Durante mucho tiempo fue un tema tabú. Y aún hoy cuesta ponerlo sobre la mesa porque se trata de algo muy sensible. Sin embargo, la salud mental en los futbolistas es una cuestión a la que cada vez se le presta mayor atención, tras llegar a lamentar casos drásticos como el suicidio de Santiago Morro García y, más atrás en el tiempo, el de Mirko Saric, por citar solamente algunos que siguen consternando a los hinchas más allá del paso del tiempo.
Matías Abaldo debió abandonar la pretemporada de Gimnasia La Plata y rescindir repentinamente su vínculo con el club platense en enero por problemas graves de depresión. Se volvió a Uruguay, su país natal, para estar contenido por su círculo más íntimo y profesionales. Ahora, tras meses de estabilidad emocional y deportiva, este delantero de apenas 21 años que fue campeón del mundo Sub 20 en 2023 quiere revancha en el fútbol y en la vida.
Y está cerca de tenerla en un equipo grande de la Argentina: Independiente, que tiene habilitados cupos de refuerzos por las partidas al exterior David Tata Martínez y Santiago Hidalgo, negocia por él con Defensor Sporting luego del visto bueno de Julio Vaccari. El club de Avellaneda recibió un ofrecimiento para contar con el jugador charrúa y podría haber un acuerdo por un préstamo, aunque existen diferencias en el cargo del mismo.
El Rojo realizó dos primeras ofertas, una por 50 mil y la otra por 80 mil dólares, pero fueron insuficientes. Por estas horas, después de una reunión de Vaccari con el presidente Néstor Grindetti, se decidió hacer un nuevo intento mejorando el número. Habrá que ver si esto convence a Defensor Sporting, entidad de la cual surgió este extremo habilidoso que tuvo un paso por el Lobo platense.
En Gimnasia disputó 36 partidos, con 5 goles y 4 asistencias. El Tripero se quedó con el 35 por ciento de su pase y está expectante a la negociación entre Independiente y Defensor Sporting. «Abaldo tiene muchas chances de irse a Independiente. Lo veo bien y con ganas de tener su revancha en el fútbol», dijo su representante, Edgardo Lasalvia, esta semana del otro lado del Río de la Plata.
«Está mejor en la cancha y fuera de ella también. Él tiene una vida social con sus amigos que yo no puedo cambiar, porque ama a su entorno, y eso lo llevó a estar mejor de ánimo para olvidar las cosas íntimas que tuvo que atravesar junto a su familia«, explicó en el medio Carve Deportiva.
La situación de Abaldo quedó a la luz de todos a principio de este año cuando luego de una discusión en un entrenamiento con el entonces técnico de Gimnasia, Marcelo Méndez, el atacante abandonó la práctica y nunca más volvió al equipo. Primero se pensó que se trataba de cuestiones de indisciplina, pero días más tarde el propio representante contó que existían cuestiones más profundas vinculadas a su salud mental.
“No queremos que le pase lo del Morro García que por alguna situación que no pueda manejar se ponga una soga al cuello. La salud mental es fundamental. El dinero va y viene, yo quiero que Matías no se lastime, quiero verlo feliz”, había alertado el agente en ese entonces. Gimnasia también emitió un comunicado explicando la delicada situación.
El jugador, que siempre fue citado a las selecciones juveniles uruguayas y hasta recibió el llamado de Marcelo Bielsa para la mayor aunque no llegó a debutar, retornó a su club de origen y se sometió a tratamiento psiquiátrico.
Desde que pegó la vuelta al club violeta, jugó 18 encuentros, marcó 3 tantos y brindó 5 asistencias. Allí encontró la tranquilidad que necesitaba. «Sentía presiones o mochilas que no tenía que cargar, sobre temas personales y extra familiares. Hablarlo es la solución», había expresado Abaldo cuando arribó a Defensor Sporting en alusión a lo que le ocurrió en el Lobo.
Entre otros, recibió mensajes de apoyo de Edinson Cavani y de Luis Suárez. Ahora, con la mente sin nubarrones y en ritmo de juego, está listo para dar un nuevo salto. ¿Será en Independiente?
