Después de tanto ruido, de tantos cruces con la AFA por la situación de Marcelo Moretti, de tantos rumores de renunciar sobrevolando por Boedo, Julio Lopardo decidió. El vice en uso de la presidencia por la licencia del presidente, que está investigado por corrupción, le confirmó a Clarín que seguirá firme en su cargo al frente de este San Lorenzo en crisis para tratar de acomodarlo. Y para eso, a su vez, anunció las primeras medidas drásticas que tienen que ver con no sumar ningún refuerzo ni pagar en el corto plazo las inhibiciones.
«Fue algo de una mesa chica en la que le pedí a un par de muchachos que se alinearan sino yo renunciaba. Y salió eso a la calle. Fue una conversación interna, pero ahora parece que hay que tener cuidado porque escuchan las paredes. No fue más que eso», explicó el dirigente de 72 años que no renunciará y se mantendrá en la conducción del Ciclón.
Disipado este rumor que sonó con fuerza el fin de semana pasado, Lopardo se mostró convencido de las determinaciones que debió asumir en este mercado de pases para preservar y acomodar la necesitada economía interna de la institución.
«San Lorenzo no está en la mejor situación económica. Teníamos posibilidad de incorporar a algunos jugadores que, según nuestro criterio, no iban a cambiar la ecuación. Para traer jugadores a la altura del club había que hacer inversiones que no estamos en condiciones de hacer. La decisión es apostar a los chicos porque para traer a otros que los tapen es mejor no incorporar», expresó.
Y agregó sobre las inhibiciones que en total superan los 2,2 millones de dólares: «Las vamos a levantar, pero a su debido tiempo ya que no vamos a incorporar. Es una decisión difícil, políticamente incorrecta, pero creemos que es a lo que hay que apostar». De esta manera, la dirigencia azulgrana apuntará a regularizar las deudas en FIFA en los próximos meses sabiendo que en el medio pueden seguir cayendo más reclamos formales que se acumularán. De hecho, hay un pedido de quiebra al caer de una deuda con un fondo Suizo que ya asciende a 7 millones de dólares.
A las arcas de Boedo entraron cerca de 2 millones de dólares netos en total por las salidas de Miguel Russo, Malcom Braida y Elian Irala (resta cobrar un millón el año que viene). Lopardo contó en qué se priorizará ese dinero: «Quiero utilizarlo para no malvender y para que no le falten más el respeto a San Lorenzo, que le ofrecen dos maní y tres gaseosas por cualquier jugador. Es normal que pase esto. Pero nosotros tenemos que hacernos fuertes con el pancho y la Coca. Tenemos pibes que son muy buenos, pero que están castigados por todo el entorno político. Y si sale bien, estos chicos a fin de año van a valer mucho más». A su vez, también se decidió que no haya más salidas a menos que sea por la cláusula.
En cuanto a los chispazos con la AFA por el avance en la expulsión del club de Moretti, Lopardo dijo: «San Lorenzo no pide ninguna expulsión, es el Tribunal de Ética, que es independiente. Hizo su trabajo libremente. Y la AFA pone su Estatuto y defiende a un integrante del Comité Ejecutivo como es Moretti, en licencia. Esto se está haciendo dentro de las reglamentaciones que tiene AFA. No se puede juzgar a alguien que no está imputado o condenado. Es una cuestión de leyes y reglamentos, no es por caprichos. No puede haber ninguna intervención porque es un gobierno legítimo».
El hoy máximo directivo del Ciclón se muestra confiado y con ganas de sacar el barco a flote. Sabe que el socio no lo votó a él puntualmente y sobre eso respondió: «La gente de San Lorenzo está cansada de tanto tiempo de mentiras. En mi caso, yo entré en una vocalía séptima como para colaborar en algo que en su momento quise y no pude, o pude poco. Y aparezco como presidente por una situación delicada. San Lorenzo estuvo a muy poco de ser intervenido realmente porque estuvo 25 días sin gobierno tras la licencia del presidente y la renuncia del vice. Alguien se tenía que sentar. Yo no lo hice como salvador, lo hice porque todos pensaron que era la posibilidad. Y está dentro de lo que marca el Estatuto».
Y agrego: «Sé que la gente no me votó a mí, pero a los que votaron les fue mal, es relativo. Lo que hay que hacer es gestionar y demostrar que en estos primeros 60 días de mi gestión hemos hecho un montón de cosas que no se notan porque hay un fantasma (por Moretti) que está dando vueltas y hace calentar a la gente».
En cuanto a la situación actual, especificó: «Hemos levantado más de mil millones de pesos en embargos, hemos levantado más de 700 millones de pesos en cheques de vuelta, no se emitió más deuda, el plantel no va más a Agremiados porque está dentro de los parámetros normales, se pagaron los aguinaldos… Es poco, pero es algo. La gente está detrás de una renuncia que no se puede dar si él no quiere darla. Yo ya se lo pedí 20 veces. Es un clima que no ayuda para nada, pero estamos trabajando para ver si podemos salir».