Telmo, Retiro, Monserrat, Once, Constitución, Balvanera, Nueva Pompeya, Parque Patricios, La Boca, Parque Chacabuco, Flores, San Cristóbal, Boedo y Palermo.

“Están segmentados para cada persona en particular y se ha abierto uno que es el primero de América Latina exclusivo para personas con padecimientos de salud mental. También hay paradores para familias, para mujeres solas o con hijos, para hombres solos y personas mayores”, expresaron.

Según el último censo, en noviembre de 2024 había 4.049 personas viviendo en la calle. Foto Francisco LoureiroSegún el último censo, en noviembre de 2024 había 4.049 personas viviendo en la calle. Foto Francisco Loureiro

También se reemplazó la entrega de frazadas por un conjunto de ropa térmica completa (pantalón, camiseta, gorro y guantes). Un porcentaje significativo de la gente asistida por la Red de Atención, más del 70 por ciento, proviene de la Provincia de Buenos Aires. Hay aproximadamente 10.000 personas que vienen a la Ciudad todos los días desde el Conurbano bonaerense a buscar una oportunidad, a hacer una changa, o a pedir ayuda.

La Red de Atención funciona a través de canales, entre ellos el 108, la línea gratuita que recibe alertas sobre personas en situación de calle y opera las 24 horas, todos los días del año.

Si bien los trabajos prosiguen, el frío polar recién lleva una semana y parece no dar tregua en el futuro inmediato. El pronóstico del tiempo anticipa para el martes 1° de julio una mínima de cero grado durante la madrugada. En el Conurbano, el termómetro bajará hasta tocar los -3.