Quiénes son los dos estudiantes argentinos que quedaron entre los 50 mejores del mundo y compiten por US$ 100.000

Quiénes son los dos estudiantes argentinos que quedaron entre los 50 mejores del mundo y compiten por US$ 100.000


Los días de estos pibes tienen más de 24 horas. Que alguien diga la verdad, porque no puede ser la cantidad de cosas que hacen y que logran.

Son Gastón Diaz y Daniela Barrios, que comparten edad (tienen 17 años) y también el hecho de haber sido los dos argentinos seleccionados como los mejores 50 estudiantes del mundo en el premio Global Student Prize, que entrega 100.000 dólares al ganador. El jurado los eligió entre casi 11.000 jóvenes postulados de 148 países.

Él es de Lanús Oeste y está terminando la secundaria en el Instituto Santa Faz. Ella es de Corrientes y estudia en el Instituto Adventista. Acá hay otra coincidencia: los dos van a escuelas parroquiales. Aunque esto seguramente no explique nada de la motivación de los jóvenes que llegan lejos: el año pasado los seleccionados para este mismo premio habían sido dos estudiantes de escuelas preuniversitarias.

De Lanús al mundo

Pero vayamos a las historias. La de Gastón Díaz empieza de una manera insólita. Resulta que de chiquito no podía contar bien los números: contaba del 1 a 14 y después saltaba a 21 y seguía.

Para solucionar el problema, se metió con todo a estudiar Matemática. Y se entusiasmó tanto, que después se enamoró de la materia, participó de las Olimpiadas de Matemática, las ganó y terminó coronado como el Campeón de Geometría.

Gastón Diaz (a la izquierda), abanderado en el Instituto Santa Faz, en Lanús.

En diálogo con Clarín subraya que esto fue posible gracias a “la mejor profesora de mi vida”. Se refiere a una profe de Matemática, que fue quien más lo estimuló a participar de las Olimpiadas. “Me acompañó siempre, a cada una de las competencias”, cuenta.

La comunicación por teléfono con Gastón se entrecorta y cuesta seguirle el hilo. Cuenta que es porque está en el medio de un Parque Nacional, en una campamento científico, sin buena señal. ¿En qué parte del país? No, en West Virginia, Estados Unidos.

Resulta que es uno de los dos argentinos que ganó la beca para participar del Campamento Nacional de Ciencias para Jóvenes organizado por el Departamento de Estado y la National Youth Science Foundation de los Estados Unidos.

Gastón Diaz, junto a la otra argentina que viajó al campamento científico en los Estados Unidos. Gastón Diaz, junto a la otra argentina que viajó al campamento científico en los Estados Unidos.

Gastón salió hace unos días para el país del norte, y ya estuvo en Washington DC visitando los principales edificios del gobierno y haciendo un simulacro diplomático, entre otras actividades. Vuelve el 3 de agosto.

Volviendo a su historia, Gastón recuerda que una vez solucionadod sus problemas con los números se planteó qué podía hacer y encontró una enorme cantidad de actividades que lo motivaron. “Me gusta todo lo que hago”, afirma, convencido.

¿Qué hizo? Es coautor de una ley de alfabetización financiera y tecnológica juvenil que ganó un concurso, ya se implementa en más de 70 ciudades argentinas y llega a más de 6 millones de estudiantes.

“La idea es que los chicos de mi edad sepan de finanzas personales y tecnología. Le presentamos la ley a bastantes municipios, que ya la aprobaron”, explica.

Gastón Diaz, estudiante argentino que está entre los mejores 50 del mundo.Gastón Diaz, estudiante argentino que está entre los mejores 50 del mundo.

Gastón también creó Cresify, una herramienta de marketing que permite detectar señales de compra en base al comportamiento del consumidor, y fue reconocida por el programa Microsoft for Startups. Dice que esto lo hizo para “desarrollar habilidades de emprendedor”.

Además, alcanzó el cuarto lugar en la competencia MIT Solve Financial Inclusion Challenge, en donde se presentan soluciones para problemas globales. Allí trabajó con estudiantes de todo el mundo en el desarrollo de una herramienta para aumentar la transparencia del gasto público y combatir la corrupción.

Además, Gastón enseña matemáticas e informática, y colabora en la entrega de más de 5.000 desayunos al año a chicos en situación de vulnerabilidad como voluntario del Grupo El Ombú.

Gastón vive con su mamá, que es licenciada en Comercio Exterior y tiene un instituto que da clases particulares. Y no para de señalar que fue ella quien más lo impulsa a hacer todo lo que hace y a tener un pensamiento crítico.

¿Cómo seguirá su carrera? Ahora está aplicando a distintas universidades de punta de los EE.UU. Tiene especial interés en Stanford, porque tiene un esquema muy flexible en el que»vas sumando materias y no te obliga en los primeros dos años a elegir qué carrera vas a seguir”. Además, porque está cerca de Silicon Valley, dice. Igualmente, ya tiene una beca completa para estudiar Tecnología Digital en la Universidad Di Tella, en la Argentina.

Si gana los 100.000 dólares los piensa invertir en programas de enseñanza de tecnología para estudiantes vulnerables.

Ella tampoco para

Si es por motivación y pilas, Daniela Victoria Barrios no se queda atrás. Cuenta que hace dos años llegó al Instituto Adventista, en Corrientes, donde “recibieron bien” todas sus ideas. Empezó planteando la necesidad de armar un club de Ajedrez. Habló con las autoridades, con otros estudiantes, insistió, hasta que lo consiguió.

Daniela Barrios, cuando se recibió en la Academia de Innovación Cívica de Georgetown de la organización de Civics Unplugged.Daniela Barrios, cuando se recibió en la Academia de Innovación Cívica de Georgetown de la organización de Civics Unplugged.

Siguió con las Olimpiadas de Matemática. El colegio no participaba y Daniela también persistió hasta que lo logró. Después representó a la escuela, ganó una medalla de bronce y fue reconocida también por su destacada presentación en la feria de ciencias.

También logró gestionar pasantías universitarias de investigación para estudiantes de su curso que quieran tener esta experiencia. Y ahora está trabajando para lanzar el primer Modelo de Naciones Unidas de la escuela.

Daniela Barrios, en el Capitolio de Washington durante la Academia de Innovacion Cívica de Georgetown.Daniela Barrios, en el Capitolio de Washington durante la Academia de Innovacion Cívica de Georgetown.

Pero fuera del colegio Daniela tampoco para. Es voluntaria en los clubes Interact (del Rotary, para chicos de 12 a 18 años), donde impulsa iniciativas solidarias para apoyar a la comunidad local, desde donaciones de útiles escolares hasta apoyo a bancos de alimentos. Y participa en una fundación local de rescate animal, con la que sale a salvar perros abandonados.

Daniela Barrios, junto a compañeros de Interact dejando donaciones en un comedero de Corrientes.Daniela Barrios, junto a compañeros de Interact dejando donaciones en un comedero de Corrientes.

Ganó una beca de Civics Unplugged (una ONG con sede en Nueva York, que se enfoca en capacitar a estudiantes secundarios para convertirlos en innovadores cívicos). Pudo viajar a Estados Unidos y visitar universidades muy importantes. Y cuenta que también ganó una beca de la Universidad de Yale, que le cubría toda la estadía, pero no pudo viajar porque tenía que pagarse el pasaje y no tenía el dinero.

Por si fuera poco, diseñó los anteojos inteligentes “Ciby”, que subtitulan todas las conversaciones en tiempo real y están pensados para las personas sordas.

Daniela Barrios, participando en un evento de la Fundacion de Rescate Animal.Daniela Barrios, participando en un evento de la Fundacion de Rescate Animal.

¿Cómo hace tantas cosas? “Me gustan y cuando algo te gusta es fácil hacerlo. Si tengo que irme a dormir a las 12 y levantarme a las 3 lo hago igual. Todo esto me apasiona”, le dice Daniela a Clarín.

El padre de Daniela es comerciante (tiene un negocio de tecnología) y la madre entrenadora. Y además tiene una hermana mayor que estudia radiología.

Daniela Victoria Barrios, con sus padres.Daniela Victoria Barrios, con sus padres.

Cuenta que le interesan mucho las finanzas y la Matemática y que piensa seguir las carreras de Economía empresarial o Finanzas. Se está postulando para obtener una beca en la Universidad de San Andrés y quiere seguir, luego, un posgrado en la Universidad de Miami o en la Esade, en Barcelona.

Si gana el premio lo piensa destinar a un proyecto de desarrollo de agua potable y baños en la localidad de Manantiales, en Corrientes. Allí viven familiares de Daniela, y están con muchas carencias. “Quizás el premio sirva para ayudar a 10 o 20 familias, pero ayudar a una vida ya es un montón”, afirma.

Un premio global

Gastón y Daniela fueron seleccionados en el Global Student Prize, que está dirigido a todos los estudiantes del mundo que tengan al menos 16 años y que, además de logros académicos, se destaquen por proyectos con “impacto real en el aprendizaje, en la vida de sus compañeros y en la sociedad”.

Impulsado por Fundación Varkey y la ONG Chegg.org es un “premio hermano” del Global Teacher Prize, el “Nobel de la Educación” que premia con un millón de dólares al mejor docente del mundo.

En agosto se anunciarán a los 10 finalistas. Y más adelante, quién se lleva el premio mayor.

La ganadora del año pasado fue la mexicana Ángela Elena Olazarán Laureano, de 18 años, quien ayudó a crear Ixtlilton, un asistente médico virtual con inteligencia artificial capaz de diagnosticar 21 enfermedades mediante una serie de preguntas.

Martina Bahiana Basgall Sequeira en Clarín. Fue la única estudiante argentina que llegó a estar entre los 10 mejores estudiantes del mundo en el Global Student Prize.Martina Bahiana Basgall Sequeira en Clarín. Fue la única estudiante argentina que llegó a estar entre los 10 mejores estudiantes del mundo en el Global Student Prize.

Los estudiantes argentinos vienen con un buen historial en este premio. El año pasado, Martina Bahiana Basgall Sequeira, de Buenos Aires, llegó a estar entre los primeros 10 estudiantes del mundo. Fue la única argentina que llegó hasta esa instancia.