La resistencia de los clubes de LaLiga y de muchos de sus hinchas surtió efecto y el partido entre Villarreal y Barcelona, correspondiente a la 17ª jornada que debía disputarse el 20 de diciembre en Miami, fue cancelado este martes por «la incertidumbre generada en España durante las últimas semanas», según informó la propia organización en un comunicado oficial.
Era la segunda vez que los organizadores del certamen doméstico intentaban jugar un partido oficial fuera del país y también la segunda vez que la iniciativa fracasa. En 2018, el duelo entre Girona y Barcelona también había sido proyectado para Miami, pero fue bloqueado por la Federación Española de Fútbol (RFEF), la FIFA y finalmente la Justicia, que dio su veredicto definitivo en contra en septiembre de 2024. Esta vez, la situación fue similar: con el rechazo abierto de la RFEF, la oposición de varios clubes -como el Real Madrid- y la protesta pública de la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE), el proyecto volvió a naufragar.
En el comunicado, LaLiga lamentó «profundamente» la cancelación del partido y subrayó que la iniciativa representaba «una oportunidad histórica e inigualable para la internacionalización del fútbol español». Además, defendió que el plan «cumplía plenamente con la reglamentación federativa y no afectaba a la integridad de la competición», al tiempo que cuestionó a quienes, desde otros estamentos, bloquearon su realización. “Renunciar a este tipo de oportunidades dificulta la generación de nuevos ingresos, limita la capacidad de los clubes para invertir y competir, y reduce la proyección internacional de todo el ecosistema futbolístico nacional”, afirmó el comunicado.
El Barcelona, uno de los protagonistas del encuentro, aceptó con resignación la cancelación. En una nota de prensa expresó que «respeta y acata la decisión», aunque lamentó «la oportunidad perdida de expandir la imagen de la competición en un mercado estratégico». También agradeció el apoyo del público estadounidense, que nuevamente se quedó sin la chance de presenciar un partido oficial de LaLiga en su país.
🚨 NOTA INFORMATIVA.
LALIGA informa de la cancelación del Partido Oficial en Miami, una oportunidad histórica para la internacionalización del fútbol español. Seguiremos trabajando por una competición global, moderna y competitiva.https://t.co/DpsR4PnXLf
— LALIGA Corporativo (@LaLigaCorp) October 21, 2025
El caso del Villarreal fue distinto. La forma en que se manejó la comunicación del anuncio desató una fuerte molestia en el club castellonense. Según fuentes cercanas a la institución, LaLiga les había notificado la decisión poco antes de su partido ante el Manchester City por la Champions League, pero les aseguraron que no se haría pública ese mismo día. Sin embargo, el comunicado fue publicado justo en el entretiempo del encuentro. Las cámaras captaron al CEO del club, Fernando Roig Negueroles, visiblemente molesto en el palco mientras hablaba por teléfono tras leer el anuncio en su celular.
El técnico del equipo, Marcelino García Toral, no se guardó nada. “Me parece una falta de respeto absoluta hacer un comunicado en el descanso de un partido de algo que estaba previsto y que no se va a dar. Es una falta de respeto a los dirigentes del Villarreal, al club, a los profesionales y a la afición”, expresó con contundencia en conferencia de prensa. El club, por su parte, adelantó que este miércoles emitirá un comunicado oficial expresando su postura.
La cancelación también reavivó el debate dentro del fútbol español sobre el impacto de llevar partidos oficiales al extranjero. La AFE se opuso desde un principio a la iniciativa y, como gesto simbólico, los jugadores se quedaron parados durante 15 segundos al inicio de cada partido del fin de semana pasado. Desde el Real Madrid llegaron voces críticas: Thibaut Courtois sostuvo que jugar fuera “adulteraría la competición” y Dani Carvajal calificó la posibilidad como “una mancha”. Xabi Alonso también respaldó la postura institucional del club blanco. Mientras tanto, la UEFA dejó clara su reticencia general a este tipo de movidas, aunque admitió que podría haber excepciones, como el Milan-Como que se jugará en febrero en Australia.
En medio de esta confrontación de intereses, el capitán del Atlético de Madrid, Koke, se pronunció con claridad desde el punto de vista de los futbolistas: “Nos enteramos por las noticias, no se nos preguntó nada. Para que se tomen estas decisiones, primero hay que consultar a los jugadores. Porque al final, los que jugamos somos nosotros”.
El encuentro entre Villarreal y Barcelona se disputará finalmente en el Estadio de la Cerámica y el sueño de ver a LaLiga en Miami volverá, al menos por ahora, a quedar archivado. La imagen que pretendía mostrar el fútbol español al mundo terminó opacada por desencuentros, reproches y una nueva señal de que el consenso sigue siendo la gran deuda pendiente.










