Llegó y despertó la expectativa acorde al valor de su pase, por encima de los 10 millones de dólares que lo pusieron en el podio de las incorporaciones más caras de la historia de Boca. Sin embargo, el tránsito de Alan Velasco hasta este octavo mes suyo con la azul y oro no fue tal lo imaginado. Y este domingo, pese a ser la primera vez que Miguel Ángel Russo lo mandó al banco, empezó a revertir su historia en el club.
¡¡¡Y ES GOLEADA!!! Alan Velasco pone el 3-0 de Boca ante Independiente Rivadavia para que el Xeneize vuelva a ganar.
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Fue casi con el tiempo cumplido cuando recibió la pelota por la punta izquierda habilitado por Milton Giménez, atacó el área y definió al primer palo de Ezequiel Centurión, quien en primer término pareció contener el remate, pero se le terminó escurriendo para convertirse en el gol que cerró la goleada de un Boca que volvió al triunfo luego de 120 días y 12 partidos.
¡UN DÍA QUE NO VA A OLVIDAR NUNCA! Alan Velasco no pudo contener la emoción tras anotar su PRIMER GOL con la camiseta de Boca.
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De inmediato, su cara lo dijo todo. Se empezó a desfigurar la sonrisa inicial para empezar a transformarse en un llanto desconsolado, potenciado por el abrazo de sus compañeros, quienes se unieron para celebrar el momento tan esperado por todos. También por él, que había convertido por última vez en octubre de 2024 cuando todavía jugaba en la MLS con FC Dallas.
Es que -desde aquel penal que falló en la serie ante Alianza Lima- Velasco padeció cada minuto que jugó en Boca y lo poco o mucho que le aportó al equipo fue observado con lupa por la gente y así pareció sentirlo, a juzgar por la reacción que tuvo en el festejo.
Antes de la noche mendocina, Velasco había comenzado como titular los ocho encuentros que comandó Russo en su tercer ciclo xeneize: los tres del Mundial de Clubes, los cuatro del Clausura y el choque ante Atlético Tucumán que significó la eliminación en dieciseisavos de final de la Copa Argentina. Justamente ese encuentro jugado en Santiago del Estero y el siguiente ante Huracán en el Ducó fueron los únicos dos en los que no salió y jugó los 90 minutos.