El presidente de Siria, Ahmed al Shara, ha anunciado este sábado un alto el fuego “inmediato y completo” tras casi una semana de disturbios y enfrentamientos sectarios en la región de Sueida (suroeste) con más de medio millar de muertos, según un comunicado. Al mismo tiempo, el mandatario ha informado del despliegue del ejército en esa zona para tratar de afianzar el regreso a la calma. Al Shara ha culpado a Israel y a una parte de la comunidad drusa de Sueida de la espiral de violencia en los últimos días. Por su parte, el Gobierno israelí no se ha pronunciado sobre el alto el fuego, lanza nuevas críticas a Al Shara y sigue justificado su intervención por la desprotección de la minoría drusa.
“Ante las críticas circunstancias que atraviesa el país, y con el deseo de evitar el derramamiento de sangre siria, preservar la unidad del territorio sirio y la seguridad de su pueblo, y en respuesta a la responsabilidad nacional y humanitaria, la Presidencia de la República Árabe Siria declara un alto el fuego inmediato y completo”, detalla el texto hecho público. La Presidencia “llama a todos a permitir que el Estado sirio, sus instituciones y sus fuerzas implementen este alto el fuego de manera responsable, de manera que se garantice la estabilidad y el fin del derramamiento de sangre”, añade. Asimismo, invita a “todas las partes, sin excepción” a “cesar inmediatamente todas las hostilidades en todas las zonas, garantizar la protección de los civiles y asegurar el acceso sin trabas a la ayuda humanitaria”.
Poco después de publicar el comunicado, Al Shara se ha dirigido a la nación en una alocución de algo menos de diez minutos para tratar de apuntalar el alto el fuego y, al mismo tiempo, reforzar su papel ante una población en parte recelosa todavía por tener como máxima autoridad a un reconocido islamista y exmiembro de la red terrorista Al Qaeda.
Además de los problemas internos, el mandatario no oculta que ha de hacer frente al vecino israelí. “La intervención israelí reavivó la tensión”, ha denunciado Al Shara refiriéndose a los ataques desde el aire de esta semana sobre Sueida, para expulsar a las tropas locales, y sobre Damasco. Uno de los motivos esgrimidos por Israel para la ofensiva sobre el país vecino es proteger a la minoría drusa en Sueida, enfrentada a los beduinos, partidarios de Damasco. Al Shara habla incluso de “grupos armados” con “ambiciones separatistas” para referirse a Israel y los drusos.
El mandatario ha aprovechado también su intervención para agradecer la labor de los mediadores estadounidenses y árabes para restablecer la calma. También la postura de Turquía, la Unión Europea, Rusia y China en su rechazo a los bombardeos israelíes, que Al Shara considera una clara injerencia en los asuntos internos sirios.
El presidente ha insistido en que “la ausencia del Estado sirio en esas zonas provocaría un caos generalizado y podría reavivar los enfrentamientos a mayor escala”. Al Shara ha defendido a los beduinos, pero entiende que no pueden ser ellos los que ejerzan un papel que corresponde al Estado y afirma que los drusos levantiscos son una minoría que no va a impedir que Sueida siga formando parte del Estado sirio.
Israel ha mostrado su descontento con ese discurso y afirma que el presidente sirio ha mostrado su apoyo a los “atacantes yihadistas”, según un comunicado del ministro de Exteriores, Gideon Saar, en referencia a “las tribus beduinas”. Al mismo tiempo, considera que culpa a “las víctimas”, en referencia a “la minoría drusa atacada”.
El anuncio de alto el fuego tiene lugar en medio de las presiones del Estado judío, que tras los bombardeos sobre su vecino de esta semana, finalmente aceptó el viernes que las tropas sirias deben poder desplegarse sobre el terreno para intentar calmar las aguas. El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, se había vanagloriado de lograr “la paz con fuerza” al tiempo que dos ministros de su Gabinete pedían abiertamente la eliminación de Al Shara, que encabezó el pasado diciembre el derrocamiento del régimen de Bachar el Asad.
El presidente sirio, sin embargo, ha encontrado en Washington un importante pilar en su carrera por ganar legitimidad internacional. No solo se ha reunido con el presidente, Donald Trump, sino que este ha levantado las sanciones al país árabe.